La perversión de la democracia

Estoy harto de que los dirigentes del Partido Popular se arroguen el derecho a realizar cualquier arbitrariedad basándose en la mayoría que alcanzaron en las urnas. Afortunadamente, en una democracia madura como la nuestra no votamos siglas ni partidos, votamos proyectos y programas. Yo fui una de las cientos de miles de personas que votó un programa, que después de pocos meses se ha demostrado que escondía un dramático engaño.

No basta con decir que la situación es crítica, ya se hartaron ustedes de decirlo antes de ganar las elecciones. No basta con decir que hay que tomar decisiones excepcionales, se debe demostrar que la excepcionalidad es necesaria y redunda en un beneficio inequívoco, indiscutible.

Me niego a que tomen decisiones unilaterales sobre la Sanidad, uno de los escasos bienes del que podemos presumir dentro y fuera de nuestro país. Me niego a que en pocos días destruyan un sistema del que nos sentimos orgullosos y que ha llevado décadas construir.

Yo no les di un cheque en blanco para que ahora abusen de su situación. Yo no les di un cheque en blanco para que osen repetir tozudamente que somos todos, miles de personas, los que estamos equivocados y que tan solo un puñado de ustedes tiene incontestablemente la razón. Voté un proyecto que no han cumplido. Me siento engañado.— José María Mostaza. Médico de la Sanidad madrileña y ex votante del Partido Popular.