Se estrena la última entrega de la saga Piratas del Caribe mientras su protagonista parece estar en una cuesta abajo sin fin, después de un divorcio, acusaciones de maltrato y sospechas sobre su patrimonio y su salud. ¿Le hemos perdido para siempre?
El vídeo filtrado a la prensa de la bronca entre Amber Heard y un Johnny Depp muy borracho, trasegando tinto francés mientras golpeaba los muebles de la cocina y acusaba a su exmujer de provocarle, no dejaba dudas de que la pareja vivía un infierno.A comienzos de este año el complicado proceso de divorcio se cerraba con un acuerdo extrajudicial que perseguía no dañar más sus imágenes. Por si fuera poco, Depp demandaba a TGM, su empresa de representación, por negligencia económica. La cosa va para largo: no existe un contrato porque el acuerdo de las partes fue verbal. "He trabajado muy duro todos estos años y he confiado en gente que me ha decepcionado", declaró el actor.TGM contestó aireando sus gastos y asegurando que podría haber dilapidado los casi 600 millones de dólares de beneficios de toda su carrera. Le preguntamos a la psicóloga Itziar Gato sobre la conducta de Depp: "Podrían tratarse de comportamientos compulsivos dentro de un cuadro de ansiedad o depresión. Si bien no se puede diagnosticar a alguien sin haberlo tratado, esta conducta de carácter aparentemente megalómano parece encajar mejor dentro de los rasgos de una personalidad narcisista".
Quizás la clave de su recuperación esté el diálogo que Jack Sparrow y su padre (intepretado por Keith Richads) tienen en Piratas del Caribe: En el fin del mundo. Sparrow le dice: "Lo has visto todo, lo has hecho todo. Sobreviviste. ¿Ese es el truco, no? Sobrevivir". Y Teague contesta: "No se trata de vivir para siempre, Jackie. El truco es convivir con uno mismo para siempre".
¿Cuál ha sido la fórmula de Johnny Depp para pasar 30 años en el estrellato sin que parezca que le importa lo más mínimo? Desmenuzamos las claves de su salvaje estilo de vida.Depp pagó el funeral de Hunter S. Thompson, que tuvo barra libre para 300 invitados, fuegos artificiales y un cañón que esparció sus cenizas. Sabiendo que el escritor era un manirroto, se empeñó personalmente en llevar al cine Miedo y asco en Las Vegas (cobró un sueldo mísero) y Los diarios del ron para engordar sus cuentas y la de sus herederos.En 2001, cuando todavía era marido de Vanessa Paradis, Depp compró Plan de la Tour, un pueblo abandonado en la Provenza francesa que reformó entero para, en teoría, irse a vivir allí con su familia. Lo puso en venta el año pasado por 50 millones de euros. Para los interesados: tiene dos piscinas y una pista de patinaje construida por el propio Depp. Depp no pierde el tiempo y suele ligar mientras trabaja. Empezó con Sherilyn Fenn, a la que conoció en Nuevos policías. En Eduardo Manostijeras comenzó su romance con Winona Ryder, a quien fue infiel con Traci Lords en el rodaje de Cry baby. Estuvo con Marion Cotilllard —coincidieron en Enemigo público— y conoció a Amber Heard en Los diarios del ron.Ha pasado de referente estético grunge a una fase en la que parece un guitarrista de swing que pasa una mala racha por culpa del crack del 29. Su marca preferida es Studio Mister Freedom, un atelier que todos los años lanza una línea para que sus exclusivos clientes (como Ryan Gosling) sigan vistiendo como si no les importara lo que llevan puesto.
Depp nunca ha abandonado el sueño de dedicarse a la música. Fundó P en 1993 y, hace un par de años, se juntó con Alice Cooper y Joe Perry (Aerosmith) en Hollywood Vampires. Matt Sorum (The Cult) o Duff McKagan (Guns N' Roses) también son más o menos fijos de la formación. Todo a lo grande. Hacen versiones de éxitos rock de los 70 y se lo pasan bomba. Tom Waits le dio la idea de comprar un bar. Lo llamó Viper Room. El local, punto de encuentro de rockeros y actores de moda, fue tan exitoso como controvertido: allí murió River Phoenix en 1995 por consumo de GHB, Jason Donovan sufrió una sobredosis en él y Anthony Vivien Fox, socio financiero, desapareció sin dejar rastro en 2001. Depp lo traspasó en 2004.75 millones de dólares en acondicionar un château en el sur de Francia con una parcela de 182.000 metros cuadrados, un pequeño archipiélago de islas en Las Bahamas, varias casas en Hollywood, varios lofts en el centro de Los Ángeles y una granja en perfecto funcionamiento en Kentucky.
18 millones de dólares en acondicionar y renovar un yate de lujo de 45 metros de eslora O millones (no especificado) en mantener un parque móvil de 45 coches de lujo.
30.000 dólares al mes en vino (tiene contratado personal que le trae botellas de todo el mundo para su consumo). Y 3 millones en la fiesta y el cañón que lanzó las cenizas de Hunter S. Thompson en su funeral en Aspen, Colorado.
Millones (no especificado) en mantener una enorme y extremadamente cara colección de arte contemporáneo de 200 piezas (de artistas como Klimt, Warhol, Basquiat, Modigliani…), una colección muy cara de joyería y otra con 70 guitarras. 150.000 dólares al mes para pagar al personal de seguridad que cuida de sus hijos.
300.000 dólares al mes para pagar los sueldos de las 40 personas que trabajan para él. Y 10 millones destinados a ayudar financieramente a amigos, familia y empleados.
Unos 4 millones invertidos en el sello musical de nueva creación de un amigo de la infancia. Todo según datos de TGM.
