Detenido un joven de 23 años por ofrecer el estramonio que causó dos muertes en Getafe
El joven ha sido detenido en la localidad madrileña de Coslada y es el presunto culpable de haber ofrecido la sustancia que acabó con la vida de Pablo Echegoyen y Alberto del Olmo el domingo durante una 'rave'
La Policía Nacional ha detenido sobre las ocho de la tarde a Iván M.G, de 23 años, como presunto responsable de haber dado a probar un mejunje cocinado a base de estramonio, una planta tóxica que produce alucinaciones, a dos jóvenes de 18 años que murieron horas después de haber asistido el domingo a una rave, una fiesta clandestina de techno, en un caserón abandonado de Getafe. El apodo del detenido, que tiene antecedentes penales, ha sido la principal pista que han seguido los agentes hasta dar con él en Coslada, al este de Madrid.
En El Monasterio, como se conoce a esta la finca derruida a en el barrio de Perales del Río, un lugar repleto de graffitis, botellas vacías, con una ermita provista de altar y cruz, la policía cree que Iván ofreció a cuatro amigos de La Elipa una botella de plástico llena de este liquido que resulta letal en grandes cantidades. "Probad de esta botella. Es un rollo parecido a las setas", dijo el detenido, de acuerdo a la versión facilitada por los testigos.
Una vez acabada la fiesta al amanecer, dos de ellos, Pablo Echegoyen y Alberto Olmo, vagaron por las huertas y el campo de tiro que rodea el caserón. Una pareja, de camino a la piscina, se topó con Pablo Echegoyen y le vio en tan mal estado que le ofreció ayuda. Dejadme en paz, contestó. Más tarde, sobre las seis, se lo volvieron a encontrar pero esta vez muerto, tirado en el suelo. A esas horas las madres de ambos, acompañadas de los amigos de sus hijos, buscaban El Monasterio, asustadas porque a esas horas aún no hubiesen vuelto a casa. Tres horas más tarde apareció el cadáver de Olmo, a unos cuatro kilómetros de distancia de su amigo, en un estado parecido, con síntomas de haber sido envenenado.
Los otros dos amigos siguieron otro camino distinto y quizá eso les salvó. Uno de ellos llevó a Álvaro García al hospital Clínico de Getafe, donde lo ingresaron en estado grave. Al día siguiente se recuperó y fue dado de alta. El que le había llevado en un coche, al ver que su amigo estaba siendo atendido, se marchó. La policía, una vez que había encontrado los cadáveres de sus dos amigos, estuvo horas buscándole para aclarar lo sucedido y también ante el temor de que sufriera una intoxicación.
Cuando lo encontraron declaró en comisaría dijo que además habían consumido alcohol y Speed. Allí facilitó una descripción del "desconocido" que les había ofrecido el mejunje. Otros asistentes a la rave también fueron interrogados y facilitaron el apodo del supuesto responsable, un detalle que ha sido fundamental a la hora de encontrarlo. Sobre las diez estaba siendo trasladado a la comisaría de Getafe para que prestase declaración.
"Ha sido un asesinato. Quien metió ese bidón sabía que era un veneno mortal", dijo la padre de Pablo Echegoyen durante el velatorio de su hijo y del amigo, ambos en salas contiguas, repletas de conocidos comunes y familiares.
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