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La noche de Marbella se repliega

Fiestas privadas alejadas de los flases se imponen este verano en la Costa del Sol

Eva Longoria y su novio, Ernesto Arguello, paseando por Marbella, el 31 de julio de 2013.
Eva Longoria y su novio, Ernesto Arguello, paseando por Marbella, el 31 de julio de 2013.EUROPA PRESS

Es difícil que Marbella reviva el esplendor que caracterizó las décadas de los setenta y los ochenta del siglo pasado, con el Marbella Club y el entonces recién estrenado Puerto Banús como reclamos de millonarios y de los actores más emblemáticos del Hollywood de la época. Pero las noches en la Costa del Sol se adaptan a los nuevos tiempos y mantienen gotas de glamour. Marbella es escenario, en periodo estival, de cenas benéficas y mantiene el tirón entre el público internacional, en parte gracias a la visita de la primera dama de EE UU, Michelle Obama en 2010 y a la presencia ya habitual de Eva Longoria y Antonio Banderas, en sus eventos solidarios. A la gala benéfica de la actriz, que se celebra este fin de semana, asistirán cerca de 350 invitados. Entre el menú (del chef Dani García), la subasta de objetos y donaciones particulares esperan recaudar 300.000 euros

El ocio, sin embargo, se disfruta cada vez más en la intimidad y lo que queda de aquella jet-set se decanta por reuniones alejadas de los flases. Las caras conocidas del papel cuché y las fortunas anónimas de vacaciones en Málaga se dejan ver en restaurantes y de paseo, pero poco más. Cuantos menos paparazis, mejor.

Antonio Banderas y Eva Longoria ponen la nota internacional con galas solidarias"

“La jet, cuando es invitada a los actos solidarios, suele asistir y se presta a colaborar. Pero luego no se prodiga demasiado en público, opta por mantener la intimidad y reunirse en sus casas o en las de amigos”, explica Marie-Noëlle Erize, relaciones públicas y organizadora de eventos. En las galas es inevitable el photocall y artistas nacionales se mezclan con la vieja guardia de los veranos marbellíes: Beatriz de Orleans, Beatriz de Hohenlohe, la princesa María Luisa de Prusia o la incombustible Gunilla von Bismarck. El boom de la alta gastronomía, además, hace cada vez más habitual la presencia para el catering de los estrellas Michelin.

Pero la noche ha cambiado. Atrás quedó la exhibición pública propia de hace unos años. “Está costando encontrar a los famosos”, cuenta un veterano fotógrafo de Marbella. “Sabemos que están aquí, pero no salen mucho, están refugiados”. Han cambiado la playa y el chiringuito por las piscinas privadas: “El que quiere que lo vean se va a Puerto Banús”.

Cari Lapique y Eugenia Silva, durante la fiesta en Finca Cortesín.
Cari Lapique y Eugenia Silva, durante la fiesta en Finca Cortesín.XANA.ES

Ejemplo de esta intimidad buscada es la fiesta que el pasado fin de semana tuvo como anfitriones a Cari Lapique y al joyero Emiliano Suárez. La reunión, organizada por el vodka Absolute Elyx, congregó a un nutrido grupo de representantes de la alta sociedad española y a un buen puñado de rostros conocidos. En la lista de invitados de la fiesta, celebrada a puerta cerrada en el beach club del hotel Finca Cortesín, estaban Ricky Fuster, Eugenia Silva y Alfonso de Borbón o Javier Larraínzar.

Pero no todo son caras conocidas. La Costa del Sol acoge a grandes fortunas extranjeras que son desconocidas para el público y para los propios paparazis. En Marbella hay un repunte del turismo de lujo y los establecimientos de cinco estrellas están registrando un buen nivel de ocupación.

Para los primeros días de agosto se espera un auténtico desembarco en Marbella de saudíes y árabes de otros puntos del golfo Pérsico, que cogerán su rutina de vacaciones después del Ramadán (finaliza el día 8). En Puerto Banús se les echa de menos. Pero uno de los mayores objetos de deseo actualmente, por su gran capacidad de gasto, es el turista ruso. Sinónimo de dinero, a los rusos les gusta disfrutar de puertas para adentro y optan por cenas y saraos privados entre compatriotas. El hotel Villa Padierna, que está completo, cierra ahora una noche su club de playa para una fiesta rusa con más de un centenar de personas en la que no se ha escatimado en gastos.

Este año Enrique Iglesias toma el relevo de su padre, un fijo de la zona"

La importancia y presencia de este mercado en la Costa del Sol es tal que dos veladas del Starlite Festival, (6 y 7 de agosto) están reservadas para actividades destinadas a los rusoparlantes. Este evento musical es un referente del verano de Marbella (tiene una zona VIP para que los famosos que lo deseen puedan burlar las cámaras) y el día 10 albergará la cena benéfica apadrinada por Antonio Banderas, la más demandada de todas las citas filantrópicas. La donación supera los 500 euros y el actor estará acompañado este año por Alejandro Sanz y Valeria Mazza. El Starlite Festival persigue recuperar el brillo de la Marbella más exclusiva. Julio Iglesias actuará el sábado y el 17 de agosto será el turno de su hijo Enrique.

El chef Rafael Carrasco.
El chef Rafael Carrasco.XANA.ES

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