La que escribe era de las de playa de sol a sol. De playa, playa y de postre, playa. Una semana al año. Sombrilla, nevera donde no faltara de nada y novelón. Con la llegada de la mayor, del novelón pasé al periódico. Requiere menos concentración, vas leyendo una información aquí, otra allá, entre jugamos a palas y jugamos a palas, vamos al agua y vamos al agua o hacemos castillos y hacemos castillos. Con la segunda, me he tirado directamente a la revista. Los instantes de no hacer nada no alcanzan para más de un pie de foto.
Pero lo peor no es esto. Hace tiempo que desistí de leer. De día, fines de semana incluidos, imposible. De noche, me duermo antes de la dedicatoria. Ya leeré cuando sean mayores o, con un poco de suerte, en otra vida. No, lo peor de la playa con niños pequeños es la arena. Bueno, eso descontando que ya no te puedes tirar de diez de la mañana a ocho de la tarde como un lagarto. ¡Nooo! Ahora solo tres horitas, nunca a mediodía y con factor de protección 50. De farmacia, del que para comprar un bote tienes que pedir un crédito. A veces pienso que si criáramos a los nuestros como nos criaron a nosotros (diez horas sin salir del agua y sin manguitos ni leches, protección 4 como mucho y resistiendo toda la jornada con botella de agua, bocata y melón) vendría alguien de la administración y nos diría de todo menos guapos.
Vuelvo a la arena. Arena en la toalla, arena en las patatas fritas, arena en las galletitas saladas, arena en el melocotón, arena en bote de crema solar, arena en el cesto, arena en la ropa seca, arena en las toallas que teóricamente no son para la arena, arena en la bolsita donde van el móvil, el monedero, la cámara y las llaves y que teóricamente es para blindar todo lo anterior de la arena. Arena en el coche, toneladas de arena en la ducha, en los bañadores… Y cuando no es arena, es fruta, crema o aceite. En la vida imaginé que tendría que sacar manchas de aceite de un pareo de playa sobre el que dos pies de bebé han prensado media bolsa de patatas fritas.
Curiosas también las manchas de tinta de periódico o revista. Porque las niñas salen del agua y tienen la increíble capacidad de aposentar, ¡SIEMPRE!, el culo mojado justo encima de lo que estabas leyendo, como si fuera un cojín. Y además se quejan de que ¡está lleno de arenaaaaaaa! Ayer, minutos después de la foto de arriba, opté por emanciparlas. Fingí que jugábamos a indios, levantamos la cabaña y ale, aire. Cada uno a su casa.
Minutos después me descubrí leyendo en el suplemento de viajes del diario un reportaje sobre vacaciones para solteros y tarareando "la playa estaba desiertaaaaaaaa, el sol bañaba tu pieeeeeeeel..."...
Comentarios
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He entrado más por la foto que por el texto, pero me he reido las ganas. Gracias! Me voy a la playa :)
Más razón que un santo!!! Yo ya he sustituido la playa por la piscina con mi niña de 4 años. El incordio de la arena hasta en las pestañas me puede. Hasta que la peque no sea un poco más independiente y más resuelta con sus cosas la playa la pisamos fuera de temporada para pasear y volar cometas.
Y también tenemos la versión playa con niños, arena y viento: sublime esa sensación de mil aguijoncillos impactando!Guapísimas las fotos, muy ilustrativas: ¿incluso del humor del a mayor?
Y también tenemos la versión playa con niños, arena y viento: sublime esa sensación de mil aguijoncillos impactando!Guapísimas las fotos, muy ilustrativas: ¿incluso del humor del a mayor?
Yo siempre me llené de arena, incluso antes de tener la niña, así que no le veo la diferencia...
Yo siempre me llené de arena, incluso antes de tener la niña, así que no le veo la diferencia...
Nunca fui de playa, exceptuando cuando era pequeño e iba con mis padres de 8 a 3, con un bocata y una cocacola... Pero desde que tengo niños, la playa es una benedicción, no existen niños, eso si, siempre vamos en Horario infantil, de 8 a 10:30// 11 o a partir de las 6 de la tarde y para mi, uno de los placeres de la vida, es llevarme un bocata de atun y desayunar con una latita de cerveza.... Y lo mejor la siesta que se meten por la tarde los días de playa... Es fantástico.... (aunque a mi tambien me molesta la arena). Salu2.
