Will Smith: “En la política hay un hueco para mí”
Su indignación como ciudadano y su deseo por ser útil a la sociedad son los principales motivos que impulsan al actor
En Hollywood los sueños políticos de un actor son sagrados. No se puede esperar menos de un país donde un secundario como Ronald Reagan fue uno de los presidentes más venerados de la nación y un héroe de acción como Arnold Schwarzenegger fue elegido gobernador de California. El nuevo candidato: Will Smith. “Echando un vistazo al espectro político pienso que hay hueco para alguien como yo. Puede que me necesiten”, declaró esta semana la estrella de Hollywood.
Sus palabras llegan unidas a la campaña promocional de su nueva película, Concussion, dramatización de la historia real del doctor que descubrió los efectos a largo plazo de los golpes en la cabeza que reciben los jugadores de fútbol americano. Una historia humana que según el actor y cantante, además de aficionado al fútbol, necesitaba ser contada no solo como entretenimiento sino como deber cívico. Pero en sus declaraciones a la prensa, El príncipe de Bel-Air lleva su sentimiento de deber público más allá. “A estas alturas quiero expandir mi capacidad de ser útil al mundo”, añadió el actor de 47 años en una entrevista con The Hollywood Reporter. “Es lo que mi abuela quería de mí, que fuera útil a la sociedad. Por eso trabajo muy duro y mis historias van más allá, mi capacidad de ser elocuente con mi cuerpo y con mi voz, como actor, quiere ir más allá”, detalló.
La prensa estadounidense ya se ha hecho eco de sus sueños políticos describiendo su posible campaña hacia la Casa Blanca con titulares como Mr. Smith Goes to Washington. Así se titula el clásico que Frank Capra dirigió 1939 (en España, Caballero sin espada) donde Jimmy Stewart interpreta a un político joven e idealista y que ofrece uno de los discursos más memorables de Hollywood en defensa de la democracia. Smith ya ha dejado claro su espíritu cívico en cintas anteriores como En busca de la felicidad (2006), o en filmografías más conocidas como la comedia (Hombres de negro) o títulos de acción (Dos policías rebeldes). Más que el idealismo Smith reconoce que su motivación para pensar en la política es el enfado, su deseo como dice de cambiar el panorama político que ha visto en un año donde la precampaña presidencial está en marcha. “Es el primer año en el que mi enfado llega a tal extremo que me quita el sueño”, indicó sin decir nombres. “Por eso pienso que llegará un momento, en un futuro no tan lejano, en el que me sumaré a la conversación pero en otros términos”, concluyó.
Junto a Reagan o Schwarzenegger, son más los actores que han probado las mieles de la política. Clint Eastwood limitó su servicio público a ser alcalde de Carmel, California (EE UU) pero se volcó en apoyo de los republicanos durante la última convención de este partido. Los nombres de George Clooney y Ben Affleck también son mencionados a menudo como posibles candidatos a la arena política estadounidense, en su caso como demócratas. Pero más allá de su afiliación política y de su claro apoyo a diferentes candidatos, cualquier rumor sobre sus aspiraciones siempre acaba acompañado de un desmentido. “Estoy acostumbrado a historias idiotas que hablan de que Amal (Alamuddin, su esposa) está embarazada o que soy candidato a la Casa Blanca”, resumió Clooney en uno de sus desmentidos.
En sus declaraciones, Smith nunca menciona un plan o una afiliación para canalizar su indignación como ciudadano. Sí una nacionalidad. “Estados Unidos es el único lugar en el que podría existir”, recuerda uno de los hombres más poderosos de Hollywood. “Ningún otro país da al mundo Will Smiths, Denzel Washingtons, Oprah Winfrey... o Barack Obamas”, resumió.
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