15 fotosNo han venido a hablar de su libroLeen por trabajo y también por placer. 16 editores escogen obras publicadas por la competencia que piensan comprar en la cita del Retiro 06 jun 2017 - 17:53CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace“Uno de los placeres de la feria”, dice Miguel Aguilar, madrileño trasplantado a Barcelona, “son las compras insospechadas, fruto a menudo de husmear en las casetas de editoriales desconocidas, o de aquellas cuyo catálogo es menos accesible —en no ficción, gente como Página Indómita, Clave Intelectual, Capitán Swing o Katz—”. Con todo, Aguilar, que celebra los 40 años de Debate —uno de los dos sellos que dirige dentro del grupo Penguin Random House—, tiene ya una lista de la compra encabezada por un libro que “seguro” comprará: 'Hillbilly. Una elegía rural' (Deusto), de J. D. Vance, “una extraordinaria radiografía desde dentro de la clase baja blanca estadounidense que tanto protagonismo ha cobrado últimamente”.El editor y escritor Luis Magrinyà, del que Anagrama acaba de reeditar en un volumen 'Intrusos y huéspedes & Habitación doble', comprará para regalar libros que ya ha leído y le han gustado como 'Houston, yo soy el problema' (Espasa), de Óscar García Sierra, “un excelente poemario que presenta lo de ‘morir a la orilla del mar’ como la lógica consecuencia de ‘nadar mal’, por lo que no es, afortunadamente, apto para quienes busquen 'poemas”; 'Años felices' (Anagrama), de Gonzalo Torné, “una muestra rara y muy inspirada de máquina del tiempo con melodía infinita”, o 'Los Cinco y yo' (Tusquets), de Antonio Orejudo, “genial parodia de la auto/hartoficción y crónica brutal de la generación de los nacidos en los años sesenta”; y 'Monsieur Proust' (Capitán Swing), de Céleste Albaret, "un inteligente documento sobre lo que ve y piensa el servicio doméstico de los genios". (Foto: Cristina Candel)Desde hace dos ferias, el “poco tiempo” que Daniel Moreno sale de la caseta “a ver qué hay de nuevo o de viejo” lo dedica a buscar libros infantiles para su hijo: “Es en la feria donde hacemos acopio de libros para él y miramos concienzudamente, ya que muchos son de abrir, que te los cuenten, que los puedas tocar… De las supuestas novedades de libros para mayores me suelo enterar por otros medios”. Este año del centenario de Gloria Fuertes quizás “caigan” 'Los poemas de la oca loca' (Kalandraka). “Lo tuvimos en casa desde muy chiquitos y se perdió”. Capitán Swing comparte caseta con Adriana Hidalgo, “que tiene una estupenda colección de infantil (Pipala)”, y el año pasado ya le echó el ojo a un cuento sin palabras: 'La casa del árbol', de Marije Tolman.Además de editor, traductor y escritor —acaba de publicar Los ritmos rojos del siglo en que nací (Hiperión)—, Jesús Munárriz es un lector voraz. Cuando se le pregunta por los libros que va a comprar en el Retiro, dispara: “'Adán o nada' (Bandaàparte), del ganador del Premio Hiperión, Ángelo Néstore; 'El faro de Dakar', de Ángel Petisme (Renacimiento); 'Diario de un poeta', de Philipp Mainländer (Plaza y Valdés); 'Cuestión de tiempo', de Francisco Díaz de Castro (Renacimiento); 'Felicity', de Mary Oliver (Valparaíso); 'Confesión general', de José María Conget (Pre-Textos); 'Examen de ingenios', de J. M. Caballero Bonald (Seix Barral); 'El silencio', de María Urruzola (Pamiela)…”. Por si fuera poco, añade: “Seguro que en la feria encontraré otros títulos interesantes”.Todo editor tiene en la cabeza su libro ideal. A Paca Flores, por ejemplo, le gustan “los escritos al dictado de una gran vocación y que mezclan disciplinas y conocimientos muy específicos, con una óptica personal, un toque autobiográfico, un poco de historia y muchos datos. Y que estén narrados con rigor y belleza”. Además, le encantan los árboles, de ahí que vaya a comprar, “entre otros muchos”, 'El país donde florece el limonero' (Acantilado), de