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Si no sabes tuitear, para qué te metes: 16 burradas perpetradas por famosos Desde faltas de empatía con desastres naturales o revoluciones a meteduras de pata debidas al autocorrector. Hay veces en las que simplemente es mejor no decir nada El futbolista de 31 años es reincidente en esto de meter la pata en Internet. Parece que los contínuos viajes que realiza tienen al jugador del Real Madrid desorientado y esta confusión queda reflejada en sus tuits. "Hora de descansar después de ver ganar a la selección femenina de waterpolo. Enhorabuena, chicas". Con este tuit, el sevillano felicitaba a las waterpolistas 20 días después de que hubieran ganado el partido. Cosas del diferido... En otra ocasión, Ramos quiso compartir con sus seguidores su periplo estadounidense. ¿El problema? Él y su equipo se encontraban en Nueva York, pero el deportista subió una foto de la réplica de la Estatua de la Libertad que se encuentra en Las Vegas. "Huala lumpur lo será tu puta madre". La incoherencia que contiene este tuit no tiene límites. Al parecer Leticia Sabater (50 años, Barcelona) reaccionó así a un tuit en el que la mencionaban a ella y a sus fans de Kuala Lumpur. La presentadora, cantante y superviviente, confundió la capital de Malasia con un insulto imperdonable y, muy agraviada, contestó de esta forma tan diplomática. "Nunca se han visto las pirámides de Egipto tan poco transitadas, ojalá que pronto se acabe la revuelta", tuiteaba David Bisbal (37 años, Almería).
Lo que estaba pasando realmente en el mundo: una revuelta popular trataba de terminar con la dictadura de Hosni Mubarak en Egipto.
Lo que pasaba por la cabeza del almeriense: las pirámides son demasiado bonitas para que un conflicto sociopolítico frene el turismo.
En su defensa diremos que lo del cantante eran buenas intenciones expresadas de la manera más desacertada. El torero es otro de los famosos que alimenta de más a la prensa del corazón. Francisco Rivera (43 años, Madrid), autor de titulares como "¿Para ser antitaurino hay que dejar de ducharse?", salió a la plaza a torear con su hija Carmen, de solo 5 meses, en brazos. Momento que no tardó en compartir con orgullo en sus redes sociales, para estupefacción del público. "Debut de Carmen, es la quinta generación que torea en nuestra familia. Mi abuelo toreó así con mi padre. Mi padre toreó así conmigo, y yo lo he hecho con mis hijas. Orgullo de sangre", escribía Fran Rivera junto a la polémica fotografía. No tenemos claro por qué, pero Paula Vázquez (42 años, Ferrol) decidió compartir con sus seguidores un parte médico. Pero, sin saberlo, la presentadora hizo público algo más que su estado de salud. En la fotografía del documento que subió a Twitter aparecía, además, su número de teléfono personal. Detalle que no pasó desapercibido a los usuarios de la red social, que quisieron comprobar si este era realmente su móvil. La gallega, que no paraba de recibir mensajes de Whatsapp y llamadas telefónicas, pidió que dejaran de molestarla y amenazó, incluso, con publicar los número de teléfono de las personas que se estaban poniendo en contacto con ella. "Estoy en un entierro, por favor, parad de llamar y escribir ya. No lo pienso más, colgaré vuestros números", escribía la presentadora en Twitter. Podría pasar a la historia como una de las peores formas de felicitar a una hija. Mia Farrow (72 años, Los Ángeles) tiene 14 hijos, diez de ellos adoptados. Así que para felicitar a una de ellas, Quincy, decidió que debía publicar una foto en sus redes sociales. Y en vez de elegir entre sus propias imágenes como cualquier madre -normal- del mundo optó por hacer una búsqueda en Google. Con tan mala suerte que al hacer el pantallazo en el que se veía la cara de la cumpleañera en cuestión, la actriz se olvidó de cortar las palabras que había escrito para realizar la búsqueda. Nada menos que “Mia Farrow y sus hijos negros”. Feliz cumpleaños, Quincy. "No es un grato recuerdo, pero hace ya bastantes años... en un altercado callejero... pues le quite la vida a un yonqui en Madrid". Con este tuit, Calamaro vivió un "no es lo