9 fotosConducir hacia la independenciaLas compañías de taxis femeninos no solo dejan más tranquilas a las clientas, sino que también sirven para fomentar el empoderamiento de las mujeres 12 dic 2014 - 19:50CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceAlgunas aspirantes a taxistas empiezan su practica de conducción en la Fundación Azad en el norte de Delhi, Model town.Serena De SanctisUna chica que estudia para ser taxista habla con uno de los profesores de la Fundación Azad en Kalkaji, en el sur de Nueva Delhi.Serena De SanctisDos jóvenes aspirantes a taxistas comienzan su practica de conducción en el norte de Nueva Delhi, en Model town.Serena De SanctisRupa Swali llena el tanque de combustible del taxi en una estación de gasolina en Mumbai. Después de muchos años de abusos de su marido, consigue el divorcio y ahora vive con otras mujeres en una residencia. Es muy feliz con su trabajo y dice que le gusta la libertad. Todas las clientas preguntan por ella porque es muy amable, sociable, habla muy bien inglés, conoce muy bien las calles y tiene el taxi muy limpio.Serena De SanctisRupa Modi, 38, peina su cabello antes de ir a trabajar. Rupa vive en Bombai con sus dos hijos. Su marido murió hace ocho años y a partir de aquel momento toda la familia de él está en contra de ella y de sus hijos. Ella trabaja de noche como taxista porque durante el día trabaja como costurera para poder pagar el alquiler de la casa y las educación de sus hijos.Serena De SanctisDos aspirantes taxistas revisan el motor del coche antes de salir a una practica de conducción.Serena De SanctisAanchal, 20, abraza su sobrina en casa de su abuela. Le gusta mucho conducir y espera poder volverse taxista a pesar de que su padre no lo acepta. Muchas de las chicas que empiezan a hacer el aprendizaje nunca llegan a trabajar ya que las familias no dan el consentimiento.Serena De SanctisAlgunas chicas empujan un coche que no funciona durante la practica de conducción en un descampado en el norte de Delhi.Serena De SanctisBharti Devi, 30, empieza su turno de noche. Trabaja como taxista con la Fundación Azad desde hace cuatro años. Hace dos años compró su propio coche. Su marido también trabaja con la Fundación y apoya mucho a su mujer.Serena De Sanctis