Iniesta ejerce de padre

Las portadas apuestan por la boda de la segunda hija de Bertín Osborne, el duelo entre la reina Rania y la princesa Letizia y el enfrentamiento de Carmen Lomana y Belén Esteban. Pero el único tema diferente, el que resulta novedoso, es un reportaje en páginas interiores que ofrece la revista Diez Minutos en el que se ve a un amoroso Andrés Iniesta llevando a su hija recién nacida al pediatra.

Valeria, que así se llama la pequeña, es el mejor trofeo que Iniesta se trajo del Mundial de Sudáfrica, ya que la niña fue concebida allí cuando la selección celebrada su título de campeona. Con la misma naturalidad con la que el azulgrana afronta su fama, vive ahora su paternidad. Da las gracias cuando se le pregunta por la niña, cuenta lo feliz que es y se va encantado. De su sencillez deberían de aprender otros famosos que montan verdaderas batallas campales con la prensa por asuntos menores.

La boda de Eugenia Ortiz, hija de Bertin Osborne, es otro ejemplo de normalidad. Los novios, sus familias y los invitados se dejaron fotografiar a la salida de la iglesia y reservaron la exclusiva para la celebración en una finca de los Osborne. Fue una boda familiar, sin famosos de pega y muy elegante. Si de algo pueden presumir Bertín y sus hijas es de simpáticos, elegantes, normales y educados, en un mundo de casposos famosillos.

La rivalidad de Rania y Letizia se refleja en todas las revistas. Decenas de fotos para comparar los dos estilos. Hay quien incluso se atreve a asegurar que el duelo acabo en empate.

La relación de Scarlett Johansson y Sean Penn que cada vez se hace más publica, como la del David Egea y Edurne, y la esperanzadora recuperación de Silvia Abascal de sus problemas cerebrivasculares completa este quiosco. Se nota la Semana Santa.