"No veo la movilización del voto de la izquierda por ninguna parte"
Desde el Palau de Mar, lugar de encuentro con Xavier Trias, candidato de Convergència i Unió (CiU) a la alcaldía de Barcelona, la concentración de mástiles del Port Vell casi impide ver la silueta del hotel Vela. El periodista se decide a compartir con él sus dudas sobre la belleza del edificio. La respuesta: es un proyecto "discutible, pero que debería ser más alto". Ambigüedad calculada o una forma especial de ver las cosas ?"la vida hay que tomarla con cierta filosofía"?, queda claro que en 50 minutos de paseo por Ciutat Vella va a costar obtener respuestas contundentes.
Todos los sondeos mostraban hasta hace poco un camino despejado para Trias hasta la alcaldía tras 32 años de hegemonía socialista. Hoy dicen que el margen con Jordi Hereu (PSC) se estrecha. "No, no...", contesta con una sonrisa al preguntársele si el cambio de tendencia le inquieta. "Sacaremos 15 o 16 concejales", vaticina, "pero ganar no será fácil, hay que ir a votar". ¿No teme una movilización del voto de izquierdas tras la manifestación de los recortes? Vuelve a sonreír. "La movilización de la izquierda no la veo por ninguna parte...". ¿Y no teme haber quedado silenciado ante la fuerza de los mensajes del PP contra la inmigración y de Hereu contra los recortes? Tampoco: "Tengo una forma de hacer política", sostiene, "y no la voy a cambiar ahora por hacer más ruido que los demás".
El paseo llega al Born y Trias ya ha sido saludado por tres ciudadanos. Se detiene ante una galería de arte, atraído por un cuadro figurativo de un artista cuyo nombre no recuerda. Llama a su esposa, Puri, pero no la encuentra en casa. "Es un artista muy bueno. Tengo un cuadro en casa. Pinta como Antoñito López", aclara antes de reprocharse su escurridiza memoria. "Ya me saldrá...".
Trias asume que se quedará lejos de la mayoría absoluta, pero descarta pactos. "Si la gente vota por el cambio, no se entendería que pactáramos con el PSC. Y con el PP es imposible, ante la cantidad de cosas intolerables que está diciendo. Con ellos nos podemos entender en temas de economía, pero nuestras visiones de Cataluña y de la inmigración son incompatibles". El futuro pasa entonces con acuerdos ocasionales con... "PSC y PP", explica sin pestañear. "Gobernar es eso. Saber encontrar los aliados y los puntos en común en cada situación", continúa.
Con el mismo tono pausado despacha un tema complicado para un médico que militó en CCOO y que fue consejero de Salud con Jordi Pujol. "El consejero Boi Ruiz está haciendo lo que debe. La irresponsabilidad fue del Gobierno tripartito, que gastó más de lo que tenía y debía. Eso sí que es grave. A Boi Ruiz le aconsejaría que deje pasar las elecciones y tome las decisiones con calma. Yo fui el consejero al que hicieron más protestas y ahora nadie se acuerda. Todos alaban lo que hicimos entonces", presume.
¿Aplicará recortes en los servicios públicos municipales? "No. Priorizaremos lo importante. Las personas y sus necesidades están ante todo". La única respuesta airada la ofrece Trias cuando se le recuerda que en un debate acusó a la escuela pública de hacer la competencia a la privada. No eleva el tono, sino que repite tres veces: "Yo nunca he dicho eso". "Lo que dije fue que si se abre una guardería pública allí donde existen dos privadas con vocación de servicio público, solo se logrará que estas cierren. Hay que planificar para ver dónde están las necesidades, que es lo que no ha hecho el PSC. Ya lo hice desde el Departamento de Salud".
El Born repleto de turistas y tiendas de diseño queda atrás al cruzar la calle de la Princesa. Por delante, calles angostas con carnicerías halal, edificios con la fachada deslucida y notable presencia de inmigrantes. "No hay mejor fórmula de integración que trabajo, vivienda y formación", suelta como fórmula magistral el doctor Trias sin entrar en detalles de cómo llevarla a la práctica. "Lo que está claro que no funciona es la fórmula de recalificaciones y especulación propiciada por el PSC. En 32 años, el Ayuntamiento debería haberse dotado de un gran parque de vivienda pública de alquiler. No lo ha hecho y así es difícil combatir efectos como los pisos patera o la concentración de zonas con problemas".
Sobre el turismo, Trias se muestra convencido de que debe ser uno de los motores que saquen a Barcelona de la crisis. "Representa el 15% del PIB. No podemos ni debemos ponerle coto. Sí controlarlo, combatir el turismo de borrachera y otros efectos indeseables de un modelo que ha tenido éxito", sostiene. Una de las fórmulas, más seguridad en las calles. "Creo en el modelo de prevención, no de reacción a los delitos. Y una forma de lograrlo es ampliar la presencia policial en la calle con 1.000 mossos y 400 agentes de la Guardia Urbana más".
Muchos turistas llegan a Barcelona a bordo de los aviones de Spanair, compañía en la que Barcelona ha invertido mucho dinero, ¿es ese el papel de un Ayuntamiento? "Es un tema muy discutible", repite como respuesta otra vez. "Es una apuesta de alto riesgo, pero que compartimos todos los partidos por la necesidad de reforzar el aeropuerto de El Prat".
Al cruzar La Rambla, con destino al Raval, Trias frena el paso, como si quisiera evitar de forma inconsciente la imagen de prostitutas en la calle e indigentes en los portales. "Soy abolicionista", explica. "La prostitución es la esclavitud del siglo XXI. Es un fenómeno complejo y difícil de combatir, pero la pregunta no es si las prostitutas deben estar en las calles o en los burdeles, sino cómo combatimos las mafias y nos acercamos a las chicas para ayudarlas a salir de esa situación".
Cierre del paseo en la Rambla del Raval. Trias se despide tan amable como empezó. ¿La campaña se le ha hecho larga? "No, no. Es algo que pasa volando". ¿Y el domingo, cómo pasará el día? "Imagino que comeremos un arroz con mis hijos y sus niños".
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