Así es el Ken 'normal' (y no nos gusta nada de nada)
¿Ken 'real' o Ken 'cuñao'? La versión realista del novio de Barbie es toda una oda a la mediocridad. Proponemos otros modelos que nos parecen mucho más actuales
Este mes de enero Barbie revolucionó el mundo de los juguetes con el lanzamiento de seis nuevos modelos de la mítica muñeca. Las había con las caderas anchas, bajitas, con el pelo corto, de todas las razas... Había nacido la Barbie normal. Aunque la mayoría de las personas aplaudieron la decisión de Mattel, sí que hubo algunas voces que se plantearon si era necesario llevar la realidad a un mundo puramente de fantasía como el de los juguetes. Lo que, desde luego, parece que nadie se planteó fue hacer una versión realista de su novio Ken. Al menos hasta ahora.
El empresario estadounidense Nickolay Lamm acaba de dar a conocer el prototipo de su Boy Lammily, un muñeco alejado de los estereotipos de lo que es un pibón y que pretende ser el primero con proporciones realistas del mundo. Lamm ya lanzó en 2014 la muñeca Lammily, precursora de la Barbie normal, y que mediante una campaña de mecenazgo consiguió comercializar y vender miles de unidades.
Ahora el empresario parece decidido a hacer lo propio pero en su versión masculina y ha puesto en marcha otra campaña de fundraising para lanzar el Boy Lammily. Sus medidas están hechas a semejanza de la media de los jóvenes de 19 años y en su creación han participado expertos de la Universidad de Michigan. ¿El resultado? Muy alejado de los rasgos apolíneos de Ken. Juzguen por ustedes mismos.
A nosotros el resultado no puede resultarnos más decepcionante. ¿Pantalones cortos y desgastados? ¿Camisa de cuadros de manga corta? ¿Náuticos? ¿Es que acaso hay que parecer un cuñao para considerar a alguien normal?
Lo único que nos convence de esta versión de Ken normal es su personalidad. Según explica su creador, "tiene un fantástico sentido del humor" y aunque no tenga grandes bíceps sí que tiene "un gran corazón". Sin duda, son todas ellas cualidades más que aconsejables pero... ¿acaso no dejan de ser un cliché de lo que es una buena persona?
Si hay que tirar de cliché, a nosotros se nos ocurren unas cuantas versiones de Ken que, además de ser más divertidas, lo acercarían mucho más a la sociedad actual:
Ken Gay
A ver, Ken, el original, siempre ha visto su sexualidad en tela de juicio. ¿No sería maravilloso que tenga una versión abiertamiente homosexual? Por supuesto, podría tener novio y habría diferentes tipos de muñeco, dependiendo del gay que fuera. Desde camisetas de tirantes y mancuernas hasta discos de musicales o la colección en DVD de Sexo en Nueva York, la colección de complementos sería infinita.
Ken Hipster
Sin duda, aquí no haría falta varios tipos de muñecos: serían todos iguales. Bigote, barba, camisa atada hasta el último botón, accesorios como un kit para hacer tus propios gin tonics de autor... En fin, bueno, cualquier niño se aburriría a los cinco minutos.
Ken Proletario
Todo un homenaje al fin del bipartidismo. Comprometido con la causa (que el niño puede escoger) tendría poca variedad en prendas para vestirlo pero numerosos accesorios como libros sobre política económica y pancartas y megáfonos.
Ken Nerd
Hecho a imagen y semejanza de Mark Zuckerberg, sería un exitoso empresario de Silicon Valley que se ha hecho millonario gracias a una start up. Su look, eso sí, sería de lo más normcore: sudadera gris, pantalones vaqueros y zapatillas de deporte.
Ken tronista
Sería el más vendido y popular de todos. Aunque compartiría rasgos con el Ken clásico se caracterizaría por llevar de serie un móvil en el que suenan canciones de reggaetón, un bote de autobronceador y un kit para hacer las cejas al hilo. Por supuesto, vendría con una versión en miniatura de Emma García, que no dejaría de hacerle preguntas comprometidas sobre su última noche de fiesta en La Posada de las Ánimas.
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