Elecciones en Galicia
Los ciudadanos gallegos, en su gran mayoría, han dado muestra de una gran madurez en estas elecciones autonómicas, apostando firmemente por el Gobierno que ha enderezado el rumbo de una comunidad que estaba en una situación crítica cuando Núñez Feijóo llegó a la presidencia de la Xunta. El flamante reelegido presidente ha obtenido uno de los mejores resultados electorales cosechados por la formación de la gaviota en tierras de Galicia, demostrando que el ciudadano premia con su voto la buena gestión y el raciocinio a la hora de gobernar, todo lo contrario de lo que hizo años atrás aquella rocambolesca coalición entre socialistas y nacionalistas gallegos.
Parece claro que los socialistas gallegos van a continuar al menos durante cuatro años más con su particular travesía del desierto por aquellas tierras, mientras que el nacionalismo gallego aparece cada vez más fracturado y alejado de la mayoría de los electores, especialmente el partido que durante mucho tiempo fue su buque insignia, el BNG.
En lo que respecta a Mario Conde, el duro varapalo sufrido por su nuevo partido debe hacerle ver que la madurez del electorado gallego actual, unida a las experiencias pasadas, no son propicias para los líderes mesiánicos, cuyo barroco discurso se encuentra tan vacío de contenido como alejado de la realidad y de las necesidades del ciudadano de a pie.— Ernesto Gabriel Ruiz Ruiz de Villegas. Roquetas de Mar, Almería.
Hace poco, Mariano Rajoy presumía y alababa a la mayoría silenciosa, que se quedaba en casa y no iba a las manifestaciones; el domingo, en Galicia se quedó más gente en casa que los que acudieron a votar al PP. No es justa la ley electoral que premia con más escaños aun consiguiendo menos votos que la vez anterior.— Joaquín Vicente Mateos. Madrid.
