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De un 'stripper' a un empalador: 10 candidatos a presidente de EE UU más polémicos que Donald Trump Si pensabas que Estados Unidos había tocado techo con la aparición de Donald Trump, te equivocas. Visionarios, líderes de sectas, cómicos y hasta animales se han postulado para presidir la tierra del tío Sam. ¿El ejemplo de que se trata de el país de las oportunidades? “¡Votadme y os declaré inmunes a todo tipo de delitos de por vida!”. Así se presentó Basil Marceaux en una candidatura para la Casa Blanca en 2010. Tampoco era mal reclamo -irreal, sí, pero comodísimo para los delincuentes-. Se le acusó de haber grabado su vídeo promocional bajo los efectos del alcohol, a lo que respondió que solo tiene tres dientes y que no puede vocalizar mejor. Sus aspiraciones quedaron en nada, pero, al menos, consiguió suficiente fama como para grabar su propio villancico. Igual bautizarte como 'el empalador' no es la mejor forma de comenzar una carrera política. Jonathon Albert 'The Impaler' Sharkey se postuló para candidato republicano en 2012, es luchador de lucha libre y, además, vampiro. Así lo asegura. Aunque solo bebe sangre de mujeres, porque “son más guapas y tienen cuellos y brazos bonitos”. Defiende que los criminales deberían ser empalados en lugar de encarcelados y quiere contratar a la mafia siciliana para que termine con el tráfico de drogas. También es cantante. ¡Si es que lo tiene todo! Parece un político normal. Uno de esos que, en efecto, podrían postularse para la carrera hacia la presidencia (de hecho lo hizo en varias ocasiones entre 1976 y 2004). Pero las ideas de Lyndon LaRouche son harina de otro costal. Considera que el holocausto nunca ocurrió, y que si por lo que fuera, sí pasó, tampoco fue para tanto. Con este percal, claro, no es de extrañar que se le haya acusado de fascista y antisemita. Ha tenido problemas con la justicia y predijo que el mundo iba a terminar en 1995. Se equivocó. Esto tiene que llegar antes o después. Si los gatos son los reyes de internet, ¿por qué no van a poder ser presidentes de Estados Unidos? Limberbutt McCubbins ha sido uno de los felinos que lo ha intentado como candidato demócrata en 2016 -sí, en el pasado hubo más-. En su programa, aparece el fortalecimiento de la clase media y la legalización del matrimonio gatuno. La única pega es que no llega a los 35 años necesarios para poder presentarse. El guitarrista de los 'Eagles' también quiso ser presidente de Estados Unidos en 1980. El problema es que Joe Walsh tenía tan solo 33 años por aquel entonces y no cumplía los requisitos legales para serlo -hay que haber llegado a los 35-. Su candidatura se basó en ofrecer gasolina gratis para todos si ganaba las elecciones. Años después volvió a intentarlo, pero como vicepresidente. En 2012, insinuó que tal vez se presentaba a congresista. ¡Qué tenacidad! Ex stripper de profesión, Pogo Mochello Allen-Reese, trató de ganar la candidatura republicana de este año. Su principal objetivo era erradicar la obesidad de América y convencer a Oprah para que trasladara todo su emporio empresarial a su localidad, San Antonio, en la que también trató de presentarse como alcalde, para generar empleo. Como consideró que los medios no le estaban dando suficiente difusión a su campaña electoral decidió posar como en la imagen. Cuatro veces ha tratado de ser presidente de Estados Unidos. La última, este mismo año. Vermin Love Supreme es artista, anarquista, activista y ha prometido que si gana las elecciones, regalará un pony gratis a todo el mundo -¡votos ya!-. Quiere implantar una ley para que los ciudadanos se laven los dientes, investigará acerca de los viajes en el tiempo y creará un protocolo anti-zombie. Lleva una bota enorme a modo de sombrero y un cepillo de dientes también de buenas proporciones. Por el momento, no ha tenido mucha suerte y ha quedado fuera de la carrera presidencial de 2016. Hay algo más difícil que presentarse a presidente de Estados Unidos: hacerlo fuera de la ley. Jack Shepard ha tratado de presentarse este año como candidato demócrata desde Roma, ya que no podía pisar suelo americano por haberse fugado a finales de los 80. Se le acusó de haber incendiado su propia casa a propósito y nunca quiso aceptarlo y había sido acusado de agresión sexual. Sus planes, evidentemente, eran ganar y autoconcederse un indulto. En la imagen, con el Papa Juan Pablo II, una foto de la que el 'político' presume en redes sociales. Haber tenido ya un presidente con pasado interpretativo ha abierto las puertas a muchas estrellas. Y la cómica Roseanne Barr -protagonista de la serie 'Roseanne'- ya quiso ser la primera mujer en ocupar la Casa Blanca en 2012. Para conseguir los votos suficiente, propuso fomentar la meditación y enviar a los banqueros de Wall Street a unos campamentos de reeducación. Fue una adelantada a su tiempo. De haberlo propuesto en plena crisis económica, le hubiese ido mucho mejor. Por si el enfrentamiento Clinton-Trump nos ha dejado con ganas de más, para las próximas elecciones tenemos ya candidatos en marcha. El rapero Kanye West ha manifestado en más de una ocasión que quiere postularse para las presidenciales de 2020. Un rapero en la Casa Blanca. O mejor, ¡Una Kardashian de primera dama! Arnold Schwarzenegger no lo pudo conseguir por no haber nacido en Estados Unidos, pero Kanye puede conseguirlo...