Las grandes inmobiliarias valencianas adeudan 2.700 millones de euros
En un estudio sobre 21 grandes empresas, la consultora KPMG calcula que estas perdieron 37 millones en 2009
Las grandes inmobiliarias valencianas registraron en 2009 unas pérdidas después de impuestos de 37 millones de euros -nueve veces más que el ejercicio anterior- y una caída de las ventas superior al 25 %, al tiempo que acumularon una deuda de 2.700 millones de euros.
Estas son algunas de las conclusiones del séptimo estudio anual "El sector inmobiliario a través de las 21 grandes empresas" elaborado por la consultora KPMG, que analiza su evolución a partir de las cuentas de las mayores mercantiles.
A pesar de que la caída de los principales indicadores ha sido más moderada que en 2008, en 2009 bajó por primera vez el precio medio del metro cuadrado, un 7,7 %, y se registró la cifra más baja de visados de dirección de obra y transacciones de la última década.
Las mayores empresas del sector valencianas, pese a haber refinanciado su deuda, no pudieron compensar la bajada de la demanda de viviendas, de modo que la caída de la cifra de negocio de estas 21 sociedades descendió hasta los 1.067 millones, el 25 % menos que en 2008, cuando se alcanzaron los 1.422 millones de euros.
Sin embargo, los auditores de KPMG consideran que la caída real de ventas fue superior al 25 %, ya que la cifra incluye las operaciones de canje de deuda por activos, por unos 400 millones de euros. Con ello, el saneamiento de activos realizado durante los dos últimos ejercicios alcanza los 421 millones de euros, de los que 188 corresponden a existencias y 233 a escisión de sociedades participadas.
El beneficio de explotación conjunto sufre una caída del 66 % y el resultado de explotación baja desde el 15 % al 7 % como consecuencia de la caída del margen bruto provocada por la caída de las ventas y la reducción de promociones, a pesar de los ajustes en costes fijos, como el de personal, que se redujo el 24 % con la pérdida de 551 empleos.
Como datos positivos, se indica que once de las veintiuna empresas analizadas obtuvieron beneficios, diez mejoraron su resultado neto durante 2009 y que la deuda con entidades de crédito se redujo en 357 millones.
Según ha indicado el socio de KPMG Juan Latorre, las expectativas de actividad futura siguen siendo reducidas debido a la escasa demanda, el acceso al crédito o el nivel de confianza de los consumidores.
Como conclusión, el sector debe adaptar su producto a las necesidades de un mercado más exigente, generar un modelo de negocio basado en una cadena de valor eficiente y buscar una estructura organizativa coherente, que se mantenga con recursos básicos externos y externalice el resto de actividades.
"Ahora, la banca hace la competencia al sector inmobiliario y además, tiene la llave de la financiación. Es necesario que las entidades financieras identifiquen a los mejores, que definan su estrategia y empiecen a abrir el grifo", ha apuntado Latorre.
Asimismo, ha apuntado que varias de estas empresas inmobiliarias presentarán en breve concurso de acreedores por "puro agotamiento del mercado", si bien ha reconocido que esta medida en ocasiones se está usando como "herramienta de negociación con las entidades financieras".
"Sería conveniente un buen análisis de mercado que identifique las firmas de calidad y estudie cuándo se prevé una revitalización del turismo, sobre todo el alemán y el inglés, porque en este sector hay que empezar a trabajar dos años antes", según Latorre, una labor en la que las entidades financieras podrían subcontratar a las inmobiliarias.
Preguntado por la propuesta de aumentar la cuantía del sueldo no embargable, Latorre ha asegurado que esta medida "generalista" afectará a quienes vayan a pedir un crédito y tienen intención de pagarlo, "ya que las entidades pedirán más garantías para proteger su negocio" y ha insistido en que los embargos afectan a un porcentaje pequeño de "los millones de ciudadanos hipotecados".
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