11 fotosPlantas marinas con alma de mujerLa recolección de las algas representa la segunda entrada de divisas en Zanzíbar después del turismo. Aunque las ganancias de las grandes empresas hagan aguas en cuestiones redistributivasSebastián RuizZanzíbar - 15 dic 2014 - 18:11CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceMakame, de 59 años, otea el horizonte. ¿Vendrán tiempos mejores? El agua templada del Índico no permite enfriar los pensamientos pero mantiene la constante de la esperanza. La recolección de las algas representa la segunda entrada de divisas en Zanzíbar después del turismo. Aunque las ganancias de las grandes empresas hagan aguas en cuestiones redistributivas.Sebastián RuizEsther, de 35 años, trabaja codo con codo con su madre Makame (59). El cultivo de algas tiene como seña de identidad la comunidad, la familia, lo que significa que este sector depende de los lazos de parentesco. Sin embargo, debido a los bajos rendimientos económicos de las agricultoras, cada vez son más las que deciden abandonar y probar mejor fortuna en otra actividad.Sebastián RuizCon éste, ya son 3 sacos los que lleva Marianna (47 años). Hoy tiene visita en casa para cenar. Su hermana y su cuñado vienen desde la capital, Zanzíbar, a uno 35 kilómetros en línea recta, para contarle la buena nueva: su sobrina se ha licenciado en la Universidad de Nairobi como médica. Cocinará sus mejores manjares: pescado con arroz.Sebastián RuizLas agricultoras en las granjas atan las algas marinas mediante cuerdas de nailon que son, a su vez, estiradas entre dos clavijas de madera. Dependiendo de la agricultora, generalmente pueden tener de entre 10 a 100 pequeños huertos.Sebastián RuizEl proceso de intercalar las semillas en las algas es laborioso. Después, lo más habitual es desplegar el dispositivo flotante hecho con palos de madera a una profundidad de entre dos y cinco metros, dependiendo del nivel de marea.Sebastián RuizEl precio de las algas es estipulado por una feroz competencia empresarial que se reparten ocho grandes marcas en la isla y con capital internacional. La variedad de alga cottonii varía de los 0,15 hasta los 0,25 euros el kilogramo. La spinosum ronda los 0,10.Sebastián RuizEl secado de las algas es una parte fundamental de la cadena de distribución. Generalmente son tendidas al sol durante varios días. Sin embargo, y debido a los sucesivos robos en la región, algunas agricultoras están optando por otros espacios más seguros para el secado como sus propias casas.Sebastián RuizEs viernes, lo que quiere decir que es el día sagrado. El 98% de la población en Zanzíbar es musulmana y la mezquita de Chwaka Bay, pequeña y castigada por la sal y el viento, reúne a toda la población masculina del pueblo. El color predominante es el blanco. En las calles de arena no queda nadie. Las mujeres de la zona continúan en el cultivo de las algas.Sebastián RuizLa otra gran fuente de ingresos en este pueblo de la costa Este de Zanzíbar es la pesca. La simbiosis con el entorno turístico es fundamental para entender el puzle social ya que la materia prima, además de para el consumo propio, es vendida a los hoteles de la zona.Sebastián RuizLa madraza o la escuela religiosa islámica educa en los valores del Corán al tiempo que sirve de guardería mientras toda la familia se encuentra trabajando.Sebastián RuizRodeado de grandes hoteles con toda la pompa de piscinas, tumbonas, barra libre e increíbles vistas a la salida del sol desde la cama de la habitación, en el pueblo de Chwaka Bay los tiempos son otros. Las dinámicas, algunas ancestrales como la pesca con enredados a base de fibra de palmeras, invitan a detenerse con el entorno. Algunas de las necesidades básicas, paradójicamente, siguen sin llegar a todas las casas como el agua potable o el acceso a la electricidad.Sebastián Ruiz