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Los fallos de la UE, vistos desde España

“La ausencia de proyecto europeo es suicida”

Los europarlamentarios reclaman un mejor sistema de representación democrática

Carmen Romero (PSOE) trabaja en la comisión de Libertades de la Eurocámara.
Carmen Romero (PSOE) trabaja en la comisión de Libertades de la Eurocámara.EDP

El camino que queda por recorrer en la UE es muy largo, y sembrado de minas, como la insistencia de los Estados miembros en su egoísmo, indican los representantes españoles en Bruselas. Pero los cambios en el Parlamento europeo, aseguran, son veloces y orientados a que la voz de la democracia suene más fuerte en la Unión. Los europarlamentarios quieren también que los electores puedan escoger a los miembros de la Comisión y que sea efectiva la unión económica y financiera. En su opinión, los ciudadanos también tienen su parte de responsabilidad en este proyecto: conocer Europa para poder amarla. Esta es su visión de los fallos de la UE y de sus soluciones:

Una democracia por construir

Carmen Romero, eurodiputada del PSOE, critica el hecho de que no sean los ciudadanos los que eligen a la Comisión, “que no tiene fuerza”, en lo que califica de “déficit democrático” en la marcha de las instituciones europeas. Romero también piensa que es necesario que se cree una política exterior europea aunque "hay Estados que no están dispuestos a ceder parcelas”.

El socialista Alejandro Cercas tiene una amplia trayectoria como eurodiputado y recuerda un Parlamento anterior a Lisboa “que opinaba de todo, pero legislaba sobre nada”. Ahora piensa que la asimetría entre la Eurocámara y el Consejo sigue siendo importante. “Nadie cede voluntariamente el poder y el Consejo se resiste. En él reside el nacionalismo y los intereses nacionales descarnadamente, hay una ausencia de proyecto europeo que es suicida”.

Willy Meyer, eurodiputado de IU, considera que los dos grupos mayoritarios —el Partido Popular Europeo y el de los Socialistas y Demócratas— se las componen para que no haya una verdadera oposición. Así, el poder del Europarlamento se queda en agua de borrajas, indica, porque “decide el Consejo, y entre ellos, Alemania”.

Willy Meyer (IU), cuando era candidato a las elecciones europeas, en 2009.
Willy Meyer (IU), cuando era candidato a las elecciones europeas, en 2009.S. Sánchez

“Esto debería ser un incentivo para la modificación y no para la queja”. Enrique Guerrero, del PSOE, admite que el peso de Alemania es mucho, pero recuerda que el Consejo está compuesto por los 27 Estados. “Si el presidente del Gobierno no informa de Europa y no organiza un debate en el Congreso previo a la reunión del Consejo no es culpa de Angela Merkel. Es de la política española”, puntualiza.

La calidad de los políticos es  mejorable. Como la de los ciudadanos Alejandro Cercas (PSOE)

La lejanía de Bruselas

Mientras Bruselas se ha convertido en un foco de atención permanente a raíz del estallido de la crisis, la desafección ciudadana con respecto a la Unión Europea se expande. Juan Fernando López Aguilar, jefe de la delegación socialista, reconoce que hay un problema de visibilidad del Parlamento europeo y echa en falta “una opinión pública europea”. Romero añade el desinterés en España por los asuntos de la UE “porque no se ve la necesidad”, después del entusiasmo que rodeó la entrada del país en la Unión en 1986. Romero tiene la esperanza de una mayor participación en los comicios europeos de 2014, un momento que describe como “definitivo”.

“Los de mi generación vimos que Europa era la democracia, los derechos humanos, la ilustración. En España se tiende cada más al provincianismo”, afirma Cercas, que habla de un problema que atañe tanto a la sociedad civil como a los políticos. “La calidad de los partidos es manifiestamente mejorable, como lo es la de la ciudadanía. La democracia hay que cuidarla y merecerla”. El eurodiputado socialista afirma: “El Parlamento europeo es un combate de trabajo, con una agenda difícil. Se trata de un proceso muy lento, alejado del espectáculo, muy aburrido”.

Carlos Iturgaiz (PP), en su despacho de Bruselas.
Carlos Iturgaiz (PP), en su despacho de Bruselas.EDP

Política española, política europea

El contacto que los eurodiputados tienen con la realidad es otro tema sujeto a debate. La circunscripción para las elecciones europeas es nacional en España. El exeurodiputado Carlos Carnero apuesta por una reducción del número de días que los eurodiputados pasan en Bruselas para que estos puedan estar en sus países.

Hacia la unión económica

La gran reforma pendiente en la que los eurodiputados españoles coinciden es una política económica conjunta que sirva para proteger la moneda única, un Banco Central Europeo que actúe de prestamista de último recurso y asegure la liquidez.

A pesar de que el Eurobarómetro refleja un desapego creciente de los españoles hacia el proyecto europeo, un 55% se declara a favor de la unión económica y financiera y un 47% piensa que la UE debería poner el mayor esfuerzo en avanzar hacia ella.

Guerrero es rotundo ante la viabilidad de la unión económica y financiera: “Tiene que ser porque es imprescindible. La alternativa es la desintegración de la Unión Europea”.

Otros miembros españoles del Europarlamento, como Eva Ortiz, exconcejal del Ayuntamiento de Orihuela (Alicante) del PP, quiere estar presente en su "comarca” para enlazar política europea y el más pequeño de los pueblos. Carnero denuncia sin embargo que la representación regional de las listas puede llevar a un empeoramiento de la calidad de los diputados españoles en Bruselas: “Prima eso más que el conocimiento de los temas europeos”.

Los dos representantes populares consultados manifiestan que tienen un vínculo permanente con los distintos ministros del Gobierno español. “Mariano Rajoy vio claramente que las decisiones se toman aquí”, indica Carlos Iturgaiz, eurodiputado del PP, quien añade que el factor europeo fue esencial para la formación del Ejecutivo.

Cercas alega que los gobiernos españoles no se han ocupado de Europa —excepto los de Felipe González— y reclama que el Gobierno español se persone en Bruselas. “Hacemos infinitos esfuerzos por traer ministros, pero a los políticos solo les interesa lo que salga en la prensa al día siguiente”, se queja. El socialista culpa a los representantes nacionales de no explicar bien qué supone la UE, “el único sitio en el que se habla de derechos humanos”. Bruselas es la excusa, "la muleta" que utilizan para evadir responsabilidades. Según Guerrero, hay una separación cada vez más radical entre "las políticas concretas europeas" y la "política española, basada en confrontación" y anclada en el territorio nacional.

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