_
_
_
_

Elogio a la teletienda

Javier Sampedro

Agosto siempre ha sido el mes de la redifusión, pero los 40 canales de la TDT suponen una redimensión de la redifusión, una redifusión masivamente paralela donde los fragmentos de un tiempo pasado y un espacio remoto se entrelazan, se confunden y se redifunden en oleadas incontables.

En esta tesitura, para encontrar alguna novedad no hay más remedio, a menudo, que aguantar despierto hasta la teletienda.

La teletienda tolera bien la redifusión puesto que ya consiste en ella incluso en invierno, del mismo modo que la fabada aguanta la lata porque la morcilla asturiana ya tiene de por sí un sabor algo metálico, o eléctrico, como cuando pones la lengua en una pila de voltio y medio. Y la teletienda no redifunde tanto como dice la leyenda.

Hay gente que piensa que el hombre cuadrado y la mujer de mandíbula firme son siempre los mismos un anuncio tras otro y una noche tras otra. Y se equivocan. Lo que ocurre es que hay un ejército de hombres cuadrados y mujeres de firme mandíbula.

Igualmente, el aparato de gimnasia no es siempre el mismo, como creen algunos, sino toda una progresión de aparatos de gimnasia -unos para los abdominales superiores, otros para los abdominales inferiores y mejor no sigo- donde cada nuevo ítem deje al anterior a la altura del betún.

De ahí que el hombre cuadrado diga a menudo: "Oiga, pero ¿no se le ocurrirá hacer abdominales con uno de esos aparatos que cargan los lumbares, no?", en clara referencia al aparato que él mismo y la mujer de firme mandíbula, o dos criaturas similares, anunciaban el mes pasado en el mismo espacio.

Esto prueba más allá de toda duda razonable, como apunté más arriba, que la teletienda es el verdadero locus de la innovación en estos veranos de la redifusión.

Otra innovación, si bien de signo negativo, es la desaparición de los anuncios de cuchillos, que daba gloria ver aquellas colecciones de cuchillos como para surtir a un autocar de carniceros.

Si la teletienda fuera redifusión, seguiríamos viendo los cuchillos, ¿no les parece? Pues ahí está el tema.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_