El pulpo Carpio

En épocas electorales cualquier cosa vale para intentar arañar un puñado de votos. Hay candidatos que se fotografían desnudos como reclamo y otros que arrastran a los mítines a sus hijos pequeños al más puro estilo de las folclóricas. Hay incluso quien se ha atrevido a dar el pistoletazo de salida de unos comicios acompañado de un empleado municipal disfrazado de pulpo.

En el arranque de la campaña a las autonómicas y municipales de 2011, el candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez, se presentó en el escenario escoltado por el entonces ministro de Fomento, José Blanco, y por un trabajador del Ayuntamiento de Parla embuchado en un traje de cefalópodo color coral, con sus tentáculos al aire, que a priori no parece precisamente cómodo para pegar carteles. Dentro de esta vestimenta carnavalesca estaba Carlos Javier Carpio Arenas, coordinador de mantenimiento urbano del Consistorio y amigo de la infancia del que fuera alcalde de Parla.

Gómez aspiraba a arrebatarle el bastón de mando a Esperanza Aguirre, la cabeza de lista del PP a la comunidad, y la presencia del molusco animador era un guiño al pulpo Paul, que se hizo mundialmente famoso por los atinados pronósticos futbolísticos en la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010, ambas competiciones ganadas por la selección española.

El pulpo adivino vivía plácidamente en el acuario de Oberhausen (Alemania) y se conformaba con unos mejillones para hacer los pronósticos saltando de urna en urna. Ignoramos si el pulpo socialista percibía algún tipo de remuneración por animar la campaña de su líder. Sí se sabe que en 2012 su sueldo superaba los 60.000 euros anuales, de los que una parte importante era en concepto de productividad.

También es un hecho que las predicciones del octópodo tenían una increíble fiabilidad, algo que no puede decirse del pulpo de pega. En aquellas elecciones autonómicas, la candidatura de Gómez obtuvo el peor resultado de la historia del PSOE en la región. Veremos si en 2015 Carpio vuelve a estar en las listas y si reaparece en el escenario vestido de esa guisa.