que parece" en toda regla. Qué confesó haberle quitado la vida a una persona con problemas de adicción, sí. Qué lo hizo, parece que no. Según Olga Castreno, su representante, el músico estaba inmerso en un proceso de composición de canciones y escribió ese tuit inspirado por temas de Bob Marley y Johnny Cash. "El Twitter de Andrés es un lugar en el que él juega y bromea. Las informaciones oficiales están en la cuenta de Grabaciones Encontradas. Es una ridiculez mediática. ¿En qué cabeza cabe? Es como si yo digo que Sabina ha matado a alguien en Jamaica, ¿quién se lo cree?", le defendió Castreno. Si algo nos dejaron claro los Juegos Olímpicos de Río, es que Lochte (32 años, Nueva York), fuera de la piscina, no es precisamente un dechado de virtudes. Pero la cantidad de jocosas respuestas que provocó un tuit del nadador en el que en vez de escribir “scissors” (tijeras, en inglés, refiriéndose al conocido juego de Piedra, papel o tijera), puso “siccor” era excesiva. Que tire la primera piedra al que no le haya traicionado el autocorrector alguna vez en su vida. Gracias a eso, están todos los correos electrónicos llenos de “salidos” en vez de “saludos”. "Mis haters pasando hambre comiendo latas de atún mientras me hago millonario cantando con autotune". El productor discográfico dominicano se dejó la sensibilidad en casa el día que arremetió así contra aquellos que no comulgan con su música. Sabemos que el autotune no tiene secretos para él, pero ¿a sus 38 años no ha aprendido que con la comida, sobre todo con la de los demás, no se juega? Sí, volvemos con Paulina. La cantante mexicana, además de una entusiasta del verano, es intolerante a la modestia. En verano de 2015, en plena temporada de exámenes preuniversitarios, Paulina encontró una etiqueta en Twitter que identifico como propia: PAU2015. ¿Para quién iba a ser si no? ¡Pero si llevaba su nombre! Pues, no. PAU no era la abreviatura de Paulina. El 'hashtag' #PAU2015 hacía referencia a las pruebas de acceso universitarias de 2015. Otro año será, Pau. "Hoy hemos perdido una de las personas más importantes y relevantes de nuestro mundo. Descanse en paz Nelson Mandela". Seis meses depués, este tuit dejaría de ser un error. Sin embargo, el momento en que el tenista mallorquín lloró la muerte del expresidente sudafricano este aún seguía vivo. Rafa Nadal (30 años) se adelantó a un acontecimiento que tendría lugar el 5 de diciembre de 2013. No tenemos nada claro que el actor Shia LaBeouf (30 años, Los Ángeles) realmente creyera que simplemente tuiteando "No soy nadie famoso" desde su cuenta verificada de Twitter, alguien fuera a considerar que esto era cierto. Y además nos surge una duda, si alguien tuitea "Sí soy alguien famoso", ¿se hará realidad?. El portero del Levante (29 años, Logroño) no confundió la fecha de la muerte de Mandela; directamente le confundió con otra persona, más concretamente con el actor Morgan Freeman, que interpretó al expresidente sudafricana en la película 'Invictus'. "Lamento la irreparable pérdida del luchador Nelson Mandela, sin lugar a dudas uno de los más grandes actores que ha dado Hollywood", publicó Jiménez. No dio una. Eso, sí. Aunque esperamos que no ocurra pronto, si Freeman fallece, ya tiene los deberes hechos. Hay una norma básica que toda persona -famosa o no- debería tener en cuenta antes de tuitear. Si estás enfadado, no lo hagas. Nunca es una buena idea. Jamás. El presentador Jordi González (54 años, Barcelona) no lo tuvo en cuenta y decidió que era una buena idea contestar a una chica que había criticado su programa con un “Telebasura tu puta madre, guapa”. Y luego, claro está, le tocó pedir perdón. "¿Por qué está todo el mundo en tal pánico sobre el huracán (yo lo llamo Sally)? ¡Dejad de proyectar negatividad! Piensa en positivo y reza por la paz". Admiramos que Lindsay Lohan (30 años, Nueva York) busque la positividad y la paz. Solo decimos que hacer esta reivindicación en contra de lo que ella llama "negatividad" refiriéndose al huracán Sandy -que no Sally- que provocó la muerte de más de 200 personas en el Caribe, Estados Unidos y Canadá, quizás no fuera el mejor momento.