El agobiante calor y la arenita de la playa,Son dos glorias que hay que soportar. Nunca me podré acostumbrar a las incomodidades que originan la arena.//
Qué gentuza eres. Dona tus niños a alguien que los quiera de verdad y tú dedícate a tener un perro, que te equivocaste y dará más satisfacciones y no desobedece nunca ni crece. Te crees muy graciosa con tu cantinela de 'que cruz por dios los niños'? Eso es un tema para un blog? El pulitzer te mereces! Cómo se ve que a tí te debieron tratar también como una molestia y la chusma que nunca debió tener descendencia te ríe las gracias porque os viene grande educar a niños.
Alucinada me he quedado con el comentario de "A". Qué falta de respeto, qué vil! Por favor, si no les gusta el artículo, o tienen una opinión discordante, tengan la decencia de exponer sus argumentos con mesura, que se supone que somos gente educada ya que leemos el periódico y además dejamos comentarios. No se puede insultar de esa manera a la redactora, por poco que le gusten sus artículos! Además, en ningún caso está diciendo que hubiese preferido no tener niños. Es evidente que, por mucho que los queramos y los cuidemos, no se está en la playa ni en ningún sitio en las mismas condiciones que sin hijos. Es más, está dando evidencias de lo mucho que se preocupa por sus hijos. Hay que ser alguien muy cínico y resentido para juzgar con tanta desfachatez. Lo siento por Clara Blanchar.
Yo tambien era como Clara, el dia entero en la playa. Pero mi marido es de los que playa mejor no, asi que solo hemos ido 4 dias. Ayer, despues de casi 10 dias de volver, mi hijo se toco la cabeza y dijo "aun tengo arena, mama!". Y es que en el cuero cabelludo es casi imposible de quitar!! solo con paciencia, tiempo y buenos y muchos masajes con champu. O quizas con un soplete si no funciona.. En cuanto al comentario de A, pues me parece tonto. Todos los que leemos este (y otros) blogs amamos a nuestros hijos muchisimo. Pero no por eso no podemos decir que hay cosas que son dificiles. Eso no es ser mal padre/madre. Y yo creo que justamente leemos este blog (y comentamos) para poder desahogarnos 5 minutos al dia y cargar las pilas para volver con todas las ganas del mundo (el saber que hay gente en tu misma situacion, con tus mismos miedos, problemas y agobios ayuda mucho) a cuidar de nuestros hijos.
Me ha dejado un poco K.O el artículo. Muy pobre para un periódico como el País. Puro egoismo. Sinceramente pienso y digo, con educación, que discrepo totalmente. Yo también era de las de 8 horas ( ahora hay mas radiación solar que hace 30 años, por lo tanto ser un poco precabidos no está de mas). Ahora tengo hijos y los disfruto plenamente en la playa. Las cosas cambian, la vida en general cambia y mas si te haces adulto y vas tomando decisiones, los hijos es una de ellas, no pueden ser un capricho que luego moleste porque no te dejan hacer lo de antes. Increible para mi según que funcionamientos sociales. Pues ahora menos horas al sol y poca lectura sí, pero mas juegos con arena, agua y lo que haga falta. Siempre puedes buscar tu momento a solas, pero uno espontáneo con tus hijos no se puede dejar pasar, es único y no valen las mentiras para que hagan lo que uno quiere. Decepcionante en valores, fotos y demàs. Poco para el País.
No sé, en mi casa siempre nos tomamos una pausa al mediodía cuando íbamos a la playa (para comer y la siesta). Y por la costumbre, yo hacía lo mismo cuando era soltera. Eso sí, el horario era ligeramente diferente del que hago yo ahora con mis alemanitos (las horas del mediodía, las de más sol estábamos allí y nos retirábamos a comer sobre las dos o las tres). En cuanto al tema de no poder leer... en fin, yo prefiero eso a tener que estar con ellos metidos dentro del piso e hipercinéticos.Un supersaludo
Ni un comentario de lo que escriben "A" y "lar moar", uno por mal educado y el otro por pedante. Qué quiere decir con que "no está a la altura de un periodico como El País". Que esto es un blog de opiniones y no un artículo sobre cómo va el país. Ni caso, Me parece ideal tomarse la vida con un poco de sentido del humor, y me gusta sentirme identificada con lo que escriben Clara y sus compañeros de blog. Y a los que no les guste que no les lean y si no...... a cascarla!
