11 fotosUn hogar minimalista y cálidoLa arquitecta Zoe Chan enseña su casa de Islington, al noreste de Londres. 02 sept 2015 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlacePintura doméstica. Aunque la propia casa es una tarjeta de presentación de la arquitecta Zoe Chan, el retrato que la preside es el que le hizo a su pareja, Merlin Eayrs, su amigo Evan Saarinen, nieto del arquitecto finlandés que firma el famoso Arco de Sant Louis (Misuri, Estados Unidos). El cuadro se apoya en una estantería ideada por Chan. La butaca y la mesa son modelos vintage daneses.Abierta al patio de acceso. Junto a la estrecha puerta de entrada, dos grandes ventanales aligeran la vida en el interior de la casa. “Tanto que a veces olvidamos que vivimos en el nublado Londres”, dice su dueño.En la planta baja, la encimera es de Corian (un material sintético desarrollado por Dupont); la mesa es un diseño de Chan, y las sillas, de la tienda Conran.Con recuerdos. Esta es una cocina horizontal, sin estanterías colgadas. La encimera y sus armarios, blancos y sin tiradores, reducen su presencia y la convierten en un mueble auxiliar del comedor.Patio-aparcamiento. El patio de acceso a la vivienda lleva luz a la planta baja y al dormitorio de invitados. Sirve también para aparcar el coche de la pareja, que se cuela en la casa a través de las vidrieras.Conectados. El salón, el comedor y la cocina reciben luz de un gran ventanal y del hueco de la escalera. El sofá es de Camerich, y la mesa, un diseño de la arquitecta.En el baño, el mármol de los lavabos contrasta con la madera de roble de los armarios.Bajo la cubierta. El dormitorio de la pareja y su baño ocupan el lugar del desván. Obtienen luz cenital de una gran claraboya. Los pocos muebles de la estancia son diseños de la arquitecta.Sin fecha de caducidad. Lo nuevo y lo antiguo conviven en la habitación de invitados y en el espacio sobre la escalera que sirve de distribuidor.Los muebles se remontan a la infancia de la dueña. El lienzo lo pintó un amigo del propietario.No tan extraña en el barrio. Además de su casa y su tarjeta de presentación como arquitectos, Chan y Eayrs han hecho del diseño de esta vivienda su primera experiencia de trabajo y los cimientos de su profesión. Hoy se dedican a adquirir almacenes destrozados al este de Londres. Los restauran a su gusto y los vuelven a vender reparados y saneados.