_
_
_
_

Ofensiva contra las viejas glorias tras el fracaso de Bonnie Tyler

El Reino Unido rumia su fracaso en el festival de Eurovisión

Bonnie Tyler, durante su actuación en Eurovisión.
Bonnie Tyler, durante su actuación en Eurovisión.AP

Han pasado cinco días y todavía se habla del asunto. Un año más el Reino Unido asiste a la misma secuencia. Que arranca con un desinterés que roza el desdén por todo lo relacionado con Eurovisión y termina con el representante nacional relegado a la cola de la clasificación y el orgullo patriótico británico magullado. ¿Cómo puede se puede ignorar así a una nación tan influyente en la historia de la música? se preguntan los británicos echándose las manos a la cabeza.

Esta ocasión con Bonnie Tyler como enviada no fue diferente. Las expectativas ya distaban de ser halagüeñas. En la calle apenas sonaba Belive In Me, la canción elegida por la cantante galesa y las apuestas no la señalaban como favorita. La propia Tyler se comparó con un cordero antes del sacrificio. Nada melló la profesionalidad de la artista en Suecia, que se hizo fotos con los fans, atusó su melena y aguantó el tipo en el escenario compensando las iniciales notas falsas con sonrisas de estrella experimentada. Tyler terminó en el puesto 19 de un total de 26 países, con solo 23 puntos frente a los 281 de la ganadora Emmelie de Forest.

“Sé que muchos se han sentido decepcionados pero he disfrutado de la experiencia. Hice todo lo que pude”, declaró una optimista después de la gala Tyler, que en 1993 había rechazado la oferta de participar en la competición.

Con la resaca eurovisiva llegaron los golpes en el pecho y la búsqueda de explicaciones. La justificación más común es atribuir el descalabro anual a las alianzas tácitas entre países, que dejan al Reino Unido en desventaja. La canción, que según algunos no fue lo suficientemente memorable y estaba en un registro demasiado bajo, también se llevó parte de culpa. Johnny Logan, que consiguió el trofeo tres veces para Irlanda, declaró que no tenía la calidad suficiente porque la mala prensa del evento ha provocado que los buenos compositores dejen de involucrarse (en realidad Belive In Me iba a ser parte del próximo disco de Tyler hasta que la BBC le propuso retrasar el lanzamiento y participar en el concurso).

Otra razón popular para explicar que una nación con tanta cultura musical no gane Eurovisión desde 1997 es el empeño de la BBC de ignorar las nuevas generaciones de artistas. Desde el Daily Telegraph proponen con humor enviar a alguien “alejado de la edad de jubilación. O mandar tanques”. Las elecciones de Tyler y Engelbert Humperdinck —el representante de la edición anterior que terminó penúltimo— han demostrado que los discos de oro y la veteranía no son armas útiles en una competición donde muchos de los implicados y espectadores son demasiado jóvenes o con un bagaje musical demasaido diferente para reconocer a la intérprete del éxito Total Eclipse of The Sun. La solución podría hallarse en Twitter. La artista de electropop Little Boots ha expresado con un comentario en la red social su deseo de participar el próximo año. El presentador de la gala Graham Norton le contestó a través de este medio que recibirá una llamada.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_