Un retoque para el cambio
La semana pasada se manifestó en las redes sociales el descontento de Inma Cuesta, una de las actrices españolas de mayor trascendencia en nuestro país, tras haber sido publicada una foto suya ligeramente retocada en una revista. Y es que es la conocida magia del Photoshop la que logra maravillas en la figura y la apariencia de todo aquel que se precie de ser imagen pública, sin distinción de sexo. ¿Hasta qué punto somos dueños de nuestro cuerpo? ¿Es tal el complejo que nace en nuestro interior que incluso es capaz de exteriorizarse hasta hacernos parecer inertes muñecas de porcelana? ¿Podemos deshacernos de esos estereotipos y cánones de belleza imposibles?— Alba Torrejón Yanguas.
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