Jamie Foxx, al rescate
El actor, junto a un paramédico, auxilió a un hombre atrapado en un coche en llamas
Jaimie Foxx también es un héroe en la vida real. El pasado lunes el actor rescató a un hombre de morir quemado. Según las autoridades, Brett Kyle, de 32 años, conducía una camioneta por las calles de la localidad de Hidden Hills, a las afueras de Los Ángeles, cuando perdió el control a causa de la lluvia y colisionó contra una tubería de drenaje, lo que provocó que su coche diera varias vueltas y terminará en llamas con la víctima atrapada dentro.
Foxx, que en todo momento aseguró que no se trató de un acto heroico sino de “hacer lo correcto”, contó que el accidente ocurrió frente a su casa, así que primero llamó al 911 –servicio de emergencias de EE UU- y luego corrió a auxiliar a la víctima. Junto a él llegó un paramédico que llevaba unas enormes tijeras. Ambos rompieron la ventana de la camioneta y cortaron el cinturón de seguridad para poder sacar el hombre del vehículo justo antes de que ardiera en llamas. “Le dije mientras intentábamos sacarlo: ‘Nos tienes que ayudar a sacarte de aquí. No queremos dejarte”, relató Foxx a la prensa. Una vez fuera del coche el intérprete con un Oscar como mejor actor por su papel en Ray le dijo: “Tú tienes ángeles a tu alrededor”. Los servicios de emergencia trasladaron después Kyle al hospital, quien sufrió, entre otras lesiones, quemaduras, heridas en la cabeza, el pecho y el cuello.
El actor compartió en Instagram -donde cuenta con más de un millón de seguidores- una imagen de él junto al padre del conductor: “Hoy conocí al padre del joven de ayer por la noche. Esto es lo único que importa. Ese hombre, un hijo. La vida de un hermano fue salvada. Dios tiene sus brazos alrededor de todos nosotros... No hay héroes... Solo padres felices”, decía en el mensaje que acompañaba la foto. El padre de Kyle no ha dejado de agradecer la acción del actor y el paramédico. Entre lágrimas ha hablado con los reporteros que se encontraban en la escena del accidente. “Cuando veo lo que sucedió pienso: ‘Por Dios, él no tendría por qué haber hecho nada’. Siempre pensamos en lo que podríamos hacer si nos vemos frente a un accidente así. Pero, ¿realmente hacemos algo? ¿Actuamos o simplemente tememos temor de poner en peligro nuestras vidas? Y él no tuvo miedo”, le agradeció.
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