Especies curiosas que encontraréis en Fitur

Para los que no hayáis ido nunca: Fitur es como la selva del Amazonas, pero con más bichos. En sus ocho ecosistemas, también llamados pabellones, se pueden observar extraños seres que deambulan de un lado para otro. Unos van en busca de alimento (abundante, por fortuna); otros recolectan folletos, bolígrafos o pins para sus nidos. Os propongo explorar esta procelosa jungla e identificar sus diferentes especies con la ayuda de esta guía de campo.

El ‘Travel blogger’

Especie endogámica de costumbres gregarias (aunque también hay bloggers esteparios que merodean solos por los pabellones). Les gusta ponerse curiosos y originales nombres, como El viajero perspicaz, El aventurero infatigable, La viajera persistente o El turista incidental. Sus territorios son Twitter, Facebook y sobre todo Instagram. Existe una subespecie: los Yutubers.

El periodista de viajes

Manteneos alejados de él o de ella: es un organismo peligroso y cotilla que luego va y lo cuenta todo. De extraños hábitos, cada día migra hacia los stands de las oficinas de turismo donde hay presentaciones, formando ingentes manadas que abrevan mojitos, caipirinhas, piña colada o vino de Rioja, mientras predan los rebaños de guijuelos y patanegras.

El becario o becaria

Una subespecie del anterior. Hormiguita laboriosa, se le suele ver escarbando en los stands en busca de todo aquello que sus colegas han pasado por alto, que suele ser mucho. Se lo curra.

El ‘Freelance’

Versión fotero o plumilla, también conocido como periodista de fortuna, mercenario o autónomo. Los científicos están analizando su sangre para investigar por qué nunca enferma.

La azafata o el azafato de eventos

Presenta un acusado dimorfismo sexual. En Fitur abundan más las hembras, alrededor de las cuales revolotean los machos de otras especies. No les pidáis información, os perderán con sus cantos de sirena. Tampoco los confundáis con los TCP o tripulantes de cabina, especie voladora de ambos sexos, no tan abundante como la anterior, cuyo hábitat se restringe a los stands de las aerolíneas.

El chef famoso

A su alrededor se congregan otros habitantes del planeta Fitur deseosos de conocer el tiempo de cocción de un buen fumet de pescado o la técnica para licuar un cochinillo. Se dan aires (esa espumilla babosona que les gusta poner en los platos): de mandarina, de lima, de mango, de erizo de mar...

El político local

De la familia de los Politicae, género comunidadae. Se han descrito 17 especies diferentes, más Ceuta y Melilla. Ocupan los nichos superiores de la pirámide trófica, por encima de los géneros diputacionae y ayuntamientae.

Los coleccionistas de bolsas

Se le reconoce por su manera de caminar, doblado por el peso de las bolsas llenas de folletos. Como los herbívoros, es capaz de digerir ingentes cantidades de celulosa, aunque no desdeña un canapé. Forma grandes rebaños longitudinales también llamados “colas”. Algunos ejemplares han evolucionado y llevan maletas de ruedas o carritos. Es más fácil verlos durante el fin de semana.

Los artesanos nativos

Nombre empleado para referirse a varios tipos de especies diferentes, con una característica común: su habilidad para tejer cestos, escribir en caracteres chinos, bailar, dar masajes o fabricar sombrillas y farolillos de papel. No confundir con el folclórico, espécimen camaleónico que lo mismo se hace pasar por guerrero maya que va de romano o lagarterana.

El falso profesional

Especie mimética que se hace pasar por turoperador o periodista gracias a la credencial que le dejó su nieto. Lo delatan sus hábitos recolectores (de folletos).