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Tentaciones
Mundo Friki

'Humor amarillo' llega a España, pero hay deportes aún más absurdos

Olvídate de las mallas y las mancuernas porque el clásico televisivo llega a España. Para practicar este y otros deportes disparatados solo necesitarás una plancha, una escoba, un móvil viejo o un palo

Enrique Alpañés

Humor amarillo ha vuelto. No no sintonices tu televisión en busca del programa, no vas a poder disfrutar de la pasividad catódica -y un poco sádica- de la caja tonta, si quieres volver a disfrutar del programa que arrasó allá por los noventa vas a tener que sufrirlo en tus propias carnes. El laberinto del Chinotauro, las zamburguesas y el chino Cudeiro vuelven, pero solo para quienes tengan los arrestos de vivirlos en primera persona. Humor amarillo, the race ha agotado sus 150 entradas en menos de dos semanas, así que sus organizadores, aprovechando los 1.500 metros aclimatados para revivir el mítico programa, han decidido repetir experiencia y organizar una segunda edición, que tendrá lugar los días 21 y 22 de mayo en Madrid. Su éxito en realidad no debería sorprendernos, estamos a punto de comenzar la operación bikini y en los últimos años -salvo ubicuas excepciones como el crossfit- los deportes tradicionales pierden terreno en favor de otros más lúdicos y mucho más absurdos. Si el humor amarillo no es lo tuyo toma nota, porque aquí te sugerimos otros locos deportes con los que ponerte en forma y hacer el ridículo.

Bo-Taoshi: No nos movemos del lejano oriente, donde son expertos en poner de moda pasatiempos humillantes -el karaoke pajillero, vestirse de personaje manga o comer con palillos, por poner unos pocos ejemplos-. El Bo-Taoshi es un deporte de gran arraigo en Japón que consiste básicamente en darse de palos para tirar un idem. 150 personas y un enorme poste: unos quieren tirarlo, los otros protegerlo. Eso es todo, en el Bo-Taoshi hay pocas reglas y consecuentemente muchos heridos. Patadas, puñetazos, arañazos… Aquí todo vale. Viendo los absurdos cascos que utilizan sus participantes uno pensaría que vienen del futuro. Viendo los desastrosos resultados de la trifulca, uno pensaría que ese futuro se parece mucho al de Los Juegos del Hambre, o al de Battle Royal, por poner un ejemplo más nipón.

Rugby subacuático. Se promociona definiéndose como “el único deporte en el que los jugadores pueden moverse en tres dimensiones” y si exceptuamos el fútbol de Oliver y Benji, donde los jugadores más que saltar, volaban, puede que tengan razón. Su llamativo nombre no representa especialmente bien su funcionamiento, pues guarda poca relación con el rugby. Sería más parecido a un water polo bajo el agua, con todos los beneficios de la natación más el entretenimiento de un deporte en equipo. Tiene ligas, liguillas e incluso mundiales, y España es uno de los países donde más fuerte está pegando, así que no hay excusa para no probarlo.

Mauricio Moreno

Campeonato de quidditch. Por si no hubiéramos tenido suficiente con las novelas, películas y obras de teatro, ahora el universo de Harry Potter se traslada a campo de juego. El quidditch lleva años practicándose en todo el mundo. Hay una International Quidditch Association, incluso una federación española, que celebró hace apenas una semana la primera Copa de España de este deporte. Aquí las escobas no son voladoras, son simples palos de PVC y la snitch -una pelota dorada con alas en la ficción- es un señor que corre con una pelota de tenis metida dentro de un calcetín. En fin, que la adaptación de este deporte para magos al universo muggle es bastante menos épica. Lo único que se representa fielmente respecto a la novela original son los bludger, unos pesados balones medicinales que hay que tirar al contrincante para derribarlo. Genial.

Plancha extrema. ¿Quién puede perder el tiempo en el gimnasio cuando tiene la casa manga por hombro y la ropa sin planchar? Ha llegado el deporte ideal para los maniáticos del orden, los aventureros con trastorno obsesivo compulsivo y los fans de la plancha en general. La plancha extrema consiste en almidonar cuellos de camisas y hacer la raya perfecta a tus pantalones en paisajes tan estimulantes como acantilados, profundidades submarinas o volcanes. El culpable de esta aberración, que por otro lado parece bastante divertida, es Phil Shaw, un trabajador de una empresa textil aficionado a la escalada que decidió fusionar sus dos pasiones. Y parece que contra todo pronóstico funcionó.

Chess Boxing. Otra de mezclas imposibles: el boxeo es uno de los deportes más violentos, el ajedrez uno de los más aburridos de ver. De la fusión de ambos surge algo tan marciano como el chess boxing, un boxeo en el que los púgiles no se retiran a sus rincones a escupir agua y mirarse con odio en el tiempo muerto, sino que se sientan cómodamente ante un tablero para pensar en cómo hacer un jaque mate. Sería algo así como el men sana in corpore sano llevado al extremo. Si Sylvester Stallone se entera, puede prolongar Rocky hasta 2030.

Lanzamiento de móviles. Si la obsolescencia programada fuera un deporte sería este. Tiene por finalidad promover las actividades al aire libre y el reciclaje de los viejos dispositivos móviles, pero da igual las justificaciones que le quieran buscar, este ¿deporte? no deja de ser uno de los más absurdos que hemos visto. De momento se practica solo en Savonlinna, Finlandia, pero las constantes ruedas de prensa de Tim Cook anunciando nuevos modelos de iPhone amenazan con convertirlo en un deporte mundial. Aviso para neófitos, el récord lo ostenta un tal Ere Karjalainen, que consiguió lanzar su viejo Nokia a más de 100 metros de distancia. Un reto difícil de superar, más teniendo en cuenta que entrenar, en este deporte, puede salir bastante caro.

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Sobre la firma

Enrique Alpañés
Licenciado en Derecho, máster en Periodismo. Ha pasado por las redacciones de la Cadena SER, Onda Cero, Vanity Fair y Yorokobu. En EL PAÍS escribe en la sección de Salud y Bienestar

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