Dati quiere un padre para su hija

Fue un secreto durante años. Motivo de numerosos rumores. La paternidad de la hija de Rachida Dati, Zohra, cuando la política era titular de Justicia del Gobierno conservador de Nicolas Sarkozy, se mantuvo oculta desde que nació en enero de 2009. Hasta principios de octubre de 2012, cuando la prensa filtró que la exministra había citado por “reconocimiento de paternidad” al empresario Dominique Desseigne. La audiencia tuvo lugar el pasado martes. La justicia francesa tendrá la última palabra y decidirá el día 4 de diciembre.

A la cita judicial, celebrada en el tribunal de Versalles, en las afueras de París, no acudieron ninguno de los dos protagonistas. Simplemente fueron representados por sus letrados. El examen de la demanda duró menos de una hora y poco se sabe sobre su contenido. “Hemos expuesto motivos legítimos que, en defensa, nos permiten oponernos a la demanda presentada” de realizar una prueba de paternidad, se limitó a indicar a los periodistas presentes la abogada de Desseigne, Michèle Cahen.

Sin embargo, M, el suplemento de fin de semana de Le Monde, adelantó que uno de los argumentos de la defensa sería que Dati entonces mantenía varias relaciones a la vez. La abogada de Desseigne habría contabilizado hasta ocho amantes, incluido, según el reportaje “un primer ministro español”, en referencia a José María Aznar, del que se llegó a especular que fuera el padre de la pequeña, circunstancia que fue negada por el interesado de manera oficial; un ministro francés, un animador, el ministro de justicia qatarí y un hermano de Sarkozy. “No cederé en nada. Porque he sido correcto y que no tengo nada que reprocharme”, habría asegurado Desseigne a un amigo, en referencia a su negativa a someterse a la prueba de paternidad.

La filtración de la cita judicial y del nombre por lo tanto del presunto padre de Zohra, que la propia Dati negó en su momento al asegurar que era “falsa”, provocó la ira de la política, que alberga ahora la ambición de presentarse a la alcaldía de París en 2014. “¡Esto es demasiado, como mujer y como madre, pido por mi hija, por su equilibrio, que esto pare!”, reclamó en un comunicado. Sus letrados anunciaron después que demandará a las revistas que se hicieron eco de la noticia.

No es de extrañar que Dati, del partido conservador Unión por un Movimiento Popular, haya expresado su apoyo a la actual primera dama, Valérie Trierweiler, compañera sentimental del presidente socialista François Hollande, en su continúa lucha con la prensa. Esta acaba de demandar a los autores de una biografía suya no autorizada que le atribuyen una antigua relación amorosa con un exministro de Sarkozy y reclama 85.000 euros en concepto de daños y perjuicios. “Me parece una vergüenza lo que le están haciendo”, declaró Dati hace un par de semanas en televisión. “Su vida íntima le pertenece y no veo en qué su vida íntima tendría consecuencias en la vida política. Pienso en sus hijos, en su entorno, es un poco violento”.