Los vecinos de un barrio a 10 minutos del Palacio Real que viven en condiciones deplorables son realojados de sus casas para construir viviendas sociales
Francisco de la Rosa ha decidido resistir en el edificio en el que vive con su esposa y sus cuatro hijos porque, al no tener contrato con la empresa municipal, esta no le ofrece otra casa donde ser realojado.Carlos RosilloCartel en una de las vallas en la que se anuncia la fecha en la que se va a desarrollar la demolición de la calle de San Fulgencio.Carlos RosilloDetalle de un buzón en el edificio de la calle de San Fulgencio, que comenzará a ser derruido este jueves, según un plan trazado por la EMVS en 2004 y que el Gobierno municipal aprobó un año después.Carlos RosilloFrancisco de la Rosa se dirige a su casa, situada en la segunda planta de un edificio de la calle de San Fulgencio, que empezará a ser demolido este jueves.Carlos RosilloEmilio Cárdenas en la puerta de su casa, ya vacía después de que este lunes encontrara un nuevo lugar donde vivir. Asegura que este es un punto de venta de droga, aunque la fama se la lleve la Cañada Real.Carlos RosilloUn niño pasa con su patinete delante de las vallas de la calle de San Fulgencio, mientras se refleja en un charco. Al fondo, aparecen las viviendas con ventanas y puertas tapiadas.Carlos RosilloFrancisco de la Rosa, el vecino que se niega a abandonar el edificio de la calla de San Fulgencio, en la puerta de su casa, la única que permanece sin tapiar.Carlos Rosillo
