Los barcos de vela crecían en tamaño y, a la vez, necesitaban ser más ligeros, y más rápidos. Así aparecieron las fragatas, en la marina militar; las goletas, más usadas como buques mercantes; los navíos, los barcos más grandes construidos en madera, como el 'HMS Victory', que participó en la batalla de Trafalgar; y el clíper, construido en 1840 en Estados Unidos para llegar hasta Europa, Asia y Oceanía.
En la imagen, 'Fragata y otros veleros en un mar agitado', hacia 1681.