Helena Attlee, que es “una experta en jardines que cuenta la historia de los cítricos en Italia”. También 'La memoria secreta de las hojas' (Paidós), de Hope Jahren, “un tratado sobre la vida de las plantas y sus propios fundamentos como científica”. Hoja por hoja pues.Editor y escritor, Emili Rosales se estrenó como poeta y, aunque se ha prodigado más como novelista, nunca ha dejado de leer poesía. “Me encanta picotear en la feria alguna edición de poetas a los que he leído en otros momentos o que no dejo de leer”, explica. Puede ser una nueva edición de 'Ariel', de Sylvia Plath, en Hiperión, con traducción y edición de Ramón Buenaventura; o “cualquier nueva propuesta de la infinita Emily Dickinson”. Por ejemplo, la “apetecible” 'Carta al mundo y otros poemas', en una “bella presentación” de Libros del Zorro Rojo, con traducción de María Negroni e ilustraciones de Isabelle Arsenault. En el terreno de la narrativa, aprovechará para “hincarle el diente” a la nueva novela de Luis Landero, 'La vida negociable' (Tusquets).“La Feria del Libro es una mezcla deliciosa de trabajo y paseo, de encuentro con amigos y compra de libros”, dice Sandra Ollo, responsable de Acantilado. Cada año reserva un tiempo para visitar las casetas y se vuelve a Barcelona con la maleta llena y la intención de ponerse a leer. Este año piensa incluir en el equipaje el primer volumen de 'Las máscaras de Dios', de Joseph Campbell, en la “preciosa edición” de Atalanta. “También me muero por leer 'Yugoslavia, mi tierra', de Goran Vojnovic, editado por Libros del Asteroide y que habla de las heridas que ha dejado la guerra”. Además, se acercará a la caseta de Pre-Textos “para comprar (entre otros) 'Altísima pobreza', de Giorgio Agamben, filósofo que comencé a leer el año pasado y con el que avanzo poco a poco”.Silvia Sesé, que en enero tomó el relevo a Jorge Herralde al frente de Anagrama, comprará en el Retiro la novela de Antonio Orejudo 'Los Cinco y yo' (Tusquets), “¡para leerla antes de que me la sigan contando!”. Orejudo es, dice, “uno de los autores de obligada lectura para mí”. En la misma lista están 'Buena alumna' (Minúscula), de Paula Porroni, “una primera novela de una autora argentina recomendada por una librera”; 'La corrupción del capitalismo' (Pasado & Presente), de Guy Standing, “el economista inglés que acuñó el término precariado y que además de un diagnóstico hace propuestas económicas concretas”. “¡Y las dos partes de Rodrigo Fresán, la ‘inventada’ y la ‘soñada’!”. Ambas las ha publicado Literatura Random House.Verso y prosa, novela y ensayo. Todo cabe en la lista de la compra de Alejandro Sierra, plagada de clásicos contemporáneos. Para “abrir boca”, Elias Canetti, 'El libro contra la muerte' (Galaxia Gutenberg) y 'Dar razón. Conversaciones con Emilio Lledó' (KRK). “También me han hablado bien de 0Los colores de nuestros recuerdos0, de Michel Pastoureau (Periférica)”. Luego añade 'La familia Karnowsky' (Acantilado), de I. Y. Singer, y la Poesía reunida, de William C. Williams (Lumen). Para releer, 'Campo cerrado', de Max Aub, que acaba de reeditarse (Cuadernos del Vigía), y “para leer en verano-verano”, 'Examen de ingenios', de Caballero Bonald (Seix Barral)… “Por si fallara alguno, habrá que tener a mano los 'Ensayos' de Montaigne (Acantilado)”.A veces los libros editados por otros son un descanso en medio de la vorágine de las novedades propias. Un descanso y una oportunidad. “Hace ya un tiempo que quiero leer literatura japonesa, de la que conozco solo a Murakami”, cuenta Blanca Rosa Roca, que tiene entre sus planes leer a Hiromi Kawakami, una bióloga que ha terminado dedicándose a la literatura. En España empezó publicando en la editorial Acantilado y ahora forma parte del catálogo de Alfaguara. “Empezaré por 'El cielo es azul', la tierra blanca. Por lo que dicen las críticas, es una