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Tentaciones
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¿Es lícito reírse con el vídeo antifeminista de Zorman?

El autor de la famosa canción de 'Yo soy cani' sorprende de la peor manera posible con su nuevo vídeo 'Feminista Moderna'

En lo que va de año han muerto 39 mujeres asesinadas por su pareja, expareja o por personas de las que se estaban separando según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. En los últimos días se ha hablado sobre la supuesta violación que habría sufrido la protagonista de El último tango en Paris, Maria Scheneider. Por no hablar del grupo de 'La manada' y el suceso de Sanfermines... la lista de barbaridades de las que sigue siendo objeto hoy la mujer es infinita. Y, en este contexto, al youtuber del Yo soy cani no se le ocurre nada mejor que desmarcarse con el vídeo SOY FEMINISTA MODERNA.

Ya desde el título, mal. Suponemos que quería decir "hembrista moderna" o similar, pero quizá sea mucho suponer, claro. Y por eso el sevillano trata de anticiparse a las criticas, intentando cubrirse las espaldas. "Quiero dejar claro que el vídeo no va dirigido al feminismo, sino a las (y los) 4 de turno que más ruido hacen y manchan el mismo (que lamentablemente cada vez son más). El feminismo sigue siendo muy necesario, pero no el idiotismo. También sé que desgraciadamente algunas personas malinterpretarán el vídeo y lo usarán para reforzar ideas intolerantes. He intentado cuidar lo que digo en el vídeo para que se entienda bien y esto ocurra lo mínimo posible. Tengamos todos un poco de cabeza.". Y finaliza aclarando que "con este vídeo soy consciente que me caerá una buena" y que "no quiero dar explicaciones con gente con la que no se puede razonar, pero dejo claro que mi intención era hacer un vídeo crítico de humor, sin más".

En una sociedad en la que todavía es necesario aclarar con frecuencia que el feminismo es la defensa de la igualdad entre géneros para que mujeres y hombres tengan (de una vez por todas) los mismos derechos, el vídeo de Zorman es un triste paso atrás que solo aporta memez y confusión al asunto. Un movimiento kamikaze por parte de su autor, como si se hubiera rociado de gasolina a sí mismo y repartido después cajas de cerillas a quienes le ven para que le prendan fuego en la plaza del pueblo de Internet.

Sentencias como “meriendo menstruaciones” o “solamente las mujeres sufrimos el patriarcado, pero yo me llevo el niño si nos hemos divorciado” ahondan en un discurso ignorante y manido que suponemos es una respuesta a las críticas que ha recibido anteriormente por piezas audiovisuales tan torpes como ‘Soy lesbiana moderna’. Su venganza es pueril y ofensiva y, sin embargo, semejante oda al mal gusto tiene dos o tres puntos fugaces que pueden llegar a hacer gracia. Y luego está Zorman que, admitámoslo, solo ver su cara y su baile estático ya provoca carcajada, ¿Cómo debemos reaccionar si se nos pega el ritmo del estribillo y acabamos tarareando en el ascensor un tema tan atroz?

El tipo de videos que Zorman suele hacer representan de manera jocosa diferentes tribus urbanas como en Yo soy Gótico, Yo soy pijo, o esas hablan de películas o asuntos de actualidad en 30 segundos. ¿Tienen estos temas la misma manga ancha que hablar de la mujer con frases como "ahora puedo ser bombera aunque no esté preparada"?. Obviamente, no. El posible debate, más allá de los recurrentes límites del humor, giraría en torno a si es lícito o no disfrutar de la mofa de arquetipos exagerados y clichés llevados al esperpento, cuando estos pertenecen a materias tan delicadas como el feminismo. El dibujo que hace de las feministas como si fueran trolls descerebrados no puede caer en más errores y topicazos: “Yo digo lo que es y lo que no es gracioso. Si no es moralmente correcto, sufrirás mi acoso”, “apoyemos la censura, la censura y más censura”, “con violencia y vanidad, obtendremos la igualdad”, “quiero que cada mujer sea liberada, pero que piense como yo, si no es una alienada”.

Lo único salvable son algunas de las proclamas que se le han ocurrido y que son perfectas para que la lucha contra el machismo se apropie de ellas: “ni piernas ni brazos, machitos a pedazos”, “machirulo opresor, comerás de mi tampón”, “machito, pardillo, tu boca en el bordillo”. 

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