13 fotosUn colegio sobre raílesUnos 28 niños reciben clase a bordo de un ferrocarril en un municipio de las afueras del Distrito FederalSaúl Ruiz MataMéxico - 27 abr 2015 - 04:41CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEn un vagón pintado de color verde botella, unos 15 niños, los más pequeños, reciben clases de caligrafía.Saúl RuizAcaban de regresar de las vacaciones de Semana Santa y tienen la aburrida tarea de copiar lo que está escrito en la pizarra.Saúl RuizPertenece a las denominadas escuelas Artículo 123 —en referencia al que habla del derecho de los trabajadores—, creadas en los años veinte y treinta para dar asistencia educativa a los empleados de empresas agrícolas e industriales y las familias que viajaban con ellos por toda la República.Saúl RuizPodría ser el recreo de un colegio cualquiera, si no fuera porque los límites de su campo de fútbol son unas vías de tren. Y el aula al que regresan después de media hora, un vagón antiguo descarrilado en una orilla.Saúl RuizUna de sus peticiones es que se habiliten las bodegas de los trenes para utilizarlas como dos aulas.Saúl RuizLos niños corren durante su tiempo de recreo por las vías del tren, por donde circulan también otros vecinos caminando. A ambos lados, se amontona el resto de vagones del ferrocarril, donde siguen viviendo los que en otro tiempo se movían con él.Saúl RuizLa Secretaría de Educación Pública les da 15 pesos (1 dólar) por niño al día para comprar alimentos, aunque en este ciclo han contado mal y la cantidad está prevista para 23 niños, cuando son en realidad 28.Saúl RuizEl dinero que la Secretaría envió destinado al mantenimiento de la escuela lo emplearon en construir una habitación con techos de asbesto. En ese salón reciben clases los de tercero, cuarto y quinto de primaria y comen a las 14.30 todos los niños.Saúl RuizLa Administración no les dio un espacio pero sí cinco tabletas que usan sin Internet para hacer algunos ejercicios y, sobre todo, para jugar a una versión actualizada del Tetris cuando no les ve el maestro.Saúl RuizJaime Mayolo lleva más de 38 años a cargo de esta escuela. Viajaba con las familias cuando el tren se movía y se quedó en Naucalpan cuando el tren dejó de funcionar. En la imagen, dentro del vagón donde reciben clase los de primero y segundo.Junto al vagón escuela y separada por un baño de construcción bastante artesanal, está la casa del profesor Jaime Mayolo. También es un coche del mismo tren que dejó de moverse hace 22 años. En la imagen, Elizabeth Cordero, la esposa de Jaime Mayolo, en la cocina de su casa.Saúl RuizSu casa tiene tres habitaciones y un baño, para acceder a cada una de ellas hay que pasar por otra contigua y todas están decoradas con imágenes religiosas. En la imagen, su hijo mayor, Jaime.Saúl RuizA la derecha de las vías están las bodegas que quieren utilizar como aulas para la escuela. A ambos lados, se amontona también el resto de vagones del ferrocarril, donde siguen viviendo los que en otro tiempo se movían con él.