Gisele Bündchen, mucha nariz, ojos pequeños
La top brasileña desvela que fue rechazada 42 veces antes de empezar su carrera de éxito por su físico
En 2015, el año en el que se retiró de las pasarelas, Gisele Bündchen ganó 44 millones de dólares (aproximadamente 38 millones de euros). Según Forbes, embolsó 35 millones más que las dos siguientes de la lista, Adriana Lima y Cara Delevingne. En 2014 también encabezó la lista, y en 2013… La modelo brasileña ha sido la top más poderosa de las dos últimas décadas. Sin embargo, acaba de confesar a la revista People que sus inicios en Brasil en 1995 no fueron nada fáciles. “Recuerdo que me decían que mi nariz era demasiado grande o que mis ojos eran demasiado pequeños, que nunca podría aparecer en la portada de una revista”, cuenta la modelo en la entrevista exclusiva que concede a People con motivo de la reedición del libro que Taschen publicó el pasado otoño con fotos de ella.
Después de ser descubierta en un centro comercial, Bündchen se marchó a Sao Paulo a vivir con otras modelos jóvenes, entre las que se sentía “rara” porque era “más alta y madura que el resto”. Fue en esa época cuando tuvo que luchar contra las críticas constantes hacia su físico. Para lo que pidió ayuda a su padre, y él le contestó: “La próxima vez les dices: ‘Tengo una nariz grande que viene con una gran personalidad”. Aquello le hizo reaccionar. “En ese momento, sentí que si seguía trabajando duro y dando lo mejor de mí, todo saldría bien”.
Bündchen confío en su futuro, y a los 16 se instaló en Nueva York, donde las cosas no mejoraron al principio. Se pasó dos años yendo a cástings diarios, en los que recibía más negativas: 42 veces la rechazaron. Hasta que en 1998 consiguió participar en el show de Alexander McQueen; y meses después de aquel desfile, logró su primera portada para el Vogue británico. Una sesión famosa de Irving Penn que la elegía como representante del “regreso de la curva”. La brasileña sustituía así a Elle McPherson como el nuevo “cuerpo”.
Después de aquella cubierta, el resto vinieron solas y en cuatro años se convirtió en la modelo con más portadas de revista, con más contratos. En 2000 se unió a los Ángeles de Victoria’s Secret con quien acabó firmando un sueldo de 25 millones. Justo en esa época empezó su relación con Leonardo DiCaprio. El empujón definitivo que la llevaría hasta lo más alto de la industria de la moda, convirtiéndola en estrella a su pesar porque nunca se acostumbró a la atención mediática, y dejando muy lejos los rechazos y críticas iniciales.
Hoy, aunque técnicamente retirada de las pasarelas, la modelo sigue en lo más alto. Dedicada a la familia que comparte con el jugador de fútbol americano, Tom Brady, Bündchen busca una nueva pasión. “No me retiro, me encanta aprender y crear y siento que eso siempre será parte de mi vida”, dice en la entrevista. “Solo estoy vaciando mi vaso para poder volver a llenarlo con cosas que se adapten mejor a quien soy hoy”.
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