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Imelda Marcos se queda sin joyas

La ex primera dama de Filipinas pierde un litigio judicial en el que reclamaba algunos de sus brillantes confiscados por el Estado

Imelda Marcos, en una imagen de 2015.
Imelda Marcos, en una imagen de 2015.cordon press

Imelda Marcos, viuda del dictador filipino Ferdinand Marcos, adquirió de forma ilegal joyas valoradas en millones de euros mientras los habitantes de su país vivían en la extrema pobreza. Así lo ha determinado este martes el Tribunal Supremo del archipiélago asiático, que ha desestimado una demanda de la ex primera dama con la que pretendía recuperar parte de su vasta colección de joyas, actualmente en manos del Banco Central. La decisión judicial es significativa porque abre la puerta a una subasta pública de estas reliquias para poder recuperar así parte de la fortuna que la pareja amasó durante su "dictadura conyugal".

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La colección en cuestión tiene un valor aproximado de 140.000 euros, migajas si se compara con todas las joyas de Imelda, cuyo valor alcanza los 20 millones de euros. Entre ellas hay tiaras, pendientes de perlas, esmeraldas, rubíes, collares y diademas de oro con diamantes y hasta un diamante rosa extremadamente raro de 25 quilates.

"Los demandantes no pudieron demostrar que las propiedades fueron adquiridas de manera legal", dice el fallo del tribunal, que se pronunció en enero pero cuyo veredicto no se conoció hasta ahora, informa France Presse. Los jueces consideraron que la colección no pudo ser comprada con el sueldo público del dictador, lo que es suficiente para suponer que se adquirieron de forma ilegal. Por lo tanto, estos artículos seguirán en manos del Estado hasta que se proceda a subastarlos.

Uno de los collares de Imelda Marcos subastados por Christie's en 2015.
Uno de los collares de Imelda Marcos subastados por Christie's en 2015.cordon press

Las autoridades filipinas calculan que, en sus 21 años en el poder, los Marcos malversaron fondos públicos por valor de 10.000 millones de dólares. Cuando en 1986 la pareja tuvo que exiliarse a Hawái por la Revolución Amarilla, Imelda se llevó todo lo que pudo —24 lingotes de oro incluidos—, pero dejó en el palacio presidencial de Malacañán centenares de vestidos extravagantes, obras de arte y sus más que conocidos mil pares de zapatos.

Tras la muerte de su marido, Imelda volvió a Filipinas y ha salido indemne de numerosos juicios por corrupción. Pero ha visto como el Estado, apoyado por varias resoluciones judiciales, ha recuperado parte del dinero (unos 3.700 millones de dólares) bien procedente de cuentas de la pareja en paraísos fiscales o a través de la incautación de algunos de sus bienes. Pero Imelda Marcos —que sirve su tercer mandato en el Senado y su hijo estuvo a punto de lograr la vicepresidencia en las pasadas elecciones filipinas— sigue siendo una de las personas más ricas del país.

Miembros del Gobierno filipino muestran algunas de las joyas incautadas a la ex primera dama en 2005.
Miembros del Gobierno filipino muestran algunas de las joyas incautadas a la ex primera dama en 2005.cordon press

Esta particular búsqueda y recuperación del tesoro de los Marcos podría, sin embargo, paralizarse o al menos perder fuerza. El nuevo presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, es uno de los aliados de esta controvertida y poderosa familia. Duterte fue, de hecho, el que ordenó trasladar los restos del dictador al Cementerio de los Héroes, en el área metropolitana de Manila. Fue una decisión polémica que dividió a la sociedad filipina, pero ahora Ferdinand Marcos ya descansa junto a varios soldados, mártires y héroes de la historia del país.

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