El muro se abre cada fin de semana

Familias separadas por su estatus migratorio se reúnen a ambos lados del muro fronterizo en el llamado Parque de la Amistad, en Playas de Tijuana, México. El parque es el único lugar de encuentro oficial habilitado por el gobierno en los 3000 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos. Griselda San Martin

Un joven conversa con su familiar a través del muro fronterizo en el Parque de la Amistad, en Playas de Tijuana, México. Para muchas familias separadas por su estatus migratorio, ésta es la única manera en que pueden ver a sus seres queridos, en persona. Griselda San Martin

El pastor cristiano Jonathan Ibarra y su esposa Gladys López posan para la sesión fotográfica de su boda frente al muro fronterizo en Playas de Tijuana, México. La frontera es un lugar simbólico para la pareja ya que ambos crecieron al otro lado del muro en California y en la actualidad viven en Tijuana, separados de su familia. Jonathan fue deportado mientras que su esposa carece de documentos para residir legalmente en Estados Unidos. Griselda San Martin

Jornaleros del valle de San Quintín en Baja California se reúnen a ambos lados del muro fronterizo para manifestarse contra las malas condiciones laborales y los salarios bajos el 29 de marzo de 2015. Tras dos semanas de huelga, los jornaleros realizaron una marcha desde San Quintín que culminó en la frontera. Las violentas protestas ocuparon primeras planas en la prensa internacional. Griselda San Martin

Una multitud se reúne a ambos lados del muro fronterizo que separa Tijuana de San Diego para presenciar la protesta de los jornaleros de San Quintín, Baja California. Durante décadas, esta zona ha servido como punto de encuentro de activistas para manifestaciones binacionales de todo tipo y particularmente para crear conciencia de causas sociales.Griselda San Martin

Alejandra Vallejo visita a su esposo Daniel Armendáriz en el Parque de la Amistad en Tijuana, México. La pareja se encuentra regularmente cada sábado y domingo a ambos lados del muro fronterizo ya que Daniel no puede salir de Estados Unidos por estar en libertad condicional y Alejandra carece de documentos para cruzar legalmente a Estados Unidos. Griselda San Martin

Carmen Morales y sus nietos Christian, de 8 años, y Sofía, de 4, se encuentran por primera vez con Rebecca Chávez, nuera de Carmen, y sus hijos Jessi, de 15 años, y Crystal, de 11, que residen en San Bernardino, California. Griselda San Martin

Rebecca Chavez, acompañada por sus hijos Jessi y Crystal y por su hermana Suriana, se encuentra por primera vez con su suegra Carmen. Rebecca conoció a su esposo Chris, hijo de Carmen, hace 16 años cuando éste dejó México para cruzar a Estados Unidos. Griselda San Martin

José Márquez, músico deportado, posa para un retrato familiar que un visitante toma desde el otro lado del muro en el Parque de la Amistad, en la frontera entre Tijuana y San Diego. José no ha podido abrazar a su hija Susanna desde hace 14 años, cuando fue deportado de Estados Unidos después de haber vivido y trabajado en la ciudad de San Diego durante casi 20 años. Griselda San Martin

Una mujer habla con sus hijos a través del muro en el Parque de la Amistad durante el Día de la Madre. Una ONG repartió ramos de flores a todas las madres que acudieron al evento binacional.Griselda San Martin

La familia Salgado posa para un retrato familiar. Al otro lado del muro (en Estados Unidos) César Salgado y su sobrina Giselle han venido a visitar a varios familiares. En este día, César vio por primera vez en 14 años a su hija (la tercera por la derecha) solo que esta vez fue a través de los barrotes del muro. Griselda San Martin

Dos mujeres se reúnen con familiares a ambos lados del muro que separa Tijuana de San Diego, en el Parque de la Amistad, en Julio de 2016. El parque es el único lugar de encuentro oficial establecido por el gobierno a lo largo de toda la frontera y permanece abierto a los visitantes tan solo unas horas durante los fines de semana. Griselda San Martin

Familias separadas por su estatus migratorio se reúnen a ambos lados del muro fronterizo en el llamado Parque de la Amistad, en Playas de Tijuana, México. El parque es el único punto de encuentro oficial habilitado por el gobierno en los 3000 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos. Griselda San Martin

Retrato familiar. Rosario Vargas en primer plano con su hija Jannet y su nieto Héctor de 15 años (atrás de la malla metálica, en suelo estadounidense). Rosario y su hija se reúnen todos los fines de semana y aunque viven a sólo unos pocos kilómetros de distancia, llevan separadas por el muro casi 10 años. En abril del 2016, fueron una de las pocas familias afortunadas que pudieron abrazarse durante 3 minutos durante un evento en el que se abrió una pequeña puerta en la valla. Griselda San Martin

Dos hombres se reúnen con familiares a ambos lados del muro fronterizo que separa Tijuana de San Diego en el Parque de la AmistadGriselda San Martin

Guillermo Navarrete, pastor de la iglesia metodista de México, se apoya en el muro fronterizo durante el encuentro semanal de la Border Church, o Iglesia Fronteriza. El servicio religioso binacional se realiza en inglés y en español y tras el rezo y sermones, se ofrecen alimentos a los asistentes. Griselda San Martin

Miembros de la organización “Dreamer Moms” acuden al servicio religioso binacional que se realiza cada semana en el Parque de la Amistad, a ambos lados del muro fronterizo que separa San Diego y Tijuana. Las “Dreamer Moms” son madres de ciudadanos americanos o “dreamers” y que en muchos casos viven separadas de sus hijos por haber sido deportadas. Griselda San Martin

Vista del muro fronterizo que divide Tijuana (México) y San Diego (Estados Unidos). La valla metálica separa el estado de Baja California en México de California, el estado más rico del país vecino. Griselda San Martin