La discapacidad encuentra su salida a la crisis
Flexibilidad y diversificación, recetas para recuperarse y crear empleo
Las empresas vascas dedicadas a la integración laboral de personas con discapacidad comienzan a mostrar los primeros síntomas de recuperación tras recibir el golpe de la crisis. A finales de 2008, los pedidos y la producción cayeron repentinamente y, por consiguiente, las contrataciones se frenaron. Inevitablemente, estas compañías acusaron el golpe, máxime cuando el porcentaje de paro entre las personas discapacitadas es el doble. "Funcionamos bajo las reglas del mercado", explica Pablo Moratalla, coordinador de ELHADE, que integra a siete entidades que representan el 91% de todos los centros especiales que existen en Euskadi, entre ellas Lantegi Batuak y Gureak, las principales entidades vascas dedicadas a crear empleo para discapacitados.
Sin embargo, estas empresas han logrado sobrevivir en la medida que han sabido diversificarse. De esta manera, el horizonte no es tan gris y en el presente ejercicio se está volviendo, definitivamente, a crear empleo. Bien es cierto que el nicho en el que desempeñaban su actuación era mayoritariamente el industrial, pero el sector servicios había comenzado a adquirir cada vez un mayor peso. "Hemos aguantado el chaparrón porque ya buscamos nuevos campos cuando no se esperaba la crisis", subraya Moratalla.
El presidente de Gureak, Iñaki Alkorta, cuenta que los mecanismos de solidaridad interna mantuvieron con vida a la empresa guipuzcoana cuando, en 2009, la sombra de la crisis sobrecogía a la economía y redujo la actividad industrial de la compañía un 30%. Casi la mitad de los empleados de Gureak se dedicaba a labores industriales, por lo que la compañía buscó la recolocación en los servicios y tuvo que lanzar un ERE temporal pactado con la representación social. "Luego, el choque fue algo inferior. Lo notamos menos en lo social que en lo económico", expresa Alkorta.
Así las cosas, lanzaron nuevas iniciativas en la hostelería o en el buzoneo y, el pasado año, comenzaron a recoger los primeros brotes verdes . El pasado año, Gureak, en la que hoy trabajan 4.050 personas, creció un 12% más que en 2009 y, en el arranque de este ejercicio, han mejorado un 14% con respecto a 2010. El futuro vuelve a aparecer despejado y, como indica Alkorta, "permite que soñemos despiertos". En la senda de la recuperación, uno de los principales empujones ha partido de las entidades públicas.
Gureak se ha acogido en este periodo a distintos planes anticrisis de la Diputación de Guipúzcoa, Kutxa o el Gobierno vasco que le han permitido generar empleo artificial y mantener sus constantes vitales. "La diversificación nos ayudó mucho y seguimos tratando de ampliarla en la medida de lo posible. Hay que sustituir unos campos por otros", resalta Alkorta.
Txema Franco, director de la vizcaína Lantegi Batuak, que cuenta con 2.700 personas, también destaca que la diversificación ha permitido a la empresa no asfixiarse. En 2009, el mercado industrial se desplomó un 40%. No obstante, Lantegi Batuak no despidió a ningún trabajador. "Dada nuestra política, llevamos 20 años sin poner todos los huevos en la misma cesta", asevera Franco. Esta apuesta por la diversificación se traslada a los resultados de la empresa, que ya el pasado año generó 90 puestos de trabajo para personas con discapacidad. Algo que no hace más que confirmar una tendencia iniciada hace cinco años, en los que se han generado 420 nuevos empleos. Lantegi Batuak, por tanto, se ha catapultado por la diversificación. Por ejemplo, la compañía ganó un concurso para la jardinería de la UPV, en Leioa, y formó a siete discapacitados del sector industrial para este cometido. Dentro de esta diversificación también se inserta el albergue juvenil BBK Bilbao Good Hotel que Lantegi Batuak inaugurará el próximo año y que será gestionado íntegramente por discapacitados.
Cuando la crisis acuciaba, Lantegi Batuak no despidió a ningún empleado. Por contra, apostó por la flexibilidad. Las ventas habían caído un 40%, pero la plantilla se mantuvo invariable. En febrero de 2009, la compañía dio vacaciones a 200 personas que, en verano, cubrieron las sustituciones. "Hemos querido garantizar a las personas una estabilidad que pasaba por la flexibilidad", remarca Franco.
Euskadi es pionera entre las comunidades españolas en la generación de empleo para discapacitados, seguida de Navarra y Cataluña. El apoyo institucional a estas compañías es muy elevado. El Gobierno vasco y las Diputaciones consideran al sector como estratégico, dado que resuelve algunos asuntos sociales a través de la generación de empleo.
"Cuando un discapacitado llega a nuestras empresas, deja de consumir recursos, aporta al sistema y cotiza a la seguridad social. Al Gobierno le interesa más que una persona trabaje a que cobre el paro", explica Franco, que incide en que ha habido una gran alianza público-privada. "Esa conjunción de intereses entre Administración, empresas y entidades no lucrativas genera un caldo de cultivo realmente interesante", abunda Franco.
Alkorta, de Gureak, afirma que las organizaciones que ofrecen trabajo a discapacitados están aceptadas "con total naturalidad entre la gente" y que, en Euskadi, el sector está menos atomizado que en otras comunidades, lo que permite concentrar el esfuerzo y forjar un tejido asociativo más resistente a las crisis. "Euskadi no es solo ejemplo en España, sino que, a nivel europeo, está a la cabeza en las tasas de integración de personas con discapacidad. No hay una región en Europa donde haya tantas personas con discapacidad intelectual trabajando", concluye Franco.
Quizá la mayor traba con la que se topen las empresas que se dedican a la inserción laboral de personas con discapacidad sea el desconocimiento. Mucha gente aún no es consciente de lo que estas personas pueden hacer, especialmente cuando se trata de personas con discapacidad mental, que, como resalta Moratalla, de ELHABE, "con apoyo pueden hacer muchas labores perfectamente". "Muchas veces el desconocimiento de las capacidades impide las contrataciones", sentencia.
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