Localizado un antiguo zulo de ETA con armamento
La Ertzaintza localizó en la tarde de ayer en Sondika (Vizcaya) un zulo de ETA que escondía varias armas y otro material, que en su día estuvo posiblemente a disposición de un comando. El escondite, bastante antiguo, según fuentes policiales, fue descubierto en torno a las 18.30 por un ertzaina que se hallaba fuera de servicio en el monte Artxanda, en el citado término municipal, colindante con Bilbao.
Dentro de un bidón metálico oxidado estaban escondidas tres pistolas Browning, dos subfusiles, una granada de fabricación casera con el anagrama de la banda y una bomba trampa. Las fuentes informantes no precisaron si esta última era una bomba lapa u otro tipo de artefacto. Junto a este armamento, fueron localizados en el bidón caretas, pelucas y diferente material electrónico.
El último escondrijo de la banda localizado sin relación con operaciones contra comandos fue el hallado en enero pasado por la policía francesa en Dramelay, al noreste del país vecino. Usado hasta fecha "relativamente reciente", según indicaron en su momento fuentes de la investigación, escondía dos fusiles rusos de francotirador con sus respectivas miras telescópicas.
La pistola de un exedil
Mientras, la Ertzaintza está investigando la desaparición o el posible robo de una pistola de un exconcejal alavés del PP del interior de una furgoneta del partido durante un acto electoral en Vitoria.
El exedil, un hombre de edad avanzada, según fuentes populares, dejó su cargo en 2003, tras lo que Interior decidió retirarle la escolta. El ministerio le ofreció entonces, como a otras personas en igual situación, poder llevar un arma, a lo que el exconcejal accedió, añadieron estas fuentes.
El exedil participó ayer en la fiesta de campaña que el PP celebró durante buena parte del día en el parque de Arriaga de la capital alavesa. El hombre dejó una bandolera con el arma, una semiautómatica Glock 26 B de .9mm, en uno de los vehículos usados por el partido para trasladar material de propaganda a los mítines.
En torno a las cinco de la tarde, cuando fue a buscarla, había desaparecido. Fuentes populares apuntaron que la pistola podía haber sido robada o bien que alguno de los escoltas de los dirigentes y candidatos presentes se la hubiese llevado de forma inadvertida. El propio exconcejal fue quien avisó a la Ertzaintza de lo que habñia ocurrido.
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