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Jinetes de las olas: una raza en extinción Durante décadas, los carros equinos han circulado a través de las aguas poco profundas de Xianrendao (China) para cumplir con el arrastre de medusas, que brotan en las aguas del Mar Amarillo Con su látigo en mano, Qin Yusheng conduce a sus mulas a través de las olas de la costa de Xianrendao, trabajando para atraer la pesca del día. JOHANNES EISELE (AFP) Qin Yusheng venderá sus mulas el próximo año. No quiere hacerlo, pero no le queda otra opción. En la imagen, Qin Yusheng prepara a sus mulas en su casa de Xianrendao. JOHANNES EISELE (AFP) Ahora, Quin, de 55 años, está a punto de retirarse con sus dos mulas, al tiempo que la tradicional forma de vida se pierde en el pasado. En la imagen, Qin Yusheng cena en su casa mientras su gato le roba parte de su comida, en Xianrendao. JOHANNES EISELE (AFP) Los pescadores vaciaban sus resbaladizas presas en docenas de carritos tirados por caballos, que los transportaban desde las aguas profundas hasta los cobertizos de procesamiento. En la imagen, Qin Yusheng traslada el propulsor roto de un barco con su carro de caballos a una tienda de reparación, en Xianrendao. JOHANNES EISELE (AFP) Ahora, los buques llegan hasta un nuevo muelle de hormigón, donde descargan su producto directamente en camiones. Ya no hay necesidad de los carros tirados por animales, como los de Qin, que no encuentra una alternativa a retirarse. En la imagen, un barco pesquero abandona el embarcadero en busca de medusas, en Xianrendao. JOHANNES EISELE (AFP) Durante la temporada alta, los empleados trabajan 13 horas al día en las fábricas. Grandes cobertizos abiertos con techos ondulados, donde se separan las cabezas de las medusas de sus cuerpos. En la imagen, una mujer traslada las medusas dentro de cajas de plástico, en la fábrica de recogida de medusas de Xianrendao. JOHANNES EISELE (AFP) La medusa es un plato muy popular en la gastronomía china, y la mayor planta de Xianrendao procesa alrededor de cinco millones de kg al año. En la imagen, Qin Yusheng prepara marisco para cenar con su familia, en Xianrendao. JOHANNES EISELE (AFP) El producto final se exporta a Japón, Corea y a ciudades de toda China, donde a menudo mezclan la medusa con aceite y cilantro para hacer una ensalada fría y crujiente. El negocio funciona bien, según los lugareños, pero las capturas han disminuido año tras año. En la imagen, barcos pesqueros descargan sus cosechas de medusas en camiones, en Xianrendao. JOHANNES EISELE (AFP) Según los locales, la culpa la tiene una planta química que hay cerca del municipio, que rocía agua contaminada en el océano. En la imagen, un vendedor rocía con sal las medusas para poder cogerlas, en Xianrendao. JOHANNES EISELE (AFP)