Aunque hoy en día una buena parte de las series televisivas gozan de un estilismo refinado, nuestro recuerdo para esta serie de la década de los noventa y esa pareja de detectives vestidos de punta en blanco y nunca mejor dicho. Armani proyectó el lado del gusto más dudoso y Don Johnson puso de moda los mocasines sin calcetines. Julio Iglesias no tardó en copiarlo.Mucho antes de las 'Sombras de Grey' Mickey Rourke y Kim Basinger ensayaban los juegos de la seducción y el deseo. En plena marea 'yuppie' Rourke como un adinerado broker de Wall Street sentaba las bases de un estilo gracias a Armani que sería largamente imitado como la estética publicitaria de la película. Una suerte de un hombre y una mujer, veinte años después, trasladada de Deauville a la isla de Manhattan con notas de sadomasoquismo 'light'.Otra de las colaboraciones que señalaron la edad de oro entre Armani y el cine. El diseñador italiano participaba en el vestuario de la película creando un suntuoso guardarropa para Kevin Kostner y compañía. En su memoria de infancia aquellas imágenes de las películas de los años treinta y cuarenta y sus héroes estilizados.Aunque el diseño de vestuario lo firmaba Ann Roth las protagonistas de la película, Sigourney Weaver y Melanie Griffith exhibían la nueva cultura del poder femenino encarnado en el traje masculino que Armani había reinventado para la mujer. Por las mismas fechas Diane Keaton hacía otro tanto en la película ‘Baby, tú vales mucho’ y el estilo “vestidas para competir y triunfar”.A la espera de un futuro biopic sobre el creador, este documental realizado por Martin Scorsese y fotografiado por Néstor Almendros sigue constituyendo uno de los mejores archivos para sumergirse en el mundo creativo del diseñador y de su mirada sobre el mundo de la moda.Armani y Chanel se repartieron los papeles protagonistas en esta nueva comedia puzle de Almodóvar. Marisa Paredes, en la ficción una suerte de diva entre Mina y Silvia Pinal, fue la encargada de hacer de embajadora de Armani y vestir de rojo Minnelli- y otros tonos- la pantalla y alma de la protagonista. A la vuelta de la esquina le esperaba Jean-Paul Gaultier con formas más transgresoras.El siempre distinguido y multimillonario Bruce Wayne, además de su disfraz de hombre-murciélago para ajustar cuentas contra todo aquel que quiera sembrar el caos y la violencia en Gotham City, mostraba su predilección por el Made in Italy y Christian Bale, el nuevo super-héroe, se incorporaba a la galería de hombre Armani.Para esta comedia de acción y de espías el diseñador italiano puso su marca sobre los trajes que lucía el actor Clive Owen- a petición del mismo- dentro de un diseño creativo global que firmaba el veterano Albert Wolsky. Pocas veces los espías en la pantalla han resultado tan elegantes y estilizados.La extraña pareja Armani-Tarantino se volvía a reunir puntualmente en la pantalla como ya lo habían hecho en Pulp Fiction y la marca Emporio Armani. El motivo no era otro que el de vestir con un elegante esmoquin al jefe del pelotón de bastardos, el señor Brad Pitt.Estaba claro que el diseñador que reinventó el traje destructurado bien podría vestir a la secretaría de defensa- aquí Jodie Foster- de una plataforma espacial llamada Elysium para uso exclusivo de las clases pudientes en el año 2154. La elegancia intemporal del creador italiano se hermanaba con la ciencia-ficción sin que temblara el mundo.Giorgio Armani se encargaba de vestir los sueños de este agente de bolsa interpretado por Leonardo DiCaprio que acabó construyendo una historia de orgía y poder como un Shakespeare en medio de Wall Street.
