¿Cabemos?
En la calle cabemos todos, salvo aquellos que el día de la proclamación del Rey porten símbolos republicanos tan agresivos como una chapa o una camiseta. En la universidad cabemos todos, salvo aquellos que no dispongan de recursos y no hayan podido obtener una de las cada vez más cotizadas becas. En la infancia cabemos todos, salvo si eres uno de los 2.226.000 niños en riesgo de pobreza que viven en el segundo país de la Unión Europea con la tasa de pobreza relativa más alta. En la ley cabemos todos, salvo que no dispongas de dinero suficiente para pagar las tasas judiciales y no puedas ser aforado o inviolable, ya sea por designación o gracia. Y en el Palacio Real no se puede saber si cabemos todos porque la Casa Real no ha facilitado ni la lista de los asistentes ni el coste total de la ceremonia.— Luis Alfonso.
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