5 fotosLos cinco mejores conciertos de los Rolling Stones en España (y uno que no convenció)41 años después de su primera actuación en nuestro país, analizamos sus visitas más comentadas 27 sept 2017 - 08:08CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceContra pronóstico, la primera gira de los Stones en España en el siglo XXI (con Mick Jagger a pocos días de cumplir 60 años) fue grandiosa. “Ese show fue verdaderamente magnífico”, observa Mariano Muniesa. “Los Stones estaban en un momento de dulce: todo les salía bien. Aunque sonar bien en el Vicente Calderón nunca ha sido fácil, porque el estadio no estaba concebido para albergar conciertos, ese día sonaron de maravilla. Nunca les he visto hacer 'Midnight rambler' con la potencia que lo hicieron en Madrid en 2003”.GettyEl concierto del estadio de El Molinón fue el único de la gira de Voodoo lounge que los Rolling Stones dieron en España, y los más fieles seguidores del grupo de todo el país allá que se fueron. Las 45.000 entradas se agotaron en tres días. Se llegaron a pagar 80.000 pesetas (480 euros), lo que entonces era casi un sueldo, en la reventa. La crónica de EL PAÍS hablaba de “embrujo” y de “alucinación colectiva”. “La espectacularidad del escenario era enorme. No ha habido un decorado más ambicioso que aquel”, recuerda Mariano Muniesa. Para Roberto Gutiérrez, “el montaje escénico de aquella gira ha sido el mejor que han tenido. Aunque ese es un aspecto que a los seguidores de los Stones nos parece secundario. Nos encantaría verlos en un club pequeño. Musicalmente estuvieron perfectos, me pareció un concierto genial. Fue muy especial”.La primera vez que los Stones actuaron en España tuvo mucho de rito iniciático: solo siete meses después de la muerte de Franco, la juventud de nuestro país abrazaba por fin el espectáculo de rock más salvaje y lascivo del mundo. Eran las doce y media de la noche cuando la banda subió al escenario de la plaza de toros Monumental, con un Ron Wood vestido de torero. “Fue importante porque fue el primero. Con lleno absoluto, el concierto fue una maravilla. Jagger tiraba cubos de agua al público y a los músicos. Fue realmente soberbio”, comenta José Ramón Pardo. “Apoteosis de los Rolling Stones”, fue el contundente titular que Moncho Alpuente dio a su crónica en EL PAÍS. “Fue una fiesta colectiva —escribió el añorado periodista, escritor y músico—, un juego desinhibido en el que la sexualidad y la provocación emanadas por Jagger desde el micrófono adquirían un valor casi ritual, como símbolos de una danza primitiva y liberadora”.Ante una gran expectación —era la primera actuación en Madrid—, se recuerda como el concierto del diluvio universal, lo que le aportó un componente épico: “Tuvo un comienzo como yo nunca he visto en la vida”, dice Mariano Muniesa. “Había sido un día de un calor infernal, y de pronto el cielo se encapotó y aquello hizo bataplán, empezó a llover, y los Stones dijeron: ‘Ahora’. En medio de aquel estallido de júbilo, porque se refrescaba el ambiente, pensaron que era el momento para arrancar”. Mick Jagger, tocado con un chubasquero púrpura, capitaneó un inicio caótico: la fuerza de la lluvia derribó la gran hilera de globos que coronaba el escenario, sepultando a los músicos. “El 'Under my thumb' [primer tema] no lo vimos nadie. Estaban los propios Stones explotando globos para poder tocar”. Muniesa afirma que Keith Richards aún lo recuerda: “Siempre dice que, si va al cielo, tendrá que agradecerle a Dios los efectos especiales que puso para aquel concierto”.Bernardo PérezVaya por delante que todos los conciertos que los Stones han ofrecido en España han tenido un alto nivel. “Los Stones, a estas alturas, si no se sienten capaces de hacer un buen concierto, no lo hacen”, explica Muniesa. Pero la gira de Urban jungle, y en particular su concierto en el Vicente Calderón, no estuvo a la altura de otras visitas. “Llevaban casi ocho años sin hacer giras. Se notaba cierta frialdad entre ellos, habían tenido enfrentamientos”. Muniesa deduce que intentaron tapar su inseguridad con un envoltorio efectista. “Me sobraba tanto muñeco hinchable, tanta parafernalia, su vestimenta, con esos abrigos largos de diseño… Parecía un poco artificioso. Aquello, sinceramente, no me gustó demasiado. Los conciertos estuvieron bien, pero cualquier otra gira de los Stones me ha gustado más”. Roberto Gutiérrez: “Arrastraban ese sonido de los ochenta, con demasiados teclados que restaban intensidad, y un montaje también muy ochentero. Pensé: ‘Aquí está pasando algo raro’. Habían atravesado una época de crisis. Pero luego llegaron los noventa y resurgieron a un nivel bestial”. En la imagen, Felipe González recibe a Mick Jagger en el Palacio de La Moncloa dos días antes del concierto.Bernardo Pérez