Se acerca el fin de semana y con él el momento de hacer planes en familia. Uno de los más habituales es salir a comer con amigos o en familia… Las posibilidades para elegir restaurante son casi infinitas. De todas ellas hay que tratar de elegir la que mejor se adapte a los gustos de mayores y pequeños. Es este un punto sensible en el que hay opiniones encontradas. Alberto Fernández Bombín, crítico gastronómico, propietario del restaurante Los Asturianos, en Madrid, y padre (6 y 8 años) lo tiene claro: “Los niños pueden ir casi a cualquier restaurante, exceptuando los extremos, como un menú a base de picante o uno degustación de 12 platos. Aparte de eso, para mí el requisito fundamental es que el personal sea amable y amistoso con los niños".“Los niños tienen que aprender a comer (para que les guste un plato han de probarlo varias veces) y a socializar. Eso sí, hay que hacerlo con sentido común y respeto por los demás. Si uno de los niños se pone pesado, lo saco hasta que se le pase”, dice Fernández Bombín. Y Bocados es un sitio ideal para que esto no ocurra. Ubicado en el Parque del Agua de Zaragoza e integrado en una superficie verde de 150 hectáreas, junto al restaurante hay una zona de columpios, tirolinas, campos de minifútbol o voleibol. Vamos, diversión en estado puro para niños y adultos… Por si eso fuera poco y para cuando el tiempo no permite disfrutar del exterior, el local cuenta con 350 metros cuadrados de instalaciones para los peques: piscina de bolas, estructuras de juego, rocódromo, hinchables…www.restaurantebocados.es“Nada de patatas fritas congeladas con pollo rebozado o pasta con salsa de tomate de bote. A los niños hay que darles comida de verdad. Lo que comen los padres en versión reducida”, añade Fernández Botín que cuenta con el apoyo de chefs como Martín Berasategui, Susi Díaz y Pepe Rodríguez, además de 80 restaurantes entre Madrid y Barcelona que firmaron un manifiesto comprometiéndose a ofrecer en sus restaurantes un menú infantil de calidad a los niños. Como ocurre en Blayet. Sobre lo que era una antigua masía rehabilitada se levanta este espectacular restaurante que dispone de dos grandes salones y un reservado más discreto en el que celebrar reuniones de trabajo. En el exterior, zona de juegos con columpios y un pequeño campo de fútbol, visible desde la terraza del restaurante, de más de 200 metros cuadrados. En la mesa, arroces —delicioso el de pasas de moscatel y el Espardenyà de anguilas, conejo, pollo y huevos de corral— y paellas. www.blayet.comwww.blayet.com"El único requisito imprescindible es la actitud amable y empática del propietario y del personal", dice Mavi Villatoro, co-fundadora y Directora Creativa de Mammaproof.org, web de planes para padres inquietos. "Todo lo demás puede salvarse excepto que te pongan mala cara". Los requisitos que valoran en Mammaproof cuando evalúan un restaurante candidato al sello Family Welcome son accesibilidad y atención especial que haya en estos establecimientos, es decir, disponer de tronas, cambiador en el baño y algún entretenimiento o actividades para niños”. Villatoro excluye de su lista de habituales los locales que se presentan como ‘exclusivos para…’. El Qcross es un buen ejemplo. Es uno de los quioscos más populares de la capital hispalense, los fines de semana suele estar abarrotado de familias. Su oferta gastronómica es sencilla pero rica y bien preparada. Y la de diversión para los pequeños, espectacular. En parte, por su ubicación, en pleno Parque Pirotecnia, frente al Viapol, en el que pueden jugar, patinar, y montar en columpios. Por si eso fuera poco, los fines de semana cuentan con un servicio de animadoras: pintacaras, globoflexia, concursos... Además, tronas y cambiador de bebe en el baño, alza silla, un quiosco de chuches…www.facebook.com/QCrossSevilla“Estamos a favor de incluir las necesidades de todos, no de excluirnos por temas de edad, situación familiar, o cualquier otra cosa”, agregan desde Mammaproof. Un buen ejemplo es Poppins Café. Es ese tipo de locales que gusta más a niños que a padres. Sobre todo por su amplia y alegre ludoteca, con zona de videojuegos, minicine, cuentacuentos… Mientras los niños hacen uso de las instalaciones, los padres se pueden zampar unas patatas gratinadas, unos nachos con chili picante o la estrella del lugar, una hamburguesa —con pan artesanal, por supuesto— Gourmet con foie y Pedro Ximénez. Y después, una copa en el salón chill out. El menú infantil lo componen recetas para no discutir: nuggets, perritos y hamburguesas con simpáticos diseños.www.poppins.esA continuación, te ofrecemos más opciones para salir con nuestros hijos. La prueba de que los niños pueden comer de todo, probar nuevos sabores, culturizarse gastronómicamente y pasarlo bien es este local, Doble Zeroo, en el que se sirve comida japonesa y tapas exóticas para todas las edades (disponen de dos menús infantiles). La sobremesa de los padres se facilita con Kodomoo —niño, en japonés—, un espacio de confort y entretenimiento situado al fondo del restaurante, ideado para los peques.www.doblezeroo.comContacacau es amplio, luminoso y muy alegre, este espacio está abierto para desayunos, comidas y meriendas. Aunque cualquiera es bienvenido, está especialmente pensado para niños y familias, con zona de juegos y juguetes para que los peques se entretengan mientras las ‘tribus de madres’, como lo llama su creadora, Mónica Borrás, charlan de sus cosas. Cocina de mercado con mucha verdura y zumos naturales para todas las edades.www.contacacau.comLa Cantina del Matadero, situado en lo que era la caldera del Matadero, es uno de los sitios con más rollo de Madrid. Puedes acudir con los niños antes o después de asistir a cualquiera de las actividades infantiles y juveniles que programa la institución. Y pasear luego por el Madrid Río, a escasos metros. Para comer, platos que fusionan lo mediterráneo y lo árabe con toques orientales; o pizzetas elaboradas con harina ecológica. Y para esparcirse, su hermosa terraza de 300 metros cuadrados.www.mataderomadrid.org/cantinaPor último, La Casa de Tócame Roque es una gran opción. La terraza y las vistas a la sierra bien merecen el paseo hasta la localidad de Valdemorillo, a media hora de la Capital. La carne y el trato, también. La carta puede resultar un tanto convencional —hamburguesas rellenas, alitas de pollo, costillares, sartenes de huevos, platos de barro caliente con secreto ibérico— pero todo tiene un punto de exquisitez que lo hace más apetecible —y más personal— que en las típicas franquicias. Vamos, que gusta a niños y mayores. A los primeros también les resulta atractiva la sala de juegos con monitora encargada de organizar talleres.www.facebook.com/lacasadetocame
