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Heather Mills se enfrenta a los tabloides

La ex de McCartney comparece ante la comisión que investiga las escuchas ilegales

Heather Mills
Heather MillsREUTERS

A Heather Mills nunca le ha asustado enfrentarse a la prensa. A la ex esposa de Paul McCartney le creció piel de cocodrilo en los tiempos de su separación, cuando los tabloides apostaron por la bondad del ex Beatle y presentaron a la modelo como la mala de la pareja real. Ayer, la modelo se tomó cumplida venganza atacando a los tabloides y muy en especial al periodista Piers Morgan, ritulante estrella de Fleet Street que ahora triunfa en Estados Unidos con su propio chat show en la CNN.

Morgan compareció semanas atrás ante la llamada comisión Leveson que investiga las escuchas ilegales del desaparecido News of The World y, por extensión, las malas prácticas de la prensa británica. Morgan había dado a entender hace tiempo que había accedido a escuchas ilegales pero en esa comparecencia aclaró que le habían dejado escuchar esas conversaciones de forma legal. Y pareció dar a entender en concreto que Heather Mills le había dejado escuchar una serie de 25 mensajes que había grabado después de una bronca con McCartney cuando aún estaban casados. “No me podía creer que hubiera podido atreverse ni siquiera a insinuar que le he dejado escuchar los mensajes de mi buzón, a un hombre que durante años no ha hecho más que escribir cosas horribles sobre mí”, declaró ayer la modelo al comparecer ante los mismos investigadores.

La modelo, que perdió una pierna en un accidente, explicó que en aquel momento la prensa se portó bien con ella pero que, cuando se casó con McCartney, “me convertí en la zorra de una sola pierna, en una vaca, y en cualquier cosa horrible que puedan imaginar”. A su juicio, los fotógrafos deberían obtener una licencia para trabajar para la prensa y “mientras no haya una manera de desincentivar la publicación de mentiras y comentarios abusivos, todo seguirá igual”.

Ayer compareció también Max Clifford, el relaciones públicas más influyente en los medios británicos, que explicó que conoce la existencia de escuchas ilegales desde el año 2000. “Afectaba a una pequeña minoría y algunos de ellos se veían forzados a hacerlo. Si no, les despedían, estaban acabados. Era como un cáncer, pero afortunadamente ha sido extirpado”, declaró.

Clifford confirmó que la ex consejera delegada de News International, Rebekah Brooks, aceptó pagarle un millón de libras (1,19 millones de euros al cambio actual) cuando descubrió que su teléfono había sido interceptado por el News of The World. Y aseguró que los diarios habían renunciado a publicar varias “historias salaces” en los últimos meses “porque están asustados” con las actuales investigaciones. Aunque defendió la necesidad de que la prensa sea libre para que los periodistas “no sean esclavos del sistema”, también defendió que un regulador independiente pueda impedir la publicación de ciertas informaciones.

(FIN)

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