La ‘otra’ mujer de Barack
Valerie Jarrett está detrás de cada decisión que toma el presidente de Estados Unidos Es la única que traspasa el Ala Oeste de la Casa Blanca hasta el hogar de los Obama
VJ dice; VJ piensa. Ambas anotaciones se leen en cada informe o memorándum que el personal de la Casa Blanca prepara para Barack Obama. VJ es ubicua. VJ está detrás de todas y cada una de las decisiones que toma el presidente de Estados Unidos. Desde quién se sienta en el Tribunal Supremo hasta qué dirección tomar en cuanto al matrimonio gay. VJ es Valerie Jarrett, 56 años, amiga personal de los Obama desde hace más de dos décadas, la mujer que introdujo a la entonces joven pareja en la flor y nata de la sociedad negra de Chicago. Jarrett ofreció –como cercana colaboradora del alcalde de la ciudad, Richard Daley- un trabajo a Michelle Obama en el Ayuntamiento. Pero con quién más tarde conectó fue con Barack, a quien introdujo en los círculos necesarios para acceder a la legislatura de Illinois, primero, y llegar al Senado de EE UU, después. Desde allí, la ascensión a la Casa Blanca del joven senador negro fue meteórica.
Cuando el presidente abandona el Ala Oeste de la Casa Blanca para cruzar el edificio hasta la residencia, VJ hace el camino con él. No lo hace nadie más. El resto de colaboradores no traspasan esa línea imaginaria, pero Jarrett cena con el matrimonio y comparte confidencias cuando ya entra la noche. VJ va de vacaciones con los Obama y su familia. Cuando el verano pasado una agencia rebajó la deuda de EE UU, al lado del presidente no estuvo el secretario del Tesoro, sino Jarrett, quien celebraba junto a Obama su cumpleaños en Camp David.
Oficialmente, su título en la Administración Obama es rimbombante y vacuo: Asistente del Presidente para Participación Cívica y Asuntos InterGubernamentales. Lo que quiere decir mucho y no quiere decir nada. Decir que Valerie Jarrett es la mujer con más influencia en Washington, ya se hace más concreto y real. VJ ocupa el despacho que Hillary Clinton forzó a que le concedieran en el Ala Oeste cuando su marido era presidente y que luego ocupó Karl Rove, la materia gris de la oscura presidencia de George W. Bush.
VJ ocupa el despacho que Hillary Clinton forzó a que le concedieran en el Ala Oeste cuando su marido era presidente y que luego ocupó Karl Rove, la materia gris de la oscura presidencia de George W. Bush
VJ tiene acceso a todas las instancias de la Casa Blanca; aparece en las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional; en encuentros económicos y planificación del presupuesto. Siempre está un paso detrás de Barack –solo tres personas se dirigen a él así, por su nombre de pila, en la Casa Blanca: Michelle, su esposa, Marian Robinson, su suegra, y Jarrett- para aconsejarle qué hacer y en ocasiones qué pensar.
El presidente Obama canceló hasta tres veces la operación para capturar y matar a Osama Bin Laden antes de dar luz verde no porque escuchara a sus asesores militares, al Departamento de Estado o al de Defensa, si no porque VJ creía que le podía perjudicar políticamente, según el libro Leading From Behind, de Richard Miniter.
Dicen que Obama la utiliza como su conciencia de izquierdas y que para el resto del equipo presidencial es “la protectora en jefe del presidente” (president´s protector in chief). “Estás dañando al presidente”, cuentan que se puede oír al otro lado del teléfono la voz de Jarrett cuando realiza una llamada a última hora de la noche para advertir a alguien de que está perjudicando a Obama y sus políticas. VJ no tiene entonces piedad cuando otea en el horizonte la marca de la traición.
Uno de los entretenimientos en los ratos ociosos –pocos- del staff de la Casa Blanca es etiquetar la psicología de la relación de Jarrett con Obama. ¿Es JV la madre o la figura de una hermana mayor que como hijo único que creció, además alejado de sus padres, Obama nunca tuvo?
Madre soltera, hija de una prominente familia negra de Chicago, los colaboradores más cercanos del presidente dicen de ella que es “los ojos, la nariz y los oídos” de ambos Obama. La amiga más cercana del matrimonio, su consigliere.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.