La gente se aburre y debe pensar que es divertidisimo crear polémica, así se aburrirá menos leyendo el aluvión de respuestas de la gente a la que cree haber ofendido. Para que lee este blog? Piensa que quizá debiera tener el mismo uno propio donde dar consejos sobre como ser una madre/padre 10?? La perfección, menudo tostón....
A, iba a perder el tiempo llamandote amargada o maleducado, pero como no sé tu sexo, te llamaré imbécil y terminaré antes. Tener hijos no significa perder el sentido del humor, ni reirte de las cosas que te pasan con ellos implica no quererles. Date una vuelta por la calle, anda, disfruta y oxigenate un poco, que te está carcomiendo el moho.
Pues yo también me he reído. Para criticar tan gratuitamente, como hacen algunos en los comentarios, habría primero que identificarse. Al menos la autora no se esconde tras el anonimato.
Jeje es todo cierto, a la playa con niños pequeños no puedes ir a descansar , yo ni siquiera extiendo mi toalla.
a mí de nunca me gustó leer en la playa, porque lo que realmente me gustaba era tumbarme como una lagartija y coger todo el sol que pudiese. Esto cambió no ya con los niños, sino al empezar a ir de vacaciones con mi marido, porque a él ese plan no le gusta. Ahora, con la peque, vamos poco a la playa, y cuando vamos aprovechamos para hacer castillos o intentar, sin éxito, que se meta al mar, ya que no le gustan las olas. Evidentemente, la paternidad hace que tengamos que cambiar nuestros hábitos, pero no creo que Clara se esté quejando amárgamente por eso, simplemente lo está poniendo de manifiesto en un blog público. Si sólo hablásemos de lo maravilloso que es ser madre/padre ¿no sería esto un poco aburrido? y a ver, que levante la mano el que no haya pensado nunca esa frase del "por qué no me lo comería cuando todo el mundo me decía, de bebé, que estaba para comérselo" o alguna similar :-)
a mí de nunca me gustó leer en la playa, porque lo que realmente me gustaba era tumbarme como una lagartija y coger todo el sol que pudiese. Esto cambió no ya con los niños, sino al empezar a ir de vacaciones con mi marido, porque a él ese plan no le gusta. Ahora, con la peque, vamos poco a la playa, y cuando vamos aprovechamos para hacer castillos o intentar, sin éxito, que se meta al mar, ya que no le gustan las olas. Evidentemente, la paternidad hace que tengamos que cambiar nuestros hábitos, pero no creo que Clara se esté quejando amárgamente por eso, simplemente lo está poniendo de manifiesto en un blog público. Si sólo hablásemos de lo maravilloso que es ser madre/padre ¿no sería esto un poco aburrido? y a ver, que levante la mano el que no haya pensado nunca esa frase del "por qué no me lo comería cuando todo el mundo me decía, de bebé, que estaba para comérselo" o alguna similar :-)
Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Mis niños empezaron a rebozarse como croquetas tan pronto que consideran la arena como parte de sí mismos, Y a mí tampoco me molesta, salvo en la comida. Además, gracias a los niños, descubrí el placer de ir a la playa por la tarde, mucho mejor que por la mañana, menos calor y menos gente, y una luz estupenda para hacer fotos. Y nos encanta volver de la playa a las diez de la noche, con los pelos tiesos de sal y dejando un rastro de arena entre las famiias recién duchadas y endomingadas del paseo marítimo.
A, no se si simplemente eres un amargado/a, o si directamete eres un/a imbecil. Mejor que te sigas escondiendo detras de un nick porque sino igual qualquier dia de estos alguien to rompe la cara por maleducado/a.Clara, sigue con tus posts de los Lunes que siempre son como una corriente de aire fresco ;-)
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Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
