Buenas noticias para las árabes
Por GEORGINA HIGUERAS
Las árabes, sobre todo aquellas que viven en países donde la ‘primavera’ ha alumbrado nuevos regímenes -Túnez, Egipto y Libia- necesitan el apoyo firme y decidido de todas las demás mujeres del mundo. Ellas se encuentran en una encrucijada de caminos y precisan mucho aliento, y sentir que no están solas, para mantenerse firmes en la apuesta por el camino más difícil, que es el único que al final les traerá la igualdad de derechos y oportunidades que se merecen. Son momentos extremadamente delicados para los países que han puesto fin a dictaduras que les han oprimido durante decenas de años. Ahora comienza la difícil tarea de construir un nuevo sistema de Gobierno más abierto, más plural y más justo, en el que las mujeres deberían de tener una fuerte presencia, puesto que ellas también abarrotaron las calles en las protestas contra los tiranos y, al igual que los hombres, resultaron heridas y muertas en la lucha. Sin embargo, hay un temor generalizado a que los nuevos dirigentes no se tomen en serio el deber de dejarles la puerta abierta. En este sentido, la decisión del fondo para la igualdad de género de la ONU -iniciado en 2009 con una contribución de 47,5 millones de euros del Gobierno de España- de destinar una parte concreta de sus subsidios al empoderamiento de las mujeres en el mundo árabe es una buena noticia.
“Esperamos que estos subsidios apoyen a las mujeres en su lucha por la democracia, la igualdad y la participación política”, ha dicho Michelle Bacheletm, secretaria general adjunta y directora ejecutiva de ONU Mujeres, al anunciar el pasado miércoles que en este ciclo de subsidios 2011-12 se destinarán tres millones de euros a los Estados Árabes. Lo que, sin embargo, no parece de recibo es que estos subsidios se destinen sin discriminación a organizaciones en Arabia Saudí, Argelia, Bahréin, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Marruecos, Omán, Catar, Siria, Territorios Palestinos, Túnez y Yemen; países cuya realidades económicas y políticas no tiene nada que ver entre sí y a los que la ‘primavera árabe’ se ha asomado de forma muy distinta. Una vez que la ONU ha decidido diferenciar entre las mujeres del mundo y las árabes, debiera también de haber distinguido entre las que siguen instaladas en sus ricos regímenes petroleros y las que con su lucha han logrado derribar a los sátrapas que las gobernaban. Ellas son las que en estos momentos necesitan el máximo de nuestra generosidad y apoyo moral. La feminista egipcia Nawal el Saadawi afirmó en una entrevista en EL PAÍS en marzo pasado, al criticar que la Junta que gobierna Egipto no está incluyendo mujeres en los comités e instituciones que deben dar forma al nuevo Egipto que: “No vamos a aceptar la discriminación otra vez”. Pero las egipcias, tunecinas y libias precisan muchísima ayuda para que se cumpla la aspiración de Saadawi de: “Se ha acabado eso de que solo sean hombres los que deciden”.
Comentarios
Si se dan prisa, quizá puedan vivir un año de ilusión antes de que venga el correspondiente régimen islamista sine die. Soy un hombre y las mujeres han sido muy importantes en mi vida. No les hagan hacerse ilusiones.
http://nelygarcia.wordpress.com. ¡Claro!, que la ONU debería distinguir y controlar los fondos, pues todos sabemos que en muchos países, no llegan al colectivo que estaba destinado. Apoyo a las mujeres que luchan, por la igualdad de oportunidades.
Sólo un apunte: "las árabes" no, "las musulmanas", que no todo musulmán es árabe, ni mucho menos, y especialmente no los magrebíes (marroquíes, tunecinos...) ni egipcios.
Desgraciadamente, Cold Eye, puede ser que tenga ud razón. La experiencia de la iraní Shirin Ebadi, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2003, es ilustrativa de lo que pueden suponer para las mujeres algunos "movimientos de liberación" y algunas "primaveras" en el mundo musulmán. Ebadi, que se convirtió en 1969 en la primera mujer juez de Irán, participó activamente, según ha explicado ella misma, en la Revolución Islámica y, al trinfar ésta en 1979 ella y todas las mujeres jueces se vieron abligadas a renunciar a su cargo (los revolucionarios consideraban que el Islam no permite a las mujeres ser jueces) y pasaron a realizar tareas administrativas al servicio de los tribunales que habían presidido. Ebadi pidió,la jubilación y, al serle negado el permiso para ejercer la abogacía (a los guardianes de la moral no les gustaban tampoco las abogadas), se dedicó al cuidado de su familia, a escribir y a luchar por los derechos de las mujeres y de las víctimas de la represión política. En 1992 consiguió, por fin, la licencia para abrir su propio bufete. Y estamos hablando de una mujer excepcional, criada en una familia que dió estudios universitarios a sus hijas y con un marido que la apoyó siempre en su carrera. Entristece pensar en lo que les habrá ocurrido a otras mujeres iraníes en situaciones menos favorables que las de Shirin.
