Penélope Cruz y Javier Bardem, vacaciones en Australia

Penélope Cruz y los pequeños Leo y Luna han decidido acompañar a Javier Bardem en Australia durante el rodaje de la quinta entrega de Piratas del Caribe. La familia se ha dejado ver en las playas de la tranquila localidad de Byron Bay, donde Bardem ha aprovechado una pausa de dos semanas para descansar a orillas del Pacífico.

La edición australiana del Daily Mail no ha tardado en publicar fotografías de la pareja con sus dos hijos disfrutando del verano austral. Cruz aparece tumbada en la arena, luciendo un bañador negro y gafas de sol, con actitud relajada y en todo momento pendiente de los pequeños. Bardem, también en bañador, juega al críquet con el pequeño Leo, que empuña un bate de color amarillo.

Con su participación en Piratas del Caribe, Bardem sigue la estela de su esposa, que interpretó a la compañera de aventuras del pirata Jack Sparrow (Johnny Depp) en Mareas Misteriosas. En la nueva entrega de la saga de Disney, el actor español se mantiene fiel al papel de villano calculador que lo ha hecho famoso. En esta ocasión se pondrá en la piel del pirata asesino capitán Salazar.

Cruz y Bardem son la última pareja famosa en sucumbir a los encantos del pueblo playero de Byron Bay. A principios de año, el actor australiano Chris Hemsworth y su esposa, Elsa Pataky, compraron una casa por valor de 7 millones de dólares australianos (unos 5 millones de euros) cerca de esta localidad. Hemsworth reveló a la prensa que su traslado a Australia es definitivo y explicó que tanto él como Pataky están cansados del acoso mediático al que se ven sometidos sus hijos en Londres y en Los Ángeles.

Durante estas dos semanas Cruz y Bardem también podrán disfrutar de la tranquilidad por la que es célebre Byron Bay. Situado junto a un espectacular acantilado y entre dos playas de arena blanca, el pueblo es el paradigma del espíritu surfero en Australia. En los años sesenta, los jóvenes conducían hasta allí sus destartaladas furgonetas Wolkswagen para surfear en sus aguas. De hecho, fueron ellos quienes imprimieron en la localidad la calma y el espíritu hippy que se respira hoy en día.

Los australianos se enorgullecen de tratar a todo el mundo igual y tienden a ignorar a los famosos en sus calles. Quizás por eso su país ha sido siempre un refugio para los actores, un lugar donde las estrellas de Hollywood pueden pasearse a sus anchas, sin atraer más atención que alguna mirada de sorpresa y admiración por parte de los transeúntes.

Así, el también australiano Russell Crowe vive en pleno centro de Sídney y no es raro verle por la calle a bordo de su coche deportivo, o tomando cervezas en el estadio de su equipo de rugby, los Sydney Rabbitohs.

Sin embargo, la prensa australiana interpreta como un halago la presencia de los actores en el país. Ningún rotativo ha permanecido indiferente ante la presencia de Cruz y Bardem, y muchos han expresado el deseo de que la pareja se convierta en una habitual de las playas australianas.