Salir del atolladero

Como norteamericana afincada en España y viendo las sesiones parlamentarias para la investidura, se me ha ocurrido una idea. Durante años he visto cómo los españoles han abrazado muchas costumbres americanas que no siempre han sido de las más positivas: el consumismo, la manera de vestir, la comida rápida, los divorcios, los centros comerciales, algunos anglicismos, etcétera. Parece que el presidente en funciones no va a obtener los votos necesarios para ser investido. En Estados Unidos, los congresistas tienen libertad de voto y no tienen que votar en bloque siguiendo a su partido sino a sus conciencias o a sus votantes locales. En teoría, la Constitución española prevé lo mismo, pero en la práctica los diputados son sancionados por su indisciplina. Por una vez se podía copiar lo que en mi opinión es una buena costumbre: la de la libertad de voto para salir del atolladero que hay ahora en el Congreso de los Diputados y en votaciones futuras de gran importancia.— Charlotte Stern. Murcia.