¡Vivan los libros!

Madrid tiene ya una nueva gran librería en el centro de la ciudad. Se llama La Central y viene a sumarse a la espléndida Casa del Libro de Espasa Calpe en plena Gran Vía y a la francesa FNAC en Preciados. Esta iniciativa viene de la mano de dos catalanes amantes de la cultura.

Me parece reconfortante que en un mundo donde las pantallas electrónicas amenazan con acabar con el mundo del libro de papel, haya empresarios entusiastas de los libros que no se rindan ante esta asechanza y apuesten fuerte en el corazón de Madrid por una empresa que propugna , no el ocio banal, alienante y ciego de los juegos de azar sino por la gran cultura de los libros. España caminaría por otros derroteros si sus dirigentes, en particular, y el pueblo, en general, fuesen unos letraheridos incurables de la lectura, como hace unos días se autodefinía nuestro gran Juan Goytisolo. España y sus empresas editoriales están a la cabeza del mundo, no así, por desgracia, en índice de lectura y lectores.

Un pueblo que hace de la lectura un irrenunciable hábito cotidiano, es un pueblo culto y reflexivo que no permitiría el caudal de despropósitos, negligencias, errores e irresponsabilidades de nuestros dirigentes políticos y económicos. Un pueblo lector es un colectivo informado y rebelde que no se deja embaucar fácilmente por los vendedores de humo y por los falsarios y mercaderes que nos han llevado al borde del precipicio.— Agustín Arroyo Carro.