No creo que se deba mezclar tanto el dinero en todo. Es mas cuestión de tiempo y lo que hay que acelerar es ese tiempo y poner sus vidas en el tiempo actual. Eso solo hablando de musulmanas. Si metiéramos a todas, deberíamos empezar por los hombres que en general todos llevamos un "musulman" dentro.
Sólo desde un profundo desconocimiento de la realidad social libia y en particular de la situación de las mujeres libias se puede escribir con tanto desprecio por la verdad. Gadafi fue el único dirigente árabe y africano que dedicó toda su vida pública a la emancipación real de las mujeres libias. Pero Higueras prefiere criticar el brindis al sol de ONU mujeres que supone aplicar de forma indiferenciada entre las naciones árabes un presupuesto que mueve a la risa no sólo por su cuantía sino por la incompetencia de quienes tienen la responsabilidad de implementar programas de igualdad alejados de la realidad de cada país en que se aplican.
Higueras elije escribir abandonándose a un ejercicio de buenismo feminista y progresista que queda bien entre los más desinformados que se hallan a sí mismos en los lugares comunes, los tópicos, los estereotipos y los convencionalismos que crean medios de persuasión como el periódico en el que escribe donde la formación de sus lectores y las oportunidades de éstos de crearse un juicio crítico quedan relegadas a un segundo plano.
Higueras mete pues en el mismo saco a las mujeres libias con las egipcias o las tunecinas. Seguramente, hoy debe estar celebrando que las nuevas autoridades libias hayan declarado la sharía, esto es, la ley islámica como única fuente del derecho y, por tanto, nulas cualesquiera leyes que contradigan sus preceptos lo que de facto significa retrotraerse al menos tres décadas en todos y cada uno de los avances en materia de igualdad de derechos y de oportunidades que el régimen de Gadafi había establecido para todas las mujeres libias.
Ya me encargo yo de todo el árabe que me pregunte de decirle las verdaderas intenciones de las feministas...Empiezan dando pena y pseudoagradeciendo toda la sangre, sudor, y esfuerzo masculino que hace falta para hacer que se viva en una sociedad de puta madre, para luego acabar manipulando estadísticas, metiendose en la política a base de abrirse de piernas, para que un dia el hombre acabe sin ni siquiera sus derechos basicos de presuncion de inocencia, y convertido en un proesclavo en el momento que tiene bienes e hijos pasando a ser esclavo en el momento q la largarta de turno quiera, puediendo pasar a ser despojado de sus bienes y extorsionado de por vida... y importandoles una mierda que la sociedad se vaya de nuevo al carajo (como en el caso de España), gastandose TODA LA HERENCIA conseguida en el pasado (evidentemente, no gracias al feminismo sino todo lo contrario), cosa que estan muy acostumbradas a hacer estas, gastarse lo que otro ha ganadoPOR CIERTO... AHORA CON LA CRISIS SE OS ESTA ACABANDO EL CUENTECILLO (SE ESTAN PONIENDO LAS COSAS EN SU SITIO), Y DESPUÉS DE QUE SE OS HAYA VISTO EL PLUMERO ESPERO QUE MUCHAS OS QUEDEIS EN LA CALLE PARTIENDOOS LAS UÑAS FREGANDO ESCALERAS PARA TENER ALGO QUE LLEVAROS A LA BOCA, A VER IS ASI SE OS QUITAN LAS TONTERIAS Y OS DAIS CUENTA DE LO QUE ES LA VIDA REAL (SIN VIVIR A COSTA DEL HOMBRE)
Paúl tu comentario es todo un ejemplo de misoginia.¿Y por qué no formáis pareja con una verdadera mujer feminista que quiera la igualdad de derechos y de deberes con vosotros , majos?Los de cuidar y asumir las discriminaciones derivadas también , por cierto.
Cuánta hipocresía la OTAN.Viva la separación de religión y gobierno.
Eso díselo a todas las mujeres Libia que ahora van a tener que aguantar un estado basado en la Sharia, que contentas van a estar. De ser el país árabe con mayor bienestar entre las mujeres y más licenciadas a tener que pedir permisitos del marido para ir de una parte a otra del país. Me encanta como los periodistas nos haceis creer que ahora estos """revolucionarios""" son Rosseau y Montesquieu.Por cierto, curiosa la foto y su caricatura, en donde no salen ningunos de los monarcas absolutos, racistas, dictadores y misóginos de la península arábiga; ¡ah no! que esos son amigos, perdón casi me había olvidado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.