El terrorismo y la sinrazón de la banda terrorista han sembrado la democracia de cadáveres y heridos, secuestros, extorsiones y terror
El cadáver de José María Ryan, ingeniero jefe en la central nuclear de Lemóniz, en Vizcaya, asesinado por ETA. El 29 de enero de 1981, Ryan fue secuestrado por los terroristas cuando salía de las instalaciones de la central. Una semana después su cuerpo, atado y amordazado, es localizado en un camino forestal con un tiro en la cabeza.Alfredo García FrancésUno de los heridos en la explosión de un coche bomba colocado por ETA en el aparcamiento subterráneo de la calle Felipe II en Madrid, el 12 de junio de 1985. Los terroristas, tras asesinar al coronel Vicente Romero y al conductor Juan García, abandonaron un coche trampa en el párking, que hizo explosión Un artificiero que intentaba desactivar la bomba resultó muertoJacinto Maillo (Efe)El cadáver del vicealmirante de Marina Cristóbal Colón de Carvajal, Duque de Veragua, yace en el suelo junto al coche en el que viajaba tras el atentado de ETA en el que también murió su conductor, Manuel Trillo, en la calle de Tambre, en la colonia de El Viso de Madrid. El comandante Antonio Rodríguez Toube resultó herido.Ricardo MartínLos cuerpos del comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas (detrás) y del soldado conductor Francisco Casillas (delante) yacen en el interior del coche ametrallado por los terroristas de ETA en la avenida del Manzanares de Madrid. Junto a ellos también fue asesinado el teniente coronel Carlos Vesteiro.Marisa FlórezEl empresario Emiliano Revilla saluda desde el balcón de su casa en Madrid, acompañado de su mujer, Margarita Sánchez y su hija, Margarita Revilla, tras su liberación después de haber pasado 249 días secuestrado por ETA.Miguel GenerLos féretros de los seis agentes del Cuerpo Nacional de Policía asesinados por ETA con un coche bomba en Sabadell (Barcelona), a la salida del funeral en la iglesia de San Félix de la localidad catalana. Otros dos policías resultaron heridos graves en el atentado y ocho ciudadanos, con heridas de diversa consideración.Silvia T. ColmeneroUn guardia civil lleva en brazos a una niña a la que le falta un pie, en el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic (Barcelona). Fue el último y más mortífero del 'comando Barcelona' de ETA. De las 10 personas asesinadas, cinco eran niños. Además, hubo decenas de heridos, la mayoría niños. Esta fotografía resultó ganadora del Premio Ortega y Gasset.Pere TorderaDos de los hijos del teniente de Ingenieros Miguel Peralta Utrera, asesinado por ETA en Madrid, se abrazan en el lugar donde hizo explosión el artefacto que acabó con la vida de su padre, en el kilómetro 6 de la carretera de Extremadura. El artefacto, adosado a los bajos del vehículo estalló después de que el militar dejara a su hija de 5 años en el instituto.García Campos (Efe)Manifestación en la Gran Vía de Bilbao en contra del terrorismo de ETA, tras el atentado de Gregorio Ordóñez. Un encapuchado se acercó por detrás a Ordóñez, teniente de alcalde de San Sebastián por el PP, mientras almorzaba en un bar de San Sebastián con María San Gil, entonces secretaria del Grupo Popular, y otros dos colaboradores, el 23 de enero de 1995. Un solo tiro le atravesó la cabeza.Fernando Domingo-AldamaUn 'ertzaina' delante de un contenedor de basuras incendiado por los alborotadores, durante los incidentes del 25 de marzo por la noche en Pamplona. Los disturbios se produjeron tras la jornada de huelga convocada por HB y el sindicato LAB en el País Vasco y Navarra para protestar por las muertes de Lasa y Zabala.Jesús Diges (Efe)Una 'ikurriña' con las fotos de los miembros de ETA Josean Lasa y José Ignacio Zabala, con crespón negro y con un letrero en el que se lee: "PSOE-GAL berdin da (es lo mismo)", en una calle de Tolosa (Guipúzcoa).Jesús UriarteVista de la manifestación celebrada en Bilbao convocada por las Gestoras Pro-amnistía y Senideak (Asociación por los derechos de presos, refugiados y sus familiares) para exigir la reagrupación de los presos de ETA en las cárceles del País Vasco.EfeConcentración en la prisión de Basauri (Vizcaya) por la liberación de José Antonio Ortega Lara, funcionario de prisiones secuestrado por ETA. La organización terrorista mantuvo 532 días a Ortega Lara en un húmedo zulo de tres metros de largo. En la imagen un grupo de manifestantes con caretas que simulan el rostro del secuestrado.Fernando Domingo-AldamaMiles de estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid se manifiestan en el campus con las manos pintadas de blanco, en protesta por el asesinato a manos de ETA del catedrático y expresidente del Tribunal Constitucional, el día anterior en su despacho de la facultad de Derecho. Es la primera vez que las manos blancas representan la repulsa de los atentados de ETA.Cristóbal ManuelUn policía con un extintor se acerca al autobús urbano