13 fotosRetratos de la inmigración ruralLos extranjeros empezaron a llegar a las zonas rurales del interior de España a partir de la década de los 2000 y contribuyeron a que pueblos condenados a desaparecer por la despoblación pudieran sobrevivirVíctor SainzVisiedo - 17 mar 2017 - 16:24CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceSaid al Ghoury, marroquí, posa delante del único bar de Visiedo, adonde llegó para trabajar como alguacil del Ayuntamiento a medidos de 2015 gracias al programa Nuevos Senderos de la Fundación Cepaim, que propicia el traslado de población inmigrante a municipios rurales despoblados. La alcaldesa de Visiedo estaba buscando desesperadamente a una familia con hijos para poder mantener abierta la escuela del pueblo, y Said, con dos hijas de ocho y 12 años y una tercera a punto de llegar, se presentó como el candidato más adecuado.Víctor SáinzSaid al Ghoury barre una de las calles de Visiedo. Originario de Tánger (Marruecos), estuvo viviendo durante 20 años en Barcelona, la primera ciudad europea que pisó y que considera su segunda casa. Cuando llegó la crisis se quedó en el paro y, tras trabajar unas pocas semanas en Teruel, aterrizó en Visiedo. "Aquí estoy encantado, tengo todo el tiempo del mundo para estar con mi familia".Víctor SainzSaid al Ghoury y su mujer Omkeltoum Maimouni posan delante del único bar de Visiedo. Ambos son originarios de Tánger, en Marruecos. Omkeltoum está embarazada de siete meses de su tercera niña, que nacerá en Teruel.Víctor SainzSaid al Ghoury charla con unos vecinos en la terraza del bar de Visiedo. "Se conoce a todo el mundo, es un español más", dice el gestor del bar. "¡Juega al guiñote y todo!". Aragón es la Comunidad Autónoma con el medio rural más despoblado (9,6 habitantes por kilómetro cuadrado) y Teruel es la décima ciudad con el índice de envejecimiento más alto de España.Víctor SainzSaid al Ghoury sale del jardín de una casa en Visiedo. Desde 1998, el número de foráneos empadronados en el país se ha multiplicado por 10 y ha pasado de representar el 1,6% de la población total en 1998 al 12,2% en 2016, equivalente a 4,6 millones de personas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).Víctor SainzSaid al Ghoury recoge una mesa en uno de los almacenes donde guarda sus herramientas de trabajo como alguacil del Ayuntamiento de Visiedo. Los extranjeros empezaron a llegar al medio rural español en los 90 para trabajar de jornaleros en la agricultura intensiva del arco mediterráneo, y solo una década después iniciaron a moverse hacia el interior y contribuyeron a un tímido rejuvenecimiento de la población en determinadas áreas.Víctor SainzJudith Ferrer, responsable de proyecto de Cepaim en Teruel, y Vicente Gonzalvo, representante de la fundación en Aragón, posan en el cercano municipio turolense de Camañas. El programa Nuevos Senderos está disponible en Ciudad Real, Teruel, Guadalajara, Soria y Salamanca. "Llevamos personas inmigrantes al medio rural a través de ofertas de trabajo", explica Ferrer. "Cuando ya encajamos el perfil hacemos una visita previa donde ambas partes de conocen [empleador y empleado], y si ambas partes están de acuerdo se procede al traslado", añade.Víctor SainzSaid al Ghoury arregla un juguete en el parque de juegos de Visiedo. Los vecinos del pueblo le llaman 'El curri', por ser muy trabajador. Said nunca había vivido en un pueblo tan pequeño y tan rural. Por eso, a veces echa de menos Barcelona. "Pero mis hijas están encantadas aquí y eso te quita todas las dudas", asegura.Víctor SainzSaid el Ghoury, junto con el gestor del bar de Visiedo y la alcaldesa del pueblo, María Ángeles Zaera. "Nos gustaría traer a más gente pero no tenemos tampoco nada que ofrecer", admite la primera ciudadana. "Mientras que se mantengan las escuelas y los servicios mínimos... aquí es muy difícil, no tenemos recursos en el pueblo".Víctor SainzYassmin y Fidaf, las hijas de Said y Omkeltoum de 12 y ocho años, la semana pasada en la escuela de Visiedo. Otros hijos de inmigrantes extranjeros comparten con ellas aula en el Centro Rural Agrupado, una estructura de educación infantil y primaria que reúne a niños de diferentes edades en la misma clase. "Aquí nos integramos todos, es difícil pero también bonito", dice una de las maestras.Víctor SainzHassan Bellahmama posa en los campos del pueblo de Alfambra, en Teruel, adonde ha llevado a un rebaño de 1.000 ovejas a pastar. Originario de la localidad rural de Kelaa, cerca de Marrakech, llegó a España con 19 años y un contrato de pastor ya firmado en el bolsillo. Ahora, después de 11 años en el país, acaba de obtener el visto bueno a la reagrupación familiar que ha solicitado para traer de Marruecos a su mujer y a su hijo de un año medio. Llegó a Alfambra hace un año con el programa Nuevos Senderos de la Fundación Cepaim.Víctor SainzHassan acaricia a los perros, Susi y Lassie, que le ayudan a controlar el rebaño en el campo de Alfambra. Dos de sus hermanos viven en el pueblo con él, y otro se ha asentado en Zaragoza. Los tres trabajan de pastor. "Españoles para este oficio hay muy pocos y gran parte de la ganadería de Teruel emplea a extranjeros", asegura el empleador de Hassan, Pedro José Escusa. "Tanto yo como el resto de los ganaderos empezamos con los inmigrantes hace unos 15 años".Víctor SainzUn rebaño de ovejas en el campo de Alfambra. En estos lugares, el silencio solo es roto por el balido de los animales y los abucheos de Hassan. "¡'Baah'! ¡'Baah'!, ¡'Baah'! Susi, Lassie, ¡aquí!", grita de vez en cuando. "No entienden árabe, les hablo en español", asegura sonriente.Víctor Sainz