15 fotosUn jardín de paz en FontillesUnos 28 enfermos pasan su madurez en la antigua leprosería alicantinaAntonio PampliegaAlicante - 27 ene 2017 - 09:01CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl sanatorio de Fontilles se encuentra ubicado en mitad de un valle plagado de fuentes, riachuelos y espesas arboledas, casi sin cobertura telefónica. Ocupa 73 hectáreas de monte y más de una treintena de edificios. Es la última leprosería de Europa, un complejo en su día destinado exclusivamente a tratar esta enfermedad maldita y que llego a contar en los siglos VII y VIII con 20.000 centros repartidos por todo el continente.JM LópezEl doctor José Ramón Gómez es el director del centro, llegó a Fontilles en el año 1985 cuando la enfermedad comenzaba a recibir tratamiento médico pero los pacientes todavía estaban muy estigmatizados permaneciendo aislados del resto de la población pese a que el riesgo de contagio es muy bajo, en 102 años no ha habido ni un solo caso entre el personal del centro.JM LópezComo cada mañana María Josefa Cruz, de 87 años de edad, recibe las curas necesarias en las heridas provocadas por la enfermedad. Se casó con Emilio, otro enfermo de lepra, en el año 1970 y desde mediados de los 90 reside en Fontilles donde también esta enterrado su marido. Aquí asegura que es feliz y no quiere ir a ningún otro lado.JM LópezManoli, de 89 años de edad, posa con su muñeco llamado Daniel, lo compró hace 50 años con el dinero que iba ahorrando todos los meses, ya que de niña no pudo tener juguetes. Llegó a Fontilles en 1949, antes trabajaba en un taller de modista pero fue despedida cuando le diagnosticaron la enfermedad. Ahora oculta su rostro a la cámara por temor a que los amigos de su hermano le den de lado si se llegan a enterar. JM López Francisco Rodríguez Cáceres camina por los pasillos del edificio principal. Lleva 58 años ingresado en Fontilles. Llegó con sólo 25 años y hoy tiene 83 lo que le convierte en el enfermo más veterano. Recuerda que no le podía decir a nadie que tenía la lepra, salía con una chica y se iban a casar pero cuando se enteró de que estaba enfermo prefirió decirle que ya no la quería y se marchó a Fontilles para siempre.JM LópezLa fisioterapeuta Rosana Buigues ayuda a Francisco Rodríguez con sus ejercicios de rehabilitación todas las mañanas. Lleva dos meses trabajando en el centro y esta muy contenta con sus pacientes, la mayoría de ellos presentan problemas de movilidad en brazos y piernas como secuelas de la enfermedad.JM LópezManoli y Josefa charlan en un banco del cementerio de Fontilles, sus dos maridos están enterrados aquí y aquí es donde quieren ser enterradas ellas también. En la época de más actividad el complejo del sanatorio llegó a contar con iglesia, bares, panadería, salón de baile y todo lo necesario para que los enfermos no tuvieran que salir a buscar nada.JM LópezGinés, de 70 años de edad, da de comer a las palomas en el patio del edificio principal, junto con fumar sus dos actividades preferidas. Lleva 10 años ingresado en Fontilles y niega ser un enfermo de lepra, al ser preguntado dice que esta allí porque se encuentra un poco pachucho, nada más. Hace cuatro años que no vuelve a Garruda, su pueblo natal en Almería, donde tiene un hermano gemelo al que echa de menos. Todos los meses habla con sus familiares y le envían galletas, magdalenas o chocolate.JM LópezMariano lleva 40 años ingresado en Fontilles. Tiene tres hijos y nueve nietos que van a visitarle con regularidad. La enfermedad le ha dejado secuelas en manos y piernas que también afectan a su movilidad pero pese a todo asegura ser muy feliz viviendo aquí.JM LópezMariano muestra las secuelas que la enfermedad ha provocado en sus manos, impidiéndole llevar una vida normal. Hoy en día si la enfermedad se detecta a tiempo tiene fácil remedio y la recuperación es total.JM LópezEn el antiguo laboratorio de Fontilles se conservan frascos con partes de órganos de pacientes enfermos de lepra que sirvieron para la investigación de la enfermedad. Hoy este edificio ya no se usa y tuvo que ser desalojado por riesgo de derrumbe. JM LópezJuana hace sus ejercicios de rehabilitación en el gimnasio del centro. Lleva en Fontilles desde hace 15 años y anteriormente también estuvo ingresada. Su vida no ha sido fácil, su madre la obligaba a dormir en el rellano de la escalera junto a su hermano porque estaban enfermos, asegura que no ha podido ser feliz y la gente la ha tratado muy mal.JM LópezPedro Torres, responsable del laboratorio de Fontilles, practica un raspado rutinario a Abilio con el fin de comprobar si la lepra ha sido totalmente erradicada de su cuerpo. Abilio, de 70 años de edad, es el último paciente que ha ingresado en el centro. Lo hizo hace dos años. JM LópezPedro Torres sostiene en sus manos dos muestras con el bacilo de la lepra. Desde el año 1982 existe un tratamiento eficaz contra esta enfermedad que consiste en la combinación de tres fármacos que, administrados en la primera fase del diagnóstico, aseguran una total recuperación sin secuelas de ningún tipo.JM LópezPedro Torres observa al microscopio muestras con el bacilo de la lepra. Cada año se detectan unos 15 nuevos casos en España y más de 200.000 en todo el mundo. Todos los pacientes de Fontilles están ya curados, y solo permanecen ingresados 28 de los más de 3.000 que han pasado por este centro en el último siglo.JM López