de la línea 24 (Altza-Gros Antiguo), incendiado por jóvenes radicales encapuchados, en una calle de San Sebastián. Los autores rociaron el vehículo con gasolina, tras desalojar a sus ocupantes, y le prendieron fuego.Jesús UriarteJosé Ortega Lara, de 37 años, el funcionario de prisiones secuestrado por ETA durante 532 días, a su llegada a Burgos tras su liberación. A la izquierda su mujer, Domitila Díez. Ortega Lara había perdido 23 kilos y presentaba síntomas de desnutrición y atrofia muscular. Antes de la espectacular operación de rescate de Ortega Lara, en la que participaron 500 agentes, se detuvo simultáneamente en sus domicilios a los cuatro etarras encargados de su custodia.Toño Gallego (AP/El Mundo)Más de un millón de personas participaron en la manifestación en Madrid en repulsa por el secuestro y asesinato por ETA de Miguel Ángel Blanco. La marcha, bajo el lema "Por la paz, la unidad y la libertad", recorrió varias calles de la capital en un trayecto de más de cuatro kilómetros de longitud. En la imagen, la plaza de Colón atestada de manifestantes.Oscar Moreno (Efe)Participantes en la manifestación en Madrid contra ETA y en memoria del concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinado en 48 tras un ultimatum etarra al Gobierno. Los pistoleros de ETA desoyeron el clamor ciudadano, la mayor movilización que se ha registrado nunca en España contra ETA, y dispararon dos tiros en la cabeza al edil vizcaíno, de 29 años. Hallado maniatado en Lasarte (Guipúzcoa), aún luchó por su vida 12 horas más.Gorka LejarcegiCabeza de la manifestación en San Sebastián por el concejal del PP en Rentería, José Luis Caso Cortina, asesinado por ETA. A ella asistieron miembros del PP, del Gobierno central, del Gobierno vasco en pleno y dirigentes de todos los partidos democráticos.Gorka LejarcegiSimpatizantes del grupo terrorista ETA, con la cara cubierta, portan una bandera con el símbolo de ETA (el hacha y la serpiente) durante el funeral de la etarra Ignacia Ceberio, en la localidad de Lizarza, fallecida en un choque policial en Gernika (Vizcaya).Pablo Sánchez (Reuters)El cadáver del periodista colaborador del diario 'El Mundo', José Luis López Lacalle, de 62 años, asesinado a tiros por ETA a la entrada de su domicilio cuando volvía de comprar los periódicos, en Andoain (Guipúzcoa). Los terroristas le asestaron cuatro tiros en la cabeza y el tórax.Jesús UriarteLos líderes de varios partidos políticos en la manifestación de rechazo, al día siguiente del atentado mortal de ETA contra Jesús María Pedrosa, concejal del PP en Durango (Vizcaya). De izquierda a derecha: Javier Arenas, secretario general del PP; Juan José Ibarretxe, Lehendakari; José María Aznar, presidente del Gobierno; Carlos Iturgáiz, presidente del PP del País Vasco; Luisa Fernanda Rudi, presidenta del Congreso; Jaime Mayor Oreja, ministro del Interior y Ana Mato, de la dirección del PP.Alfredo AdaiCarteles con el lema "ETA no" durante la concentración de la coordinadora Gesto por la Paz y Basta Ya celebrada en la plaza Moyúa de Bilbao, en repulsa por el atentado de ETA que costó la vida al presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad, en Zaragoza.Gorka LejarcegiLa madre del guardia civil Antonio Molina Martín llora desolada junto al féretro de su hijo. Antonio Molina fue asesinado por ETA en Collado Villalba (Madrid) cuando pedía la identificación a dos etarras que estaban en el interior de un coche cargado de explosivos.Ángel Díaz (Reuters/Pool)Paxti López (el primero, a la izquierda) y Jesús Eguiguren (derecha), junto a otros socialistas, portan el féretro de Isaias Carrasco, concejal socialista en Mondragón (Guipúzcoa), asesinado por ETA.Víctor R. Caivano (AP)Manifestación en la Gran Vía de Bilbao en protesta por el asesinato del inspector de la Policía Nacional Eduardo Puelles en un atentado de ETA en el municipio vizcaíno de Arrigorriaga, cercano a Bilbao. La banda terrorista colocó una bomba lapa en su coche.Santos CiriloUn viajero se arroja al suelo y otros corren por los pasillos tras la explosión de un coche bomba colocado por ETA en un aparcamiento de la terminal T-4 del aeropuerto de Barajas (Madrid). Con este atentado, que se cobró la vida de dos ciudadanos ecuatorianos, la banda terrorista rompió el alto el fuego que había iniciado nueve meses antes.Marcos CenamorDaños en la fachada de la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos, tras la detonación de una furgoneta cargada con 200 kilos de explosivos. En este atentado terrorista de ETA no hubo víctimas mortales, pero sí varios heridos leves y cuantiosos daños materiales.Félix Ordóñez (Reuters)Tres encapuchados de ETA leen un comunicado en el que anuncian el alto el fuego permanente y verificable de la banda terrorista. En el comunicado no se habla explícitamente del abandono definitivo de las armas, que aún hoy permanecen en poder de la banda terrorista.Gara