novela delicada y sutil”, dice Roca. “Creo que es una lectura serena que, en estos momentos en que todo ha de ser urgente, me va a ir muy bien”.Raquel Vicedo llega a la Feria de Madrid con un deseo: dos libros que elogian “el arte y la vida en el país que, probablemente, más me fascina y conmueve: Italia”. Uno lo firma Helena Attlee, experta en horticultura, que plantea en 'El país donde florece el limonero' (Acantilado) un recorrido nada convencional por la historia de Italia. El otro lo firma Alfredo Panzini, que “recorre Umbría y Las Marcas en bicicleta, siguiendo los pasos del siempre excelso Leopardi”, en su 'En la tierra de los santos y los poetas' (Ardicia). “Gastronomía, literatura y naturaleza”, subraya Vicedo. “¿Acaso hay mejor manera de pasar las sofocantes horas del almuerzo en el Retiro que recostada en la hierba y envuelta en estas páginas?”.“La Feria del Libro es el sitio ideal para comprar libros de fondo”, opina Luis Solano. “Es la librería perfecta porque si el libro no está descatalogado es prácticamente seguro que alguno de los feriantes, ya sea un librero o el editor del libro, tendrá un ejemplar disponible”. A veces uno de esos libros reúne de golpe a dos clásicos a la vez. Por ejemplo, Rilke y Rulfo. Solano cuenta que leyó las 'Elegías de Duino', de Rainer Maria Rilke, siendo adolescente —“hace ya demasiado tiempo”— y no ha vuelto a hacerlo. Por eso no se le ocurre mejor manera de volver a ellas que hacerlo en la versión del autor de Pedro Páramo que ha publicado Sexto Piso justo cuando se celebra el centenario del nacimiento del escritor mexicano.Dice la veterana Ana Rosa Semprún que “si tuviera que comprar en la Feria del Libro de Madrid un libro no publicado por el Grupo Planeta [al que pertenece Espasa]”, se inclinaría por 'Irène' (Alfaguara), el primer volumen de la serie del comandante Verhoeven, creada por Pierre Lemaitre en su faceta de autor negro —la otra incluye títulos como 'Nos vemos allá arriba' (Salamandra), ganadora del Goncourt en 2013—. Semprún se confiesa “gran aficionada a la novela negra y policíaca” e 'Irène' es el libro ideal para una lectora así: cada uno de los asesinatos narrados es un homenaje a un clásico de la ficción criminal. De ahí que la policía se refiera al asesino como El Novelista. “Además, me lo han recomendado muchos lectores de mi confianza”.La editora argentina Adriana Hidalgo se quedará en Buenos Aires, pero los libros que publica tendrán su caseta en el Retiro. Si hubiera viajado a España, cuenta, recorrería la feria buscando literatura infantil y elegiría 'Donde viven los monstruos' (Kalandraka), de Maurice Sendak, 'Dailan Kifki' (Siruela) y 'El reino del revés' (Alfaguara), de “la genial” María Elena Walsh. Haciendo honor al país invitado, buscaría además alguno de los libros de la joven ilustradora portuguesa Catarina Sobral. “Una de las cosas que más he disfrutado en la vida”, cuenta, “es ese diario momento mágico, cuando los niños se apaciguan, se hace un silencio, el tiempo parece detenerse y comienza la lectura. Compartida y en voz alta. Ahora que tengo un nieto vuelvo a empezar”.“La feria es un buen momento para encontrar libros-sorpresa, libros de fondo y proyectos innovadores”, dice Alfredo Landman, que este año celebra el 40º aniversario de Gedisa, el sello que su padre, exiliado argentino, fundó en 1977 en Barcelona. Más allá de la feria, él ya piensa su primer libro para el verano: 'Tú no eres como otras madres', de Angelika Schrobsdorff —“esposa del cineasta Claude Lanzmann”—, publicado por Periférica & Errata Naturae: “Mi mujer no pudo parar de leerlo y me dice que es un texto necesario. El libro te transporta en el tiempo, a la Europa nazi (¿hoy más cercana que antes?). Un relato real sobre la vida de la madre de la autora: una mujer alemana, de familia burguesa y judía. Ayuda a pensar un presente revuelto”.