9 fotosDe Keith Haring a Guerrilla Girls: 9 imágenes clave de la protesta en la cultura popCon motivo de la exposición Historia incompleta de la protesta en el Whitney de Nueva York, repasamos momentos históricos de la denuncia a través del arteTentaciones13 oct 2017 - 12:56CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceA sus 24 años y pese a ser el campeón del mundo en un deporte de combate, el boxeador Cassius Marcellus Clay defendió enérgicamente su vocación pacifista. En marzo de 1966, llamado a filas para combatir en la guerra de Vietnam, se negó en redondo, alegando reservas religiosas y personales. Como objetor de conciencia se arriesgaba a una multa de miles de dólares y a cinco años de prisión. Litigando ante sucesivos tribunales pasó el tiempo de guerra y se libró de ambas penas. Prefirió la cárcel a luchar contra los vietnamitas. “Ellos nunca me llamaron negro, nunca me lincharon, nunca me soltaron a los perros, nunca me robaron mi nacionalidad, no violaron ni mataron a mi madre y padre… Dispararles ¿por qué? ¿Cómo podría disparar a gente pobre? Llévenme a la cárcel.”Desafíante y valiente. Así fue el Saludo del Poder Negro que Tommie Smith y John Carlos hicieron subidos ya al podio de los Juegos Olímpicos de 1968, tras ganar las medallas de oro y de bronce, respectivamente, en los 200 metros lisos. Ambos atletas afroamericanos alzaron sus puños, enguantados de negro, mientras sonaba el himno nacional de EE. UU.: fue su respuesta en silencio –silencio clamoroso– contra la segregación racial en su país y el apartheid en Sudáfrica. Salieron del estadio abucheados por la multitud, pero el momento ha pasado a la historia como uno de los más icónicos del siglo XX.El Abrazo, del valenciano Juan Genovés, es una de las obras más simbólicas de la Transición democrática española. Concebido durante los últimos años del régimen franquista, el cuadro representaba la esperada amnistía de los presos políticos y la reconciliación entre españoles. Cuando el pintor iba a la imprenta para encargar los carteles, resultó detenido durante siete días. Años más tarde confesó: “Cualquier joven que no haya vivido en aquella época ni se imagina que uno pudiera ir a la cárcel por pintar a unas personas abrazándose, pero así era”. Al poco, El Abrazo se convirtió en el homenaje a las víctimas de la matanza de Atocha, perpetrado por tres terroristas de ultraderecha el 24 de enero de 1977: murieron cinco abogados laboralistas de Comisiones Obreras, vinculados al PCE.En 1985, las Guerrilla Girls, con máscaras de King Kong, se manifestaron a las puertas del Moma. ¿El motivo? La falta de pluralidad en la exposición An Internacional Survey of Painting and Sculpture, que exhibía obras de 149 hombres, solo de 13 mujeres y ninguna de artistas de color. Cuatro años después, colocaron este cartel delante del MET. A pesar de los más de treinta años transcurridos, instituciones y museos siguen sin aprobar en materia de diversidad. En España, por ejemplo, las cifras del InformeMAV#17 hablan solas: en ARCO las artistas son el 25% nada más. En las galerías la presencia femenina es, incluso inferior, pues no supera el 19%. En Just Madrid está en torno a un 35%.Keith Haring creó este póster en 1989, un año después de ser diagnosticado de SIDA. Lo hizo para el grupo ACT UP ( ‘Pórtate mal’, acrónimo de AIDS Coalition to Unleash Power), fundado en Nueva York para crear conciencia sobre la enfermedad y promover políticas necesarias para su tratamiento. En la ilustración, al igual que los monos sabios, las tres figuras humanas se tapan los ojos para no ver, los oídos para no escuchar y la boca para no hablar. La actitud de los muñecos y el texto (“Ignorancia=miedo. Silencio=muerte”) representan a quienes no aceptan que están infectados por el virus del SIDA, obran como si no existiera y se niegan a saber más. En 1990, Haring murió a los 31 años de una enfermedad que hoy padecen casi 37 millones de personas en el mundo.Medidas anticorrupción y reformas políticas. Eso reclamaban los manifestantes de la plaza de Tiananmén en la primavera de 1989. El desencadenante fue la muerte del reformista ‘liberal’ y exsecretario general del Partido Comunista Chino Hu Yaobang, el 15 de abril. El luto oficial comenzó en las calles de Pekín, se extendió pronto por todo el país y generó una protesta pacífica, liderada por estudiantes, contra la falta de libertad de expresión y la penuria económica. La noche del 3 al 4 de junio, cientos de miles de personas fueron desalojadas violentamente por blindados y por soldados que se abrieron paso a tiros. A pocos metros de la gran plaza pequinesa, un hombre se mantuvo impasible frente a los tanques que se acercaban. Trataron de sortearlo, sin éxito. La imagen de “el rebelde desconocido” arriesgando su vida, tomada por Jeff Widener, se convirtió pronto en símbolo del movimiento prodemocrático de China.El 21 de febrero de 2012, unos días antes de las elecciones presidenciales en Rusia, cinco integrantes enmascaradas del colectivo feminista punk Pussy Riot, se colocaron frente al altar de la catedral del Cristo Salvador de Moscú y cantaron en contra de la campaña electoral del primer ministro Vladímir Putin su particular rezo punk, “Virgen María, echa a Putin”. Aunque el carácter de la acción era evidentemente político, tres de ellas -María Aliójina, Yekaterina Samutsévich y Nadia Tolokónnikova- fueron encarceladas durante dos años, acusadas de incitación al odio religioso, tiempo en el que, además, denunciaron malos tratos. Las otras dos participantes consiguieron escapar y la policía no llegó a identificarlas.En octubre de 2016, Colin Kaepernick y Eric Reid pusieron rodilla en tierra cuando sonaba el himno nacional en un partido de la liga NFL de fútbol americano. Protestaban así por las numerosas muertes de personas negras a manos de la policía. Este año, el gesto –convertido en el hashtag viral #TakeTheKnee- se ha repetido en varios partidos e, incluso, algunos jugadores han ido más allá y han decidido no salir al campo durante la ceremonia inaugural. El presidente Trump, en su cuenta de twitter, ha hecho del caso materia de patriotismo, los acusa de falta de respeto a la bandera y el himno del país y ha pedido que se sancione a quien no permanezcan en pie en los rituales preliminares de un partido. Los equipos y la NFL han apoyado estos gestos contra el racismo y la opresión.Las acciones de PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), una asociación internacional que lucha por la defensa de los animales, encuentran eco en los medios de comunicación de medio mundo. Desde su primera protesta en 1981 por los experimentos llevados a cabo con 17 monos en un laboratorio de Maryland, no han dejado de promover su lema: “Los animales no son nuestros para que los comamos, vistamos, experimentemos, utilicemos para el entretenimiento, o abusemos de ellos de ninguna manera”. En sus performances, el desnudo, la sangre y los disfraces forman parte a menudo de escenificaciones dramáticas representadas en